Padece desnutrición 80% de niños tarahumaras, afirma médico

Se priva a indígenas de derechos elementales, como el de la salud

Tuberculosis, entre las causas más frecuentes de mortalidad infantil, subrayan especialistas

ANGELES CRUZ MARTINEZ ENVIADA

Cancun, QR, 18 de agosto. Los programas oficiales para apoyar a la población indígena son insuficientes. Ese sector sigue siendo ignorado y privado de sus derechos civiles más elementales, como el de la salud. Por eso, afirmó el doctor Carlos Nesbit Falomir, quien durante más de 20 años ha trabajado en la sierra tarahumara de Chihuahua, en esta zona 80 por ciento de los niños están desnutridos y la clínica más cercana a su domicilio está a seis horas a pie.

Especialistas de México y Australia coincidieron en señalar que los verdaderos "dueños del mundo" siguen sin ser tomados en cuenta, con el argumento erróneo de que los grupos étnicos carecen de la capacidad para pensar y "hacer cosas por ellos mismos".

En la conferencia sobre salud infantil de los pueblos indígenas del mundo, efectuada dentro del 24 Congreso Internacional de Pediatría, Arturo Loredo, jefe de la clínica del Niño Maltratado del Instituto Nacional de Pediatría (INP), comentó que de los 13 millones de indígenas que existen en México, 3 millones son niños. Dijo que la mitad de las muertes de menores de cinco años se deben a la desnutrición severa y la tuberculosis.

Nesbit resaltó que las estadísticas oficiales no incluyen a los niños menores de cinco años, ni a quienes dejaron de hablar su lengua materna, por lo que en realidad la cifra se eleva a alrededor de 30 millones de individuos de origen indígena en el país.

Al abundar sobre su experiencia en Chihuahua, denunció que el menosprecio hacia los indígenas proviene del gobierno, de la sociedad en general e incluso de la comunidad médica. De ahí que todavía en la actualidad en la sierra tarahumara se observan situaciones como la desnutrición, bajos niveles de escolaridad y pobreza extrema, en lo que constituye un problema lacerante y agudo.

En un estudio reciente efectuado por Nesbit en la clínica Santa Teresita de Creel, Chihuahua, en el que se observaron 841 niños indígenas, se detectó que 80 por ciento de los menores padecía insuficiencia nutricional. Del total, 10 por ciento murió y la mayoría llegó a la unidad clínica en condiciones precarias, luego de seis u ocho horas de camino a pie. Un aspecto más grave todavía, es que al ser cuestionados sobre la razón de su llegada a la clínica, sólo 11 por ciento de los padres de los niños refirieron la desnutrición, cuando 80 por ciento la padecía. Ese es el grado de desinformación que prevalece en dicha comunidad, subrayó el médico.

En contraste, Ernie Bridge, miembro del parlamento de Australia, dio cuenta del trabajo que una agrupación civil no gubernamental realiza entre la población aborigen para mejorar sus condiciones de vida. Son personas, afirmó que "piden ayuda a gritos". Existe la tecnología, la ciencia médica, pero sus beneficios aún no llegan a los indígenas.

En Australia se formaron grupos en los que las comunidades aborígenes son escuchadas y orientadas sobre la forma como pueden resolver sus problemas, en particular se han enfocado a prevenir y controlar la diabetes y la obesidad. Mediante pláticas y talleres se busca impulsar la transición hacia un nuevo estilo de vida de los indígenas y se les practican algunas pruebas de laboratorio, de tal suerte que cuando tienen acceso a la consulta médica, "el camino para conservar o mejorar su salud ya está iniciado".

Esa es la diferencia entre hacer algo o seguir ignorándolos, apuntó, al tiempo que señaló la necesidad de que los gobiernos y la misma sociedad asuman sus responsabilidades frente al rezago en que se encuentran los descendientes de los primeros individuos del mundo.