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México D.F. Martes 17 de agosto de 2004

Espía e intimida la FBI a activistas políticos

Denuncian que se recurre a prácticas antiterroristas para coartar la libre expresión

JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES

Nueva York y Washington, 16 de agosto. La Agencia Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) espía e interroga a activistas que prevé participarán en las protestas contra la Convención Nacional Republicana en Nueva York, a fines de mes. Esto desató denuncias de que el gobierno utiliza la justificación de la lucha antiterrorista para intimidar y sofocar la libertad de expresión y la disidencia política en el país.

"La FBI toca puertas de alborotadores políticos", indica la cabeza de primera plana del diario New York Times, el cual señala que la oficina del Departamento de Justicia que preparó el memorándum para enmarcar la justificación legal al empleo de torturas contra detenidos en Irak también sustentó como constitucional el monitoreo de la FBI sobre las protestas políticas.

El documento oficial obtenido por el Times y agrupaciones de defensa de derechos civiles establece que la posibilidad de intimidación e impacto sobre la libertad de expresión es mínimo comparado con el "interés público de mantener la seguridad y el orden durante las grandes manifestaciones".

Desde hace más de un mes agentes de la FBI en varios estados se han presentado en casas de activistas solicitando información sobre posibles acciones para interrumpir los cuatro días de la Convención Nacional del Partido Republicano en Nueva York.

Solicitaron además a las oficinas regionales de la agencia redoblar esfuerzos para recaudar todo lo posible de sus "informantes" sobre posibles protestas con riesgo de violencia.

De acuerdo con el Times, agentes antiterroristas de la FBI y otros grupos policiacos federales y locales han tratado de entrevistar a decenas de personas en por lo menos seis estados. Entre ellos están quienes han participado en protestas -se extienden indagatorias sobre familiares y amigos- y en presuntos actos de violencia durante las convenciones de partidos nacionales.

"No estamos haciendo redadas contra sospechosos. Tenemos razones para hablar con la gente sobre actos criminales", declaró a La Jornada Joe Parris, vocero de la oficina nacional de la FBI en Washington. "Platicamos con gente que podría tener información sobre planes, vía actos criminales, para irrumpir en los encuentros políticos nacionales: las convenciones Demócrata, Republicana, los debates (presidenciales) y las elecciones." Insistió en que "fueron entrevistas; fuimos, tocamos puertas y hablamos con la gente. Los entrevistados tenían la libertad de hablar o no con nosotros."

No obstante, defensores de los derechos civiles, abogados y algunos de los entrevistadores se quejaron de que es una táctica de intimidación, la cual busca preocupar a personas que estaban considerando participar en diversas manifestaciones y actos de protesta, pues se espera que cientos de miles se movilicen en Nueva York durante la convención republicana.

La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), la organización nacional de defensa de derechos civiles más importante del país, denunció hoy la operación.

"La intimidación y los interrogatorios a manifestantes pacíficos por el FBI recuerdan los ecos de espanto de los días de J. Edgar Hoover", declaró el director ejecutivo de la ACLU, Anthony D. Romero.

"Recursos y fondos establecidos para luchar contra el terrorismo no deberían ser mal empleados en contra de estadunidenses inocentes que no han hecho nada más que participar en la protesta y disidencia legal."

Asimismo, la ACLU denunció que agentes que se identifican como parte de la Fuerza de Trabajo Conjunta sobre Terrorismo de la FBI han visitado los hogares de varios activistas, así como las de sus amigos y familiares en varios estados.

En ese contexto, tres jóvenes en Missouri fueron visitados por agentes de la oficina federal y después recibieron una orden judicial de comparecer ante un gran jurado para ser interrogados sobre si contaban con información de posibles actos de "comportamiento de desorden criminal" en las convenciones nacionales.

En Colorado, una joven voluntaria del Comité de Servicio de Amigos, organización cuáquera comprometida con la no violencia, fue interrogada en su hogar por cuatro agentes de la FBI, quienes le preguntaron si estaba contemplando participar en actos criminales en las convenciones nacionales y si conocía otros que sí.

Los funcionarios le advirtieron que es un delito ayudar o conocer a alguien que está considerando perpetar actos criminales y no informalo.

El ACLU informó que la oficina federal y policías locales continúan espiando y, según algunas versiones, infiltrando grupos de protesta, con la justificación de la lucha contra el terrorismo.

Estas "visitas", acusó Mark Silverstein, director legal del ACLU en Colorado, están "diseñadas para intimidar a estos jóvenes, con la intención de que no ejerzan su derecho constitucional de impugnar políticas oficiales y asociarse con otros que desean protestar contra las políticas del gobierno".

Según versiones en los medios publicadas hoy, entre ellas el reportaje del New York Times, agentes federales y policías locales también monitorean sitios de Internet y reuniones de activistas.

En Nueva York, reportó Newsday, se realizan visitas no anunciadas e infiltración de grupos de protesta.

De acuerdo con fuentes de seguridad pública, se está vigilando a grupos sospechosos, entre ellos los que se identifican como "anarquistas" y otros que podrían estar considerando acciones de desobediencia civil.

Esa información agrega que la unidad de inteligencia del Departamento de Policía de Nueva York monitorea sitios de Internet administrados por "anarquistas" y se ha intentado infiltrar grupos de activistas con agentes disfrazados. El Departamento de Policía de Nueva York no respondió a una solicitud de La Jornada para hablar acerca de esas versiones.

La oficina de la FBI en Nueva York indicó a estos reporteros que no entrevistan a sospechosos en esta ciudad y sólo están hablando con sus informantes. Sin embargo, algunos activistas en Nueva York han reportado "visitas" de miembros de la agencia en busca de información.

Bill Dobbs, vocero de United for Peace and Justice, la coalición que está organizando la mayor marcha de protesta contra la convención nacional republicana, en la cual se anticipa la participación de cientos de miles de personas el 29 de agosto, comentó hot a La Jornada: "suponemos que estamos bajo vigilancia de la FBI".

Agregó que la noticia revelada este lunes sobre las operaciones de espionaje y entrevistas de activistas por las agencias federales y locales "genera un clima de temor". También es "alarmante, aunque no inesperado, dada la historia de vigilancia política en este país".

"El interrogatorio político sin sospecha de actividad criminal nos regresa a los malos viejos días de la era de McCarthy", acusó Donna Lieberman, directora de la Unión de Libertades Civiles de Nueva York. "La FBI no tiene el derecho de intimidar a la gente por criticar al gobierno", dijo en entrevista citada por Newsday.

 

 

 

 

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