México D.F. Miércoles 3 de marzo de 2004
Miles de fieles celebraban fiesta religiosa
en Quetta; saqueos e incendios tras el ataque
Atentado contra peregrinos chiítas en Pakistán;
al menos 45 muertos
Decretan toque de queda en la ciudad; el presidente
Musharraf condena a "terroristas"
DPA, REUTERS Y AFP
Quetta,
2 de marzo. Por lo menos 45 muertos y mil 250 heridos dejó un
ataque con explosivos y disparos contra una peregrinación en la
ciudad paquistaní de Quetta, durante la celebración del Achura,
la fiesta más importante de la comunidad musulmana chiíta.
Las circunstancias del ataque aún son confusas,
ya que en ese momento miles de fieles celebraban en el centro de Quetta,
capital de la región de Baluchistán, el martirio del imán
Hussein, nieto del profeta Mahoma, indicó Afp.
De repente se oyeron disparos y hubo una explosión
en el momento en que cientos de chiítas colmaban el centro de Quetta,
ciudad convertida desde hace meses en escenario de un sangriento conflicto
político y religioso entre chiítas y sunitas.
Reuters refirió que tres hombres dispararon contra
la procesión y luego, al verse rodeados por la multitud, trataron
de inmolarse haciendo estallar cargas adheridas a sus cuerpos. Dos de los
atacantes murieron y el tercero resultó herido.
Los disparos provocaron una estampida. Al ataque siguieron
graves disturbios callejeros en Quetta, en el sureste de Pakistán,
pues numerosos fieles chiítas saquearon e incendiaron unos cien
comercios y viviendas, indicó el alcalde de la ciudad, Mohammad
Rahim Kakar.
Horas después fue decretado un toque de queda en
la ciudad y soldados y fuerzas paramilitares se desplegaron para restablecer
el orden. El ministro de Información, jeque Rashid, indicó
que hubo varios arrestos.
Fuentes médicas indicaron que en el hospital militar
de Quetta hay 25 muertos y al menos 115 heridos, 20 de ellos en estado
grave, mientras que en el hospital civil fueron recibidos 19 cadáveres,
entre los cuales iban dos de los atacantes, y 41 lesionados, entre ellos
el otro cómplice.
Diversos testigos indicaron que se escucharon disparos
durante la procesión, lo que provocó pánico entre
la multitud, y casi al mismo tiempo se escuchó una explosión.
En medio de esta confusión, algunas de las víctimas fallecieron
en el fuego cruzado entre agresores y fuerzas de seguridad, pero otras
perdieron la vida durante la estampida.
Culpan a grupo sunita
Testigos dijeron que los fusiles de los atacantes tenían
inscrito el nombre del ilegal grupo sunita Lashkar-e-Jhangvi, que ha realizado
varios actos de violencia sectaria en el pasado.
Por la tarde, el presidente Pervez Musharraf condenó
el "atentado terrorista" y pidió a las autoridades que tomen todas
las medidas posibles para "detener a los culpables de este odioso acto".
También el secretario general de la Organización
de Naciones Unidas, Kofi Annan, condenó el ataque en Quetta.
El atentado de este martes ocurre en medio de medidas
de seguridad excepcionales en todo el país, sobre todo en los lugares
de culto chiítas, después del atentado suicida del sábado
en una mezquita de Rawalpindi, cerca de Islamabad, en el que únicamente
falleció el atacante.
Quetta se ha convertido desde hace meses en el escenario
de un sangriento conflicto político y religioso entre chiítas
y sunitas.
El ataque contra la procesión es el peor incidente
de violencia sectaria que ocurre en Pakistán desde julio pasado,
cuando murieron 57 personas en un atentado suicida contra una mezquita.
En otro incidente ocurrido en la localidad de Bahauddin,
en el centro del país, el líder de un grupo ilegal de militantes
chiítas murió y más de 30 de sus seguidores resultaron
heridos en un enfrentamiento con miembros de la mayoría sunita,
informó la policía.
En Afganistán, en tanto, las fuerzas estadunidenses
desplegaron más soldados en el sur y este del país, y aumentaron
sus patrullajes en zonas rurales para obtener información sobre
militantes de Al Qaeda y del movimiento talibán, dijo el ejército
de Estados Unidos.
En Irán hubo choques entre chiítas y sunitas,
aunque no se informó de víctimas mortales. Por su parte,
el gobierno iraní repudió los atentados ocurridos en Irak
y Pakistán, a los que calificó de "terroristas".
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