Es un engaño a la opinión pública, afirma presidente de la comisión del ramo

Critica legislador afirmación de la SRA de que en 2006 concluirá el reparto agrario

El presidente de la Comisión de Reforma Agraria, Manuel García Corpus, rechazó el anuncio del secretario del ramo, Florencio Salazar, de que al concluir el actual sexenio quedarán resueltos los conflictos relativos al reparto de la tierra, y calificó la aseveración de "engaño a la opinión pública".

El secretario Salazar aseguró que la dependencia a su cargo cumplirá con sus tareas en 2006, razón por la cual la Secretaría de la Reforma Agraria desaparecerá para convertirse en una oficina coadyuvante en la atención de los problemas de los campesinos.

La seguridad con la que Salazar anunció el término del reparto de la tierra propició una dura respuesta del diputado García Corpus, quien consideró que "los focos rojos en el campo no pueden atenerse a los tiempos de las dependencias de gobierno".

El legislador negó que el poder legislativo sea responsable de la complicada y difícil situación que vive los mexicanos en el sector rural. También dio a conocer que en el próximo periodo ordinario de sesiones de la Cámara de Diputados se presentará la iniciativa de reforma la ley agraria con objeto de "generar el primer piso de seguridad jurídica a la tenencia de la tierra".

Advierte organización sobre el retorno de prácticas corporativas en el campo

Si hubiera una crisis económica, política y social en México "estaríamos en franca efervescencia; los ciudadanos habrían perdido todos sus derechos, sus ahorros, habría devaluaciones y no habría libertad de prensa", expresó Salazar Adame, al discrepar de García Corpus, quien pidió al gobierno federal y los partidos políticos reconocer que el país "está sumido en una crisis social, económica y política".

Al intervenir en la última sesión del ciclo de mesas redondas El México agrario del siglo XXI, Salazar Adame agregó que actualmente "no hay devaluaciones abruptas, pérdidas de ahorros, inestabilidad económica, ni otros elementos que existieron en los gobiernos de Luis Echeverría, José López Portillo, Miguel de la Madrid y Ernesto Zedillo".

Antes, durante la sesión en la que se abordó el tema de la organización campesina y las nuevas formas de asociación en el campo, Olegario Carrillo, de la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas, habló del riesgo de que se vuelva a fomentar una política corporativa entre el campesinado, luego de la reciente integración de la organización Unimoss.

Asentó las nuevas organizaciones campesinas requieren autonomía del Estado, los partidos políticos y los gobiernos estatales y regionales, en lo concerniente a la pluralidad ideológica, ética, religiosa y cultural. Subrayó que un elemento indispensable es recuperar el espíritu cooperativista, de solidaridad y de apoyo.

Opinión similar sostuvo el investigador de la Universidad Autónoma de Chapingo Ignacio Caamal Cauich, ya que 72 por ciento de los campesinos, propietarios de 22 por ciento de la superficie agrícola, tienen bajos niveles tecnológicos y de capitalización; para poder ser eficientes y competitivos deben agruparse y organizarse para constituir empresas grandes y viables. Ellos aportan 21 por ciento del valor de la producción agrícola y poseen 20 por ciento del valor de los medios de producción. "Estos productores avanzan hacia la pérdida de su tierra y medios de producción", dijo.

Un 26 por ciento de los campesinos -que se caracterizan por tener en promedio 15 hectáreas- aportan 46 por ciento de la producción agrícola y aunque tienen relativa estabilidad, buscan mejorar su rentabilidad y tienen gran peso en la producción agrícola, requieren el respaldo para constituir empresas para aprovechar ampliamente las innovaciones tecnológicas y las economías de escala, pero antes tienen que unirse para concentrar la tierra.

Agregó que sólo 1.8 por ciento de los productores agrícolas, que tienen 21 por ciento de la superficie agrícola y poseen 44.8 por ciento del valor de los medios de producción, aportan 33 por ciento de la producción agrícola. Tienen estabilidad, son rentables y eficientes, funcionan como verdaderas empresas y aprovechan ampliamente las innovaciones tecnológicas y las economías de escala.

Por eso propuso una política diferenciada para cada uno, pero también hay que tomar en cuenta que el ingreso per cápita de los productores mexicanos es de 869 dólares anuales, mientras los estadunidenses obtienen 20 mil dólares anuales.

ENRIQUE MENDEZ, ROBERTO GARDUÑO Y MATILDE PEREZ U.