México D.F. Miércoles 3 de marzo de 2004
Enfurecidos iraquíes apedrean a militares
de EU por las acciones en Bagdad y Kerbala
Ataques simultáneos en Irak dejan más
de 182 muertos y 556 heridos
Estados Unidos culpa a la red Al Qaeda, pero los clérigos
chiítas responsabilizan a Washington
Muere un soldado estadunidense en atentado con bomba;
explosión en un oleoducto en Al Riad
AFP Y DPA
Bagdad,
2 de marzo. Unos 182 muertos y 556 heridos fue el saldo de una serie
de ataques simultáneos ocurridos hoy en Bagdad y Kerbala, realizados
con explosivos, obuses de mortero y por cinco atacantes suicidas, cuando
creyentes chiítas celebraban la fiesta de Ashura, en la jornada
más sangrienta en Irak desde la caída del régimen
de Saddam Hussein, el 9 abril de 2003.
Según el juez iraquí que investiga las explosiones
en Kerbala, Ahmed Al Hillali, 112 personas murieron en la ciudad santa,
que recibió a cerca de un millón de fieles para conmemorar
uno de los días más importantes en su calendario religioso,
el aniversario de la muerte de su tercer imán venerado, Hussein,
nieto del profeta Mahoma a manos de partidarios del califa sunita Yazid,
en el año 680.
En Bagdad, el ministro iraquí de Salud, Jodayir
Abbas, informó a Afp que al menos 70 personas mu-rieron durante
el ataque contra la mezquita chiíta que alberga el mausoleo del
imán Musa al Ka-zem, en el nordeste de la capital, y que había
321 heridos, y "el cómputo podría aumentar".
El consejo de gobierno transitorio iraquí, impuesto
por Estados Unidos, decretó tres días de luto nacional tras
los atentados que ocurrieron un día después que fue aprobada
una Constitución provisional, cuya firma, prevista para el miércoles,
fue aplazada.
En los lugares de las explosiones las calles quedaron
cubiertas de cadáveres, trozos de cuerpos y edificios en llamas.
Las personas salían huyendo presas del pánico.
Iraquíes furiosos apedrearon a soldados estadunidenses,
y éstos, en respuesta a la agresión, dispararon al aire en
señal de advertencia.
La conexión terrorista
El general estadunidense Mark Kimmitt, subdirector de
las operaciones militares en Irak, dijo que sospecha del jordano Abu Musab
al Zarqaui, supuestamente vinculado con Al Qaeda, como uno de los principales
responsables.
"Estos ataques son sofisticados y están muy bien
coordinados", consideró. Según Kimmitt, en los ataques de
Kerbala, que estaban coordinados, se utilizaron artefactos explosivos y
obuses de mortero, y participó un suicida.
El atentado contra la mezquita de Bagdad fue perpetrado,
según guardias de seguridad, por cuatro atacantes suicidas: "Uno
se inmoló a la entrada de la mezquita, otro en el patio interior
y los otros dos en la entrada lateral, con unos se-gundos de intervalo".
Según el portavoz del Ministerio del Interior iraní,
Yahanbajsh Janyani, entre 40 y 50 peregrinos llegados de Irán murieron
o resultaron heridos en Bagdad y Kerbala.
Un portavoz policial de Kerbala, Rahim Michaui, afirmó
que la po-licía detuvo a un "sospechoso de nacionalidad iraní".
Por su parte, el ejército polaco declaró
que las fuerzas del orden de Kerbala, zona bajo control de Polonia, detuvieron
a dos terroristas "en flagrante delito".
Los chiítas, tanto de Kerbala co-mo de Bagdad,
acusaron a los wa-habíes, una de las facciones más
fundamentalistas del Islam sunita, originaria de Arabia Saudita, de estar
detrás de los atentados.
Sin embargo, importantes clérigos musulmanes iraquíes
culparon a las fuerzas de ocupación en-cabezadas por Estados Unidos
de las explosiones contra los lugares sagrados chiítas.
"La presencia provocadora de las tropas de ocupación
en los lu-gares sagrados ha agravado la situación", declaró
el jeque Jawad al Farsi a la cadena Al Jazeera.
El jeque Mohammad Fidi, portavoz de la Asociación
de Clérigos Sunitas, también indicó a Al Jazeera que
"las fuerzas invasoras no cumplen con su compromiso de mantener la seguridad
del país".
En este sentido, el gran clérigo chiíta,
ayatola Alí al Sistani, criticó a Estados Unidos por fracasar
en sus intentos de asegurar las fronteras de Irak y así evitar el
ingreso de atacantes extranjeros.
"Responsabilizamos a las fuerzas de ocupación por
su evidente falta de decisión en controlar las fronteras de Irak
y prevenir las infiltraciones, y por no fortalecer a las fuerzas iraquíes
y proporcionarles el equipo necesario para hacer su trabajo", indicó
en una declaración, transcrita por la BBC en su edición digital.
El ejército estadunidense, me-diante un comunicado,
señaló que nada tenía que ver con los ataques suicidas.
"Quienes cometen estos atentados son cobardes y terroristas.
La primera división blindada puede confirmar que los acontecimientos
de esta mañana no resultan en absoluto de una operación militar
de (nuestras) fuerzas", agregó el comandante David Gercken, portavoz
del ejército estadunidense en el país invadido.
La Casa Blanca condenó en "los términos
más firmes" los atentados, y dijo que quienes están de-trás
no socavarán la democratización del país árabe.
El portavoz, Scott McClellan, los calificó de "ataques
brutales", y añadió que el objetivo de los mismos es "socavar
la democracia".
El primer ministro británico, Tony Blair, acusó
a los autores de los atentados de tratar de "impedir que Irak haga realidad
su propio destino" de convertirse en un Es-tado democrático y estable.
Condena de la ONU
El secretario general de la Organización de Naciones
Unidas (ONU), Kofi Annan, condenó "en los términos más
fuertes" los ataques con bomba cometidos en Irak, y "está particularmente
afectado por el hecho que ocurrieran en o cerca de los lugares santos musulmanes
el día sagrado de Achura", declaró hoy su portavoz, Fred
Eckhard.
Por su parte, el Consejo de Se-guridad de la ONU denunció
los "ataques terroristas horribles" cometidos en Irak, con "el único
objetivo de exacerbar las tensiones entre comunidades religiosas".
En El Cairo, la Liga Arabe y el gobierno egipcio también
condenaron los atentados.
Estos "actos bárbaros no han to-mado en cuenta
el carácter sagrado del Achura", subrayó el secretario general
de la Liga Arabe, Amr Moussa, mientras que el jefe de la diplomacia egipcia,
Ahmad Maher, sostuvo que se trata de "incidentes deplorables que deben
detenerse".
Asimismo, Francia, Alemania, Jordania y Rusia condenaron
por separado los atentados.
Mientras, un soldado estadunidense murió este martes
y otro resultó herido en la explosión de una bomba lanzada
desde un puente sobre su convoy en Bagdad, en un hecho aislado a los atentados
en la capital iraquí y en Kerbala, según un portavoz de las
fuerzas de ocupación.
Con esta muerte, asciende a 267 el número de militares
estadunidenes abatidos desde el primero de mayo de 2003, cuando el presidente
George W. Bush declaró el fin de los principales combates.
A su vez, hubo una explosión en un oleoducto en
Al Riad, localidad ubicada a 35 kilómetros de la norteña
ciudad de Kirkuk, donde se detectó un gran incendio en el que no
hubo que lamentar víctimas, informaron fuentes policiales la noche
de este martes.
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