Frenar violaciones al uso del suelo, el objetivo: vecinos

Formarán un movimiento ciudadano en la Benito Juárez

JOSEFINA QUINTERO MORALES

Vecinos de la colonia Alamos buscan conformar un movimiento ciudadano para combatir las irregularidades en usos de suelo que han proliferado en la zona. Los residentes tomaron la decisión después de una reunión con el jefe delegacional de Benito Juárez, Fadlala Akabani. Explicaron que no existe un compromiso real del funcionario para resolver el problema.

Indicaron que Akabani responsabilizó a la Asamblea Legislativa y al Gobierno del Distrito Federal de autorizar los proyectos inmobiliarios que se edifican en la colonia y evadió su responsabilidad en el problema. De acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi), la única autoridad facultada para autorizar las licencias de construcción es la Dirección de Obras de la demarcación.

El problema no es exclusivo de la colonia Alamos, pues han surgido diversas protestas por violaciones al uso de suelo en otras colonias de la delegación, como Acacias, Narvarte, Del Valle, San José Insurgentes, Moderna y Postal, situación que piensan aprovechar los vecinos para unir fuerzas y demandar a las autoridades parar las construcciones.

Advirtieron que esta vez ya no recurrirán a los oficios, porque desde el pasado 27 de mayo informaron al jefe delegacional de la situación en la colonia Alamos y jamás tuvieron respuesta. El documento fue firmado por el coordinador vecinal Marco Antonio Martínez Lugo. En él explican el daño que han ocasionado las construcciones. La atención de Fadlala, aseguraron los vecinos, fue a raíz de las denuncias públicas que hicieron sobre la proliferación de construcciones; por ello aceptó la reunión vecinal del pasado domingo. El encuentro no tuvo mucho éxito y ahora los residentes se preparan para recurrir a la Asamblea Legislativa, e inclusive a movilizaciones y el bloqueo de avenidas.

Los inconformes señalaron que las construcciones han afectado muchas casas; algunas paredes presentan cuarteaduras, y en otros casos las demoliciones han dañado la estructura de sus hogares, "porque son casas viejas y la colonia Alamos fue duramente castigada en los sismos de 1985". Los vecinos manifiestan su preocupación ante el aumento de edificios de siete pisos, lo que implica, además, escasez de agua potable, entre otros servicios, porque la mayor densidad de población reduce la calidad de vida.