Comisionado de Xalatlaco

Los del Ajusco talan árboles en Agua Grande

MIRNA SERVIN VEGA

Alrededor de 200 familias de Xalatlaco, estado de México, que subsistían con las actividades que realizaban en el predio de Agua Grande, cuya propiedad se disputan con los pobladores de Santo Tomás y San Miguel Ajusco, delegación Tlalpan, han perdido su fuente de ingresos desde hace casi un año, con el reactivamiento del conflicto y el desalojo que sufrieron, señaló Alfonso Jiménez, secretario de la comisión de vigilancia de los bienes de Xalatlaco.

Explicó que las familias vivían de la cría y venta de truchas y la recolección de resina, actividades que, desde la destrucción de las cabañas que había en dicho lugar y la presencia de las policías Federal Preventiva y del DF, han sido canceladas.

Jiménez advirtió que procederán a denunciar a los pobladores del Ajusco por la tala clandestina de árboles en por lo menos dos hectáreas de ese lugar. Añadió que los comuneros del DF han abusado de la indefinición legal sobre la propiedad de las mil 509 hectáreas que conforman el predio, al invadir la zona, talar árboles y destruir sus sembradíos.

El representante de los habitantes de Xalatlaco apuntó que Agua Grande está conformado por varios parajes, y dos de ellos: El Quepil y Agua Chica, son los más afectados por la actividad ilegal en la zona, donde "la gente del DF ha destruido alrededor de 40 hectáreas de nuestras siembras de avena, haba y papa. Según las autoridades, iban a impedir que esto pasara, pero sigue sucediendo", aseguró.

Sostuvo que las autoridades mexiquenses no han apoyado a las familias de Xalatlaco afectadas y "se han dedicado a observar desde lejos el conflicto". La comunidad, afirmó, ha apoyado desde hace casi un año con mil 600 pesos mensuales a los comuneros que ya no tienen fuente de ingresos.

Por lo pronto, aseguró, los habitantes de Xalatlaco esperarán la resolución judicial respecto de si se violó un amparo al ejecutarse la orden de desalojo contra los ocupantes del predio.