Su sistema de sonar dañará a mamíferos marinos, señala

Insta Greenpeace a impedir que barco de EU realice investigación en Yucatán

CAROLINA GOMEZ MENA

Pese al rechazo de organizaciones ambientalistas nacionales y de Estados Unidos, ayer zarpó desde Norfolk, Virginia, con dirección al puerto de Progreso, Yucatán, la embarcación Maurice Erwing, cuya intención es realizar estudios geológicos en la zona del cráter Chicxulub, mediante el uso de sonares de alta potencia.

Por ello, Greenpeace México conminó a las autoridades de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) a impedir que el barco utilice dichos sonares, porque dañan los sistemas auditivos de ballenas, delfines y zifios, y a hacer valer la existencia del área de refugio para ballenas.

Dicho aparato produce niveles sónicos de 262 decibles, mientras que la máxima capacidad de tolerancia de las especies antes mencionadas es de 170.

Héctor Magallón, coordinador de la campaña de biodiversidad de Greenpaece México, señaló que el barco efectuará pruebas en el santuario ballenero mexicano, decretado así por el gobierno federal en mayo 2002, por lo cual, consideró, si las autoridades hacen caso omiso de ello están convirtiendo al santuario en "letra muerta y ni siquiera el laboratorio Lamont-Doherty de la Universidad de Columbia -responsable de la investigación- presentó un estudio de impacto ambiental como indica la ley".

En 2002 el mismo barco efectuó pruebas similares en el Pacífico mexicano, lo cual provocó la muerte de ballenas picudas en la isla de San José, en Baja California Sur, por varamientos masivos. Esta vez es en el cráter Chicxulub, el cual se formó por la caída de un meteorito hace 60 millones de años. De acuerdo con la US Geological Survey (agencia del gobierno de Estados Unidos), fue este cuerpo sideral el que produjo la existencia de yacimientos de petróleo y gas natural en el cráter, el cual tiene una extensión de 300 kilómetros cuadrados.

Greenpeace considera que se viola la legislación al realizar estos estudios, que incluyen disparos con cañones de aire. A juicio de Magallón, se infringe la disposición ecológica 059-2001, porque según el decreto de creación del área de refugio para ballenas todas las especies de ballenas, zifios y delfines están considerados en riesgo, según la citada Norma Oficial Mexicana y la Ley General de Vida Silvestre.