México D.F. Jueves 9 de septiembre de 2004
El artefacto se estrelló en el desierto
de Utah
Falló el aterrizaje de la cápsula espacial
Génesis
La NASA intenta recuperar las partículas solares
que contenía La misión costó 260 millones de dólares
AFP
Washington, 8 de septiembre. La cápsula
espacial estadunidense Génesis, que traía a la Tierra
partículas solares, se estrelló este miércoles en
el desierto de Utah, debido a que no se abrieron los paracaídas
necesarios para un aterrizaje terso.
Aún no se sabe si las partículas solares
podrán ser recuperadas entre lo que quedó de la nave, admitieron
científicos de la Administración Nacional de Aeronáutica
y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés). ''Tenemos las muestras,
están en el lugar. Aún hay posibilidades de que esta misión
tenga éxito desde el punto de vista científico'', afirmó
el director de la misión, Don Sweetnam.
Las
cámaras de la NASA, que filmaban desde helicópteros, siguieron
la trayectoria de la cápsula -una especie de platillo volador de
un metro de diámetro- desde que ingresó a la atmósfera
hasta que terminó semienterrada en el desierto.
Génesis produjo un cráter de unos
3 o 4 metros de diámetro y dispersó tierra roja en torno
suyo, de acuerdo con las imágenes de la NASA.
En las fotos puede apreciarse la mitad del aparato discoidal
emergiendo de la superficie, con roturas y grietas en su estructura. ''Parecería
que el recipiente con las muestras tiene una rajadura de unos cinco centímetros'',
indicó el director de operaciones de vuelo, Roy Haggard.
La cápsula había entrado en la atmósfera
terrestre a las 15:55 (hora media de Greenwich). A 33 kilómetros
de altura debía abrirse un paracaídas estabilizador, y seis
minutos más tarde -a 6.1- debía abrirse el paracaídas
principal. La NASA informó que ninguno de los dos funcionó.
La cápsula chocó contra el suelo a una velocidad
de 310 kilómetros por hora, señaló Chris Jones, director
de exploraciones al sistema solar en el Jet Propulsion Laboratory de la
NASA, en Pasadena.
El aparato pasó ante los helicópteros a
gran velocidad, cuando éstos debían interceptarlo en vuelo
-mediante la sujeción de los paracaídas con un gancho- para
evitar un impacto que causara la dispersión de las partículas
recolectadas.
La sonda transportaba de 10 a 20 microgramos de partículas
solares invisibles, los primeros materiales obtenidos más allá
de la órbita lunar y traídos a la Tierra para estudiar la
formación de los planetas de nuestro sistema.
Personal de la NASA llegó al lugar a los pocos
minutos del impacto y tomó medidas para intentar evitar cualquier
contaminación. ''No tenemos preocupaciones en cuanto a la seguridad
pública'', afirmó Jones.
''Vamos a recuperar la cápsula, esperamos encontrar
suficientes elementos como para determinar las causas de este fracaso.''
El impacto puso así fin a un viaje de 32 millones
de kilómetros que costó 260 millones de dólares y
había funcionado perfectamente hasta antes del aterrizaje.
La sonda lanzada en agosto de 2001 se había situado
en una órbita ideal entre la Tierra y el Sol para atrapar partículas
solares cuyo análisis podría brindar respuestas sobre la
formación de los planetas de nuestro sistema.
Para recoger las muestras, la sonda fue emplazada en el
punto llamado Lagrange L1, donde las atracciones gravitacionales de la
Tierra y del Sol se compensan con exactitud. La posición -desde
la cual se puede tener una visión ininterrumpida del Sol- se encuentra
más allá de la magnetosfera terrestre, que afecta los vientos
solares.
El aparato, de 494 kilos, llevaba sensores hechos de diamantes,
oro, silicio y safiro, concebidos para atrapar las partículas ionizadas.
Ahora la NASA tratará de encontrar las muestras
entre los restos de la cápsula previo a transportarlos al centro
espacial de la NASA, cerca de Houston, Texas, donde serán analizados.
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