Con un libro sobre el realizador estadunidense comienza la serie de editorial Diana

Woody Allen brega a contracorriente ''en un país cerrado al cine que él hace''

Necesario, saber qué motiva a un director o qué desea exorcizar, dice la autora del texto

ERICKA MONTAÑO GARFIAS

Personaje siempre polémico por sus películas o su vida personal, Woody Allen inaugura la serie Directores de cine, que coordinan Carla González y Leonardo García Tsao.

La colección, publicada por editorial Diana, busca llevar al lector de la vida a la obra de directores reconocidos internacionalmente y hacer libros con precios accesibles para estudiantes y público interesado.

Allen es único en un país que se rige por las reglas de Hollywood, señala Carla González, autora de Woody Allen, su vida y sus películas, el primer volumen de una serie que podría ampliarse a 10 cineastas.

''Es un director que ha logrado algo muy difícil en Estados Unidos, que es la independencia. Siempre ha nadado a contracorriente en el país en el que vive y ha manifestado en distintas ocasiones su admiración por el cine europeo."

Esa independencia es la bandera de Woody Allen en un país ''que no está abierto al tipo de cine que él hace".

A su atractivo como objeto de análisis ''se añade su personalidad, porque es un hombre original, enigmático, que intriga y además no tiene miedo de demostrarlo. Por ejemplo, siempre estuvo en contra de las ceremonias de premiación, como los Oscar, nunca acudió a ninguna aunque durante un tiempo fue de los más galardonados. Al final, en 2002, asistió a la entrega del Oscar, porque Nueva York tenía el riesgo de verse afectado económicamente por los atentados del 11 de septiembre".

Entonces, el director de Annie Hall aceptó presentarse para hacer un recuento de las cintas que se han filmado en Nueva York, para ayudar a reactivar la ciudad.

Está también el escándalo por la relación con su hija adoptiva Soon-Yi y su ruptura con Mia Farrow. ''Es una tristeza que muchos identifiquen a un artista, en este caso Woody Allen, con un escándalo personal. Esto llegó a opacar mucho de su talento y la grandeza de su obra, y al final no es tan incestuoso como se cree", señala González Vargas, y explica que el director y su ahora esposa nunca vivieron bajo el mismo techo, porque Allen no quiso estar con Farrow y sus 10 hijos.

Volumen sobre Kubrick, el siguiente

''Allen -prosigue Carla González- es muy celoso de su privacidad, sobre todo para escribir y no quería vivir rodeado de 10 niños. Nunca fue una figura paterna para Soon-Yi, quien lo odiaba, pero cuando decidió ser modelo y actriz lo buscó para que la ayudara. El le consiguió trabajo en la película Scenes from a mall, donde estaba actuando, y se iban juntos al trabajo y a partir de ahí se enamoraron.''

Lamentablemente, el trabajo del cineasta ha decaído en los años recientes, ''ahora la edad sí le está pegando y eso se refleja en su obra. Curiosamente comenzó a declinar en su etapa con Soon-Yi".

En Woody Allen, su vida y su obra, y en general en toda esta colección de directores, se pretende conjuntar la biografía del realizador con su obra.

''No se puede entender la obra de un director si no se conocen su vida o sus orígenes, porque eso es lo que proyectan en sus películas: lo que los mueve, los motiva o lo que quieren exorcizar."

Luego del libro sobre Woody Allen, seguirán el de Stanley Kubrick -a cargo de García Tsao- y el de Steven Spielberg, aunque la intención es abordar no sólo a directores estadunidenses, por lo que se prevé preparar un texto sobre Pedro Almodóvar.

A los directores mexicanos no se dedicará ninguno de los libros, porque una de las características de esa colección ''es que sean de autor: alguien con buen número de películas que avalen su calidad. En México hay muchos talentos, como Carrera, Iñárritu, Cuarón o Ripstein, pero en el caso de los tres primeros falta que se acaben de formar y que tengan una filmografía más amplia".

Woody Allen, su vida y sus películas se presenta hoy a las 19:30 horas en el bar Acanto (dentro del restaurante Del Lago), con la participación de Diana Bracho, presidenta de la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas, y Leonardo García Tsao.