México D.F. Lunes 2 de febrero de 2004
Cuauhtémoc se aventó contra la
red para festejar su anotación número 102
Con dos goles de Blanco, América venció
3-2 a los inofensivos escualos del Veracruz
El chileno Reinaldo Navia, quien abrió el marcador,
fue expulsado al minuto 40
CARLOS HERNANDEZ
Sin duda, Cuauhtémoc Blanco es uno de esos personajes
raros que convierten el futbol mecánico de hoy en un deporte-espectáculo.
Blanco pertenece a una especie en extinción: a
la de esos futbolistas que con un destello de genialidad definen un partido,
provocan el aplauso, la risa o el abucheo de la tribuna.
Ayer el americanista necesitó de dos chispazos
para definir un partido que parecía perdido para su causa. No sólo
rompió el empate a un gol -cuando su equipo estaba con 10 elementos-,
sino que, ya en franco pleito con el portero Germán Grosso, logró
el 3-1, en lo que fue el primer triunfo de las Aguilas en el torneo, 3-2
sobre un inofensivo Veracruz.
Como
festejo del gol 102 de su carrera, el de Tlatilco emuló a los luchadores
y se aventó dos ocasiones contra la red de la portería visitante,
lo que provocó la hilaridad de la mayoría vestida de amarillo,
muchos de los cuales le aplaudieron de pie.
Estaban por cumplirse apenas dos minutos de juego, cuando
Reinaldo Navia anotó el 1-0. Ariel González aprovechó
que todos se quedaron quietos por un banquito de Terrazas sobre
Oviedo y mandó un centro al área, donde Blanco remató
al poste, pero el chileno contrarremató para lograr su primer gol
en la liga.
Sin embargo, todos en el estadio -americanistas incluidos-
gritaron el gol del empate, al minuto 32: Emilio Mora mandó centro
medido al área, donde el uruguayo Gustavo Biscayzacu remató
de volea al ángulo superior izquierdo, para un tanto que deleitó
a los presentes.
El irascible Navia pasó de héroe a villano
al 40, cuando fue expulsado por protestar al silbante Armando Archundia.
En el complemento se esperaba que los Tiburones se lanzarán
al frente, pero el América logró el 2-1 en jugada ilegal.
Al 54, Blanco anotó de tiro libre, al aprovechar que Villa empujó
en la barrera a Terrazas y por ahí pasó el balón.
Blanco se burló de Grosso con bailecitos, pero
el arquero le devolvió el gesto en acción posterior, cuando
le detuvo un tiro e hizo el gesto característico del americanista
cuando anota un gol.
América logró el 3-1 al 85, en descolgada
y tiro de Pável Pardo que Grosso rechazó con problemas, pero
el balón llegó a Blanco, quien sólo empujó.
Ya en tiempo de compensación, el recién
ingresado Diego Cocca logró el 3-2 con sólido cabezazo.
Al final, Grosso buscó encarar a Blanco, pero éste
lo evadió. Mas el argentino se mostró respetuoso. "Todo esto
que pasa son cosas lindas que tiene el futbol", expresó.
A su vez, Leo Beenhakker se quejó del arbitraje.
"Se fijan en tonterías y no marcan las entradas peligrosas", dijo,
y añadió sin que nadie le preguntara: "misión cumplida:
nueve partidos en un mes y hoy ganamos".
|