La obra de Koltés, que dirige Schoemann, se estrenará el jueves 11 en El Granero

El regreso al desierto invoca la mezquindad para hacer reír y conmover al mismo tiempo

CARLOS PAUL

Una comedia hiriente sobre la mezquindad humana, el racismo, la inmigración, las buenas costumbres y la hipocresía familiar es como definen Boris Schoemann y Carlos Bonfil El regreso al desierto, obra de Bernard-Marie Koltés, considerado el mejor dramaturgo francés de los años 80 del pasado siglo.

''El regreso al desierto es la primera obra en la que he querido que predomine lo cómico. La provincia francesa, las historias de familia, de herencias, de hijos ilegítimos, de dinero; todos son temas magníficos para hacer reír.

''La presencia lejana, difusa, deformada, de la guerra de Argelia, ya lo es mucho menos. Quise mezclar las dos cosas, hacer reír y, al mismo tiempo, inquietar un poco", expresó Koltés en 1988 sobre su texto.

La mezquindad pequeñoburguesa y el racismo son esenciales en esta obra, destaca Schoemann, pues es la única -de las siete que escribió Koltés- que no se había traducido al español ni escenificado en el país.

Matilde -interpretada por Julieta Egurrola- es una mujer que ha sido expulsada de Francia por una supuesta traición, quien regresa luego de 15 años de exilio en Argelia para vengarse de su familia, de la sociedad que la obligó a abandonar su país, de su hermano Adrián (Luis Rábago), que la despojó de su honorabilidad y sus bienes.

Miserias morales de una sociedad hipócrita

Mediante esa disputa -explica Bonfil- ''a la vez titánica e intimista, Koltés satiriza las buenas conciencias del terruño, sus supersticiones religiosas y sus delirios de grandeza, sus pretensiones de abolengo, sus fobias y sus desdenes, que naturalmente incluyen un racismo teñido de sensiblería colonial".

Koltés ''se propone cumplir un propósito declarado por Chéjov, uno de sus autores favoritos: crear una comedia a partir de la materia más grosera imaginable, la mezquindad humana, y con ella hacer reír y conmover a un mismo tiempo".

El contexto en el que se desarrolla esa historia es la guerra de Argelia, ''algo que en Francia aún es tema tabú", explica Schoemann.

''Así como Estados Unidos tiene su Vietnam, Francia tiene su Argelia.

''Durante el movimiento de independencia de este último país, por ejemplo, personas racistas ponían bombas en cafés argelinos; hubo un terrorismo muy fuerte de los franceses en esos años. Hoy ese racismo pervive", señala el director escénico.

Koltés toma como contexto esos hechos para reflejar -mediante situaciones domésticas- las miserias morales de una sociedad hipócrita pequeñoburguesa.

En esta ''comedia hiriente" -dirigida por Schoemann- trabajan en conjunto la compañía Los Endebles y cinco actores invitados: Julieta Egurrola, Luis Rábago, Carmen Mastache, Enrique Arreola y el coreógrafo Duane Cochrane, quien actuará por primera vez en una obra de teatro.

Con escenografía e iluminación de Gabriel Pascal, vestuario de Pilar Boliver y musicalización de Jacobo Lieberman, El regreso al desierto se estrenará el jueves 11 a las 20 horas en el teatro El Granero, del Centro Cultural del Bosque (atrás del Auditorio Nacional).