Iván Restrepo

El Grullo y Tlalixcoyan, agenda pendiente

Cuando preguntan al ingeniero Alberto Cár-denas Jiménez sobre los méritos que lo llevaron a ocupar el cargo de secretario del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) suele responder que provienen de la experiencia que adquirió en su natal Jalisco, entidad de la que fue gobernador.

En entrevista con La Jornada el funcionario abundó en cuán acertada fue su designación, pues su amistad con el presidente Vicente Fox le facilita el desempeño de su cargo. Sin embargo, Jalisco no progresó en materia ambiental durante su gubernatura; al contrario, se acrecentaron los problemas por contaminación y abatimiento de las cuencas hidrográficas (el lago de Chapala es un ejemplo), por la mala calidad del aire de la zona metropolitana de Guadalajara, y la afectación de recursos básicos, como el forestal.

En cuanto a la amistad con el primer mandatario (por lo que se sabe más política que familiar o de antaño), ojalá no termine como la de Lino Korrodi o la de los dos Carlos: Rojas (el de las toallas) y Flores (el de los colchones y las almohadas). Pero por el momento esa buena relación le permitirá distraer una parte mínima de su agenda a atender dos pequeños asuntos.

El primero es el problema que aqueja a un grupo de sus paisanos en Jalisco. Desde hace más de una década, La Sierra de El Grullo, mejor conocida como La Criba, realiza excavaciones para extraer recursos geológicos del subsuelo en la localidad de Ayuquila, perteneciente a la delegación municipal de El Grullo.

Pablo Guerrero, dueño de la empresa, dice contar con todos los permisos para efectuar dicha explotación y no causar daño al ambiente. No obstante, un grupo de agricultores afirma lo contrario: la productividad de sus tierras ha decrecido a la mitad y necesitan cuatro veces más agua para sus siembras de caña de azúcar, principal cultivo de la zona.

Gustavo Osorio, uno de los afectados, sostiene que la citada empresa está alterando los mantos freáticos al excavar y extraer materiales a una profundidad que no permite la legislación.

Ante la falta de atención que la Comisión Nacional del Agua y algunas instancias de la secretaría a cargo del ingeniero Cárdenas prestaron a las denuncias, los quejosos enviaron cartas al amigo del titular de Semarnat, esto es, a Vicente Fox para evitar que se sigan dañando las tierras y sobre todo para que se cumpla la legislación vigente en la materia, pero tampoco han obtenido respuesta.

En otro sitio del país también piden la intervención de Alberto Cárdenas: en Tlalixcoyan, al sur de Veracruz, donde Pemex está perforando más de 200 pozos de gas. Don Jesús Castro Ahumada, presidente del Comité pro Desarrollo de la Cuenca del Papaloapan, denuncia que si esas obras no se hacen correctamente contaminarán la laguna de Santa María Lizamba, así como del sistema lagunar de Alvarado. Agrega que ya habido accidentes graves en los pozos y que las obras de exploración y perforación (con la utilización de explosivos) han alterado los mantos freáticos.

Don Jesús explicó que ya desaparecieron de la zona, y virtualmente de toda la cuenca veracruzana del Papaloapan, especies como el manatí, el venadito rojo, los loros, los lobos y hasta 20 especies de reptiles necesarios para el equilibrio ecológico; al alterarse o destruirse el medio en el que vivían, la fauna tuvo que emigrar a sitios menos contaminados y alterados, con más recursos naturales.

Los integrantes del Comité pro Desarrollo del Papaloapan no son enemigos per se de Pemex, la empresa más importante del país, ni tampoco del verdadero desarrollo. Hasta se muestran orgullosos de que la zona donde viven posea reservas importantes de un energético que México necesita, pero advierten que si las obras no se hacen correctamente afectarán al ambiente y a la población local. Tienen malos ejemplos de lo ocurrido en otras partes de Veracruz, en Tabasco y Tamaulipas, donde para extraer hidrocarburos a cualquier costo se ha ocasionado destrucción y severas alteraciones al medio, se contaminan recursos que son claves para el desarrollo económico, social y ambiental, como el agua. En resumen, no quieren que en el gobierno del cambio las cosas se hagan como cuando gobernaba el PRI.