México D.F. Miércoles 3 de marzo de 2004
De Edward Albee, la dirige Víctor Weinstock
La obra del bebé, profunda crítica
a la sociedad de EU
ARTURO CRUZ BARCENAS
La obra del bebé, del dramaturgo Edward
Albee, estrenada el lunes en el Polyforum Cultural Siqueiros, plantea una
profunda crítica a la sociedad estadunidense mediante el género
del absurdo. Está dirigida por Víctor Weinstock y protagonizada
por Montserrat Ontiveros, José Sefami, Verónica Segura y
Andrés Zuno.
No
es una propuesta escénica de fácil lectura. Requiere concentración,
pero la recompensa es la risa al captar un humor agudo y sutil. En los
ensayos, Weinstock, discípulo y traductor de Albee (La historia
del zoológico, Marina), afinó, sobre todo, el
tono de la puesta, su ritmo.
La producción está a cargo de Ocesa Entretenimiento
y 69 Teatro. La obra ha tenido éxito en Nueva York, Chicago y Londres,
entre otras ciudades.
La trama se centra en la historia de una pareja joven,
intensamente enamorada. Tiene un bebé y, se supone, todo es felicidad.
Luego, una pareja de adultos irrumpe en ese edén y critica la existencia
del vástago. En este juego sarcástico y asombroso de Albee,
todas la reglas se quiebran cuando la inocencia se topa con la experiencia.
Los acontecimientos llevan a preguntarse sobre el sentido
que ambas parejas tienen de la realidad y de la ficción, de la alegría
y el dolor. Hay matices de comedia de humor negro con reminiscencias del
absurdo.
Para Weinstock ésta es la mejor obra de Albee -quien
ha ganado tres Pulitzer- "y lo mejor que he hecho en mi vida. El bebé
representa el proceso creativo del autor. Aborda la inocencia de una sociedad
que por su misma ingenuidad se convierte en un peligro para el mundo. Es,
además de autobiográfica, cruel y autocrítica, de
sí mismo y de la sociedad estadunidense.
"He procurado mantener esa misma línea de simplicidad
de recursos y poner el énfasis en el texto, en la palabra y en el
trabajo, para mi gusto, magistral de los actores."
Sin madurez, el poder no sirve
Agregó que "una sociedad que no se atreve a mirarse
a sí misma se convierte en un peligro, sobre todo cuando tiene armas
de destrucción masiva y acusa al resto del mundo de tenerlas. Sin
madurez y sin reflexión, el poder no sirve para nada; es destructivo
y autodestructivo".
-Si pasa eso, ¿por qué mucha gente quiere
vivir como ellos?
-Es más fácil vivir así con los ojos
cerrados. Es muy cómodo ser inconsciente, irreflexivo; se cultiva
la vanidad, la frivolidad y el autoengaño. El sueño americano
es un ensueño, un engaño que anestesia la conciencia; permite
a las autoridades mantener control sobre la sociedad. El país supuestamente
más democrático es profundamente antidemocrático.
Exporta esta antidemocracia, su necesidad.
José Sefami: "Lo que busca la gente que se va a
trabajar a Estados Unidos es la comodidad y el dinero. Lo que aquí
se critica son las mentiras en torno a ese sueño, que se mantiene
como una verdad".
Weinstock añadió que el autor siempre ha
puesto el acento en el texto como una partitura musical a la que los actores
y el director van a seguir, para descubrir los secretos de la obra. "No
pongo ninguna idea fija. Sólo descubrimos el proceso y aclaramos
los temas. Es un tema del absurdo conceptual. Sería muy difícil
si jugamos a hacerla enigmática.
"Hemos descarnado el montaje para hacerlo transparente.
No es una obra antiyanqui en sí misma. No se hace el harakiri, pero
sí se refiere a la deformidad, al invento de la historia. Habla
de una sociedad plástica, muy cómoda."
Dijo que los trabajadores que van a EU lo hacen por necesidad.
"El sueño americano va más allá de su sociedad.
Es la búsqueda de una vida rosa."
La obra del bebé, los lunes a las 20:30
horas, en el Polyforum.
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