POESIA PARA LLEVAR

Ricardo Yáñez

Resonancia

EN GUANAJUATO SAUL Kaminer indica que ''palabra" puede en hebreo leerse como ''quién ahí", con lo cual se evidencia que toda palabra es una pregunta por un espíritu, el que la habita. Esto nace a partir de que Luis Cortés Bargalló ha disertado sobre qué hay detrás de las palabras; siempre hay un más allá en cada una, podemos (o no pudimos) traducirlo. No intervine yo, mas recordaba que para saber qué es una mano, decía Rafael Vargas en algún poema, habrá no sólo que voltear hacia la mano, moverla, sino ir al diccionario -lo que parecería una visión contraria y entiendo sólo complementaria es.

QUE LA POESIA está en las palabras, detrás o al fondo de cada una, tiene su no sé qué de verdad evidente, pero no menos cierto se ve que la poesía procura las palabras, la voz, la escritura, el aliento, para ser dicha, que la poesía busca una fisicidad que siendo menos sea acaso más (por ilustrar pongamos el conocido ''trino amarillo del canario" de Lorca, que nos deja el sonido y el color del pajarito desde cuándo, si fue, ya ido).

DETRAS DE LAS palabras está lo que ha movido las palabras, y no parece haber suceso o movimiento que no -por lejos quede- desemboque alguna final vez en las palabras. De eso se ocupan los poetas, no nada más, pero en su destino tal marcada marca.

ƑA QUE PALABRAS llegarán estos hechos, a qué palabras que en verdad los digan? ƑA qué acción o acciones han de ir las palabras que hoy emito? Esa pregunta, de respuesta por lo general sólo -oscura, penumbrosa, nítida o luminosamente- intuida, esa doble pregunta, servirá o servir debe al hacer y quehacer (no hay división posible) del poeta, que, dijérase, en el hacer se da y en el quehacer se entrega.

DETRAS DE TODA palabra, recuerdo aquí de pronto que en efecto intervine, está la voz a ti debida, nunca, esto lo agrego ahora, mía si no de ti.

SI TODO LIBRO es de arena y toda flauta mágica, sentir en estas mismas páginas hace tiempo anotado, no es de dudar que toda voz sea deuda, deber, para con las otras voces. Los poetas mejores o mayores no serían pues sino los que se callan para escuchar las voces de los otros, de lo otro, en la suya -de ese modo ya propia.

MAS ESE SILENCIO es, más bien que silencio, la emisión de un apoyo, de -más o menos- un cheque en blanco. Asilencio mi ser para que seas, podría expresarse. Vi alguna vez en la televisión una entrevista con un percusionista de una sinfónica, percusionista aficionado a la dirección. ''Como los percusionistas tenemos tiempo -creo afirmó-, yo lo aprovechaba en seguir la partitura. Todo estaba bien en aquel ensayo, muy bien, y de pronto todo cambió, todo estuvo asombroso, perfecto (cómo recordar sus palabras, recuerdo el sentido), y era que Furtwängler había llegado a la sala y se había recargado en la puerta de entrada. Eso era todo." Era, podría haber dicho, que su silencio hacía nuestra voz.

PERO PARA QUE eso ocurra, me temo, hay que saber decir, colmado, el silencio de los demás. Y así, quizá, todo lo demás haga silencio -o resonancia.