Identifican a otro activista islámico que se inmoló el sábado en un suburbio madrileño

Seguridad extrema en aeropuertos y transporte público de España

La policía busca a tres individuos de origen árabe sospechosos de participar en el 11-M

En Francia detienen a 13 presuntos miembros del Grupo Islamita de Combatientes Marroquíes

DPA, AFP Y REUTERS

Madrid, 5 de abril. El gobierno español reforzó las medidas de seguridad en los aeropuertos y el sistema de transporte público, como parte del nivel de alerta activado tras los atentados del 11 de marzo y el hallazgo de bombas en los últimos días, al tiempo que fue identificado el cuerpo de otro activista islámico que se inmoló el sábado en el suburbio madrileño de Leganés, y fue detenido un sospechoso más vinculado con los ataques del mes pasado.

Las medidas de seguridad incrementadas en las últimas 72 horas comprenden también la intensificación del control del espacio aéreo, a cargo de la fuerza aérea, que coordina sus actividades desde la base militar de Torrejón de Ardoz, cercana a Madrid, cuyo alcalde, Alberto Ruiz Gallardón, anunció que por primera vez la policía municipal participará en la vigilancia de las líneas del metro y su periferia.

Además, en el aeropuerto de Barajas, la Guardia Civil, la policía y el ejército se movilizaron para vigilar las pistas y a los pasajeros, que serán sometidos a un registro más estricto, al igual que los equipajes.

Las autoridades, en tanto, identificaron a cuatro de los cinco presuntos responsables de los atentados del 11 de marzo que el sábado se atrincheraron y se inmolaron en una vivienda de Leganés después de verse acorralados por las fuerzas de seguridad.

Tras haber sido identificados tres de los cuerpos el domingo, este día el ministro del Interior, Angel Acebes, indicó que un cuarto es Jamal Ahmodan, conocido como El chino, del que se sospecha fue el jefe del comando que perpetró los ataques.

Así, los cuerpos ya identificados son el del tunecino Serhane Ben Abdelmajid Farlhe, considerado el cerebro y jefe del operativo, y los de los marroquíes Adbennabi Kounjaa, Abdallah, y Asri Rifat Anouar.

La identidad de un quinto cadáver se dará a conocer probablemente el martes, además de que la policía descubrió lo que podría ser el cuerpo de un sexto activista, al hallar restos entre los escombros de una vivienda.

La policía también busca a otros tres individuos de origen árabe por su implicación en los atentados del 11 de marzo: Amer El Ariz, Sanel Sjekirica y Rabei Usman Ahmed. Este día, fuentes de la lucha antiterrorista informaron que el viernes fue detenido un marroquí en el enclave español de Ceuta, al norte de Marruecos.

En Francia, en tanto, los servicios secretos detuvieron a 15 personas en los alrededores de París en una amplia redada en busca de presuntos terroristas islámicos, 13 de los cuales fueron puestos en prisión preventiva por supuesta pertenencia al Grupo Islamita de Combatientes Marroquíes (GICM), el mismo que se cree que realizó los atentados en Madrid, mientras los otros dos fueron liberados.

Sin embargo, la Fiscalía de la República y el Ministerio del Interior señalaron que las investigaciones que condujeron a la detención de este grupo, integrado por nueve hombres y seis mujeres, no están vinculadas con los recientes ataques en España.

Los nombres de estos 13 detenidos aparecen en los procedimientos judiciales de los atentados de mayo de 2003 en Casablanca, ocasión en la cual también se atacaron intereses españoles en el país norafricano; sobre tres de los detenidos pesaba una orden internacional de captura.

En Alemania, la justicia suspendió por tiempo indefinido la posible liberación del marroquí Munir el Motassadeq, a quien le fue anulada una pena de 15 años de cárcel por no encontrar suficientes elementos sobre su presunta colaboración en los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, anunció una vocera de la audiencia territorial de Hamburgo.

En este país, donde según los servicios de inteligencia hay unos 270 islamitas dispuestos a cometer atentados, la televisión pública ARD informó que el pasado 27 de marzo se detuvo a un hombre de 35 años que intentaba entrar a una discoteca de Francfort con un arma y dos tubos metálicos que contenían una carga explosiva, piezas de metal y clavos.

El detenido, cuya identidad no se indicó, tenía en su domicilio una fotografía de Osama Bin Laden y una carta en la que contaba que se convirtió al Islam.