.. | México D.F. Jueves 9 de septiembre de 2004
Líderes sindicales y autoridades se niegan
a ayudarlas
Temen familias de la unidad Pantaco que caigan sus
casas
Los sismos de 85 dejaron al descubierto falla del suelo
JOSEFINA QUINTERO M.
El
hundimiento de la zona conocida como Campamento Ferrocarrilero, en la delegación
Azcapotzalco, ha provocado que 262 familias se encuentren en peligro ante
un posible derrumbe. El sitio no estaba autorizado como zona habitacional,
pese a ello, fue construida la unidad habitacional Pantaco y 70 casas más
que ahora están en alto riesgo, pues la falla ha avanzado y los
inmuebles tienen grietas, descuadres y una inclinación que rebasa
los 16 centímetros.
Las viviendas, localizadas en Cerrada de Almacenes, colonia
El Jagüey, fueron construidas por el Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros
de la República Mexicana (STFRM), que vendió a sus agremiados
por medio de créditos inmobiliario. En 1970, Mariano Villanueva
Molina, entonces secretario general de la organización, entregó
los departamentos.
Sin embargo, a 15 años de su edificación
los sismos de 1985 afectaron severamente los edificios y dejaron al descubierto
la falla sobre la que fueron construidos. Elda Bielma Vega, habitante del
edificio 6 B, señaló que han realizado diversos trámites
ante autoridades y el sindicato para conseguir apoyo y evitar que continúen
en riesgo sus familias, pero hasta el momento no han obtenido respuesta.
Explicó que en un principio recurrieron al sindicato,
pero éste los canalizó a la Constructora Arme, que edificó
las viviendas y jamás respondió por los daños. En
1990 regresaron y acudieron directamente a Ferrocarriles Nacionales, donde
el coordinador de Bienes Inmuebles, Mario Aguilar Grajales, les notificó
que "no era problema de la empresa porque el terreno era derecho de vía
y fue cedido al sindicato".
Así, nuevamente regresaron al STFRM, dirigido entonces
por Lorenzo Duarte García, pero fue en vano porque la edificación
ya era propiedad privada y el sindicato no tenía nada que ver. Sin
embargo, las familias señalaron que además de los 154 mil
pesos que pagaron por cada departamento, también adquirieron un
seguro de daños con el Banco Azteca, que más tarde se convirtió
en Banca Serfin, del que hasta la fecha no saben dónde quedó.
Desde
entonces empezó el peregrinar de los habitantes del Campamento Ferrocarrilero,
quienes aún reclaman a la agrupación gremial por los daños
en sus viviendas, pues a pesar de que ya no existe Ferrocarriles Nacional,
está un representante sindical -Víctor Flores Morales-, a
quien siguen aportando uno por ciento de su último salario, como
cuota sindical, los pensionados y jubilados.
Rosa María Rubio Marmolejo, quien vive en el edificio
número 10, el más afectado, señaló que de acuerdo
con los dictámenes que ha realizado la Dirección de Obras
del gobierno de la ciudad, el inmueble presentaba en abril de 2003 una
inclinación de 16.1 centímetros, lo cual rebasa el liíite
de riesgo.
En el interior de la vivienda, comenta Rubio Marmolejo,
se perciben las fracturas en los muros, descuadres en los marcos de puertas
y ventanas por la presión que hace la estructura a consecuencia
de la inclinación, lo cual, dijo, está verificado por la
Dirección de Protección Civil del gobierno de la ciudad.
Ante esta situación, Carlos Arturo Durán,
vecino del edificio 6B, comentó que solicitaron el apoyo del gobierno
de la ciudad para poder hacer un estudio de mecánica de suelo, y
así nosotros organizarnos para mejorar las condiciones de los edificios,
pues está en riesgo la familia, pero nadie quiere escucharnos.
Los habitantes de la unidad Pantaco han solicitado que
dentro del Programa de Rehabilitación de Unidades Habitacionales
de la Procuraduría Social se les incluya, pero su solicitud ha sido
rechazada, a pesar de ser prioridad. Fueron canalizados al Instituto de
Vivienda, donde llevan ya más de cuatro meses en espera de una cita
para ser atendidos.
Por la unidad "han pasado diputados de todos los partidos,
jefes delegacionales, la última, Laura Velázquez, quien se
declaró incompetente. Todos conocen nuestro problema, pero nadie
intenta siquiera ayudarnos a resolverlos".
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