Angeles González Gamio

šQué bonita ciudad!

Aunque les parezca increíble, hablo de la ciudad de México, tan conflictiva, contaminada, ruidosa, insegura, es a pesar de todo una ciudad con gran belleza, abolengo, verdor, gente cálida y generosa y con el mejor clima del mundo. ƑSe han fijado que desde hace varias semanas las jacarandas comenzaron a cubrirse de sus primorosas flores violáceas y las magnolias destellan con sus enormes y sensuales flores blancas? Desde hace años en todas las delegaciones se han realizado campañas de reforestación, que ahora están dando su frutos, pues prácticamente la ciudad entera luce todo el año los distintos tonos de verde de las diversas especies que se han sembrado, frecuentemente con un espíritu barroco que tenemos muy arraigado, pues vemos en un angosto camellón un abigarramiento de alamillos, liquidámbar, truenos y fresnos rozándose con una jacaranda o un frondoso y tropical "hule"; mucho se agradece esta prodigalidad, que amabiliza zonas de la ciudad que no son muy agraciadas.

Toda la riqueza arquitectónica, natural, gastronómica y cultural de nuestra ciudad se puede apreciar a través de la Gran guía turística ciudad de México, que acaban de publicar la Secretaría de Turismo, el Instituto de Promoción Turística y el Fondo Mixto de Promoción Turística del Gobierno del DF, conjuntamente con El País y la Editorial Aguilar. La obra es útil y bella; brinda información sobre 700 lugares contemplados en 15 paseos, que muestran al visitante buena parte de las maravillas que guarda esta ciudad, además de brindar orientación gastronómica, hotelera, de seguridad, de servicios diversos, así como un directorio de embajadas y consulados.

Hay versión en español y en inglés, lo que la convertirá sin duda en una herramienta indispensable para el turista, pero la realidad es que también lo es para el capitalino, ya que muestra una enorme cantidad de lugares que la mayoría de los habitantes no conocemos o no hemos sabido apreciar, a lo que ayuda enormemente la ficha informativa que presenta de cada sitio, que nos descubre cualidades insospechadas de puntos por los que hemos pasado mil veces.

Aunque no sea para pasear vale la pena tenerla como un buen libro sobre la ciudad, que además muestra imágenes extraordinarias, la mayoría fotografías de los mejores artistas de la lente: Michael Calderwood, Adrián Bodek, Christa Cowrie, Carlos Hahn, Lorena Alcaraz, Claudia Contreras, Raúl González y Lourdes Grobet, entre otros. Sobresalen fotos aéreas que nos brindan una ciudad fascinante, enmarcada por los volcanes nevados con cielos inmensamente azules; como fue, a veces es y algún día volverá a ser todo el tiempo. También tiene planos e información sobre sitios cercanos como Tepotzotlán, Tula, Teotihuacán, Xochicalco, Ixtapan de la Sal, Malinalco y Chalma.

Adicional a los sitios clásicos que mencionan todas las guías: Centro Histórico, Coyoacán, San Angel, La Villa, Xochimilco y Ciudad Universitaria, aquí hay unos recorridos muy sabrosos por viejos barrios y colonias como la Condesa, Polanco y la Roma, en los que va a descubrir detalles y datos que van a hacer que disfrute mucho más las caminatas por esas añejas colonias. Es muy interesante conocer en la Condesa cuáles fueron las obras que realizaron arquitectos relevantes de la década de los treinta del siglo XX, como Juan Segura, Francisco J. Serrano, Enrique de la Mora y Ricardo Dantán, quienes fueron pioneros en estilos de vanguardia en la época como el funcionalismo, art-deco y colonial californiano.

Fue una sorpresa enterarnos que el precioso Parque México, en realidad llamado Parque San Martín, en honor del libertador sudamericano, diseñado en estilo art-deco por el arquitecto Leonardo Noriega y el ingeniero Javier Stávoli, que tiene un teatro al aire libre, cercado por una pérgola cubierta de bugambilias, con enormes columnas de concreto y dos camerinos laterales decorados con relieves alegóricos, fue diseñado por el excelente pintor Roberto Montenegro.

Otro atractivo del rumbo es la gran cantidad de restaurantes para todo gusto y presupuesto. Uno de los más antiguos es el Matisse, situado en la hermosa avenida Amsterdam 260, ofrece platillos de la cocina vienesa: el borhs que es la típica crema de betabel de ese lugar, el goulash de ternera, el pato al horno, la mouse de espinaca y exquisita pastelería.

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