Aseguran que el propósito es aislar a los connacionales

Acusan al gobierno de George Bush de bloquear señales de radio y tv mexicanas

JORGE CORNEJO Y RUBEN VILLALPANDO CORRESPONSALES

El destacamento de la Patrulla Fronteriza en San Diego, California, aseguró que no ha documentado "incidentes graves" en enfrentamientos contra indocumentados desde hace dos años, cuando empezó a utilizar balas de hule con gas pimienta en lugar de municiones hechas con plomo, proyectiles aprobados en un convenio que la cancillería mexicana alcanzó con autoridades estadunidenses, el cual entró en vigor la semana pasada.

En tanto, el director de la Comisión de Asuntos Fronterizos del Instituto de los Mexicanos en el Exterior (IME), Enrique Morones, acusó a la administración que encabeza el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, de pretender evitar que las estaciones de radio y televisión instaladas en la frontera con el vecino país emitan sus señales allende el territorio mexicano.

"La intención del gobierno de Bush es incomunicar a los mexicanos que viven en Estados Unidos para hacerlos presa fácil de sus políticas discriminatorias", señaló Morones en entrevista.

Según el activista del IME, "Bush tiene una estrategia muy clara para limitar el crecimiento de los mexicanos en Estados Unidos, y ésta es incomunicarlos, impedir que las señales de los medios electrónicos mexicanos que operan en la frontera lleguen más allá de lo que conviene a los intereses de Washington".

Añadió que al integrar a Michael K. Powell (hijo de Colin, el secretario de Estado) a la Comisión Federal de Comunicaciones estadunidense, se intenta aplicar "una política complementaria a la de la Border Patrol en el sector de las telecomunicaciones".

Por otro lado, jornaleros que laboran en campos agrícolas de San Elizario, comunidad ubicada en el área de El Paso, Texas, hallaron en un canal de irrigación el cuerpo de un indocumentado, presuntamente de origen mexicano. El connacional habría fallecido ahogado, al ingresar de manera ilegal a Estados Unidos. Con este caso se eleva a 10 el número de personas que mueren de manera similar en la zona en el último mes, informaron autoridades policiacas texanas.

En tanto, la Patrulla Fronteriza dio a conocer que detuvo a 79 indocumentados la tarde del domingo en una carretera cercana a Fort Worth, Texas, cuando efectivos de la corporación detectaron un camión de carga en el que viajaban hacinados los migrantes. La Border Patrol arrestó como presunto traficante de humanos al conductor de la unidad, el estadunidense Roger Alvin Auxter, de 52 años de edad.

Por otra parte, fuentes diplomáticas mexicanas con sede en Arizona informaron que el pasado fin de semana fueron hallados en diferentes puntos de la entidad estadunidense los restos, en avanzado estado de descomposición, de dos indocumentados.

A su vez, el vocero de la Patrulla Fronteriza en Tucson manifestó que cinco indocumentados murieron en el desierto, mientras las autoridades buscan en el área a otro que permanece desaparecido.

Según el vocero de ésta, Andy Adame, los cuerpos -tres hombres y dos mujeres- fueron localizados en diferentes lugares al sur de la comunidad de Gila Bend.

Las víctimas formaban parte de un grupo de 10 inmigrantes que se quedaron sin agua luego de cruzar la frontera por uno de los puntos más áridos del desierto.

Cuatro integrantes del grupo fueron hallados con vida, tres de los cuales fueron enviados a un hospital en Phoenix para que fueran atendidos, debido a que presentaban deshidratación.

El cuarto indocumentado localizado fue detenido por la Border Patrol en el lugar, para someterlo a un interrogatorio y posiblemente deportarlo, precisó Adame. El vocero explicó que los inmigrantes ingresaron por una de las rutas del desierto particularmente difíciles. "Es una área muy aislada", indicó. Las autoridades estiman que éstos cruzaron la frontera alrededor de las 2 horas del domingo, pero se quedaron sin agua antes del mediodía.