Quiere reanudar culto

Toma la Iglesia ex convento de Ixmiquilpan

A pesar de que la Ley Federal de Monumentos y Zonas Arqueológicos e Históricos establece que un bien público no puede cambiar de uso sin la autorización de la Secretaría de la Función Pública, desde hace más de dos años el ex convento de Ixmiquilpan, Hidalgo, se encuentra tomado por la comunidad, y la parroquia local ya prepara su reapertura para oficiar actividades religiosas, denunció Víctor Cerecedo Pérez, secretario regional del sindicato de Trabajadores del INAH.

El 12 de mayo de 2002, según la Comisión Regional para la Preservación del Patrimonio Cultural del valle del Mezquital, un grupo de mayordomos se apoderó por la fuerza de las instalaciones del ex convento que hasta entonces funcionaba como museo y que desde 1970 era administrado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia.

Desde entonces se han efectuado al menos 15 reuniones con los ocupantes y representantes del INAH. El vocero de ese instituto de cultura, Rubén Regnier, indicó a La Jornada que las discusiones se han detenido ya que la comunidad desea que sólo se realicen actividades religiosas.

Sin embargo, sostuvo, de ninguna manera el INAH aceptará esto, pues contravendría a la Ley Federal de Monumentos Arqueológicos, por lo que el instituto propone que se realice un plan integral de remodelación en el que se incluya tanto a la comunidad como al gobierno de Hidalgo, y no se descarta la posibilidad de que la Iglesia participe.

Según diversas denuncias la "invasión" del inmueble, que data del siglo XVI, fue encabezada por el mayordomo de la parroquia de San Miguel Arcángel, Jorge Trejo, y por el presidente municipal de barrio de ese mismo nombre, Heriberto Lugo.

La Iglesia controlaba una parte del ex convento, por lo que ahora tiene en su poder la totalidad del mismo y, según refiere Víctor Cerecedo Pérez, autoridades parroquiales han expresado su deseo de oficializar su control.

Ya desde el año pasado las organizaciones de defensa del patrimonio histórico habían denunciado que, a pesar de que las puertas del ex convento estaban cerradas, adentro se impartía la enseñanza eclesiástica.

JORGE RICARDO