México D.F. Lunes 2 de febrero de 2004
Sólo 10% de fondos recabados en un concierto
fueron donados a los pobres
Financial Times revela anomalías en las
cuentas de Vamos México
El diario londinense cuestiona el papel que juega Marta
Sahagún en la fundación
Desde el pasado sábado, los numerosos lectores
del influyente diario Financial Times, de Londres, leen la historia
de una fundación filantrópica, Vamos México, y de
su creadora, Marta Sahagún de Fox. Pero no es una trama de las que
con frecuencia publican sobre ella las revistas del corazón. En
el extenso reportaje de la corresponsal en México, Sara Silver,
titulado "Casada con el trabajo", quedan documentadas las oscuras operaciones
financieras de Vamos México y se vierten amplias evidencias de las
intenciones políticas de la esposa del presidente Vicente Fox..
"Esto es muy claro: algunos de los asuntos de la fundación,
incluyendo las relaciones con la prensa, son manejadas por su personal
en Los Pinos, la residencia presidencial, cuyos salarios son pagados por
los contribuyentes. Los críticos dicen que la fundación es
un vehículo enmascarado para promover sus ambiciones presidenciales.
La mayoría de los analistas políticos ven la cruzada de la
primera dama con cierto cinismo", escribe la periodista.
Así,
además de documentar cómo Vamos México "no ha hecho
públicas sus auditorías financieras desde 2001. Al Financial
Times le dieron sólo informes parciales de 2002 y los que corresponden
a 2003 deberán estar listos más adelante", en el extenso
reportaje se hace hincapié en que Marta Sahagún ha usado
su privilegiada posición de esposa del presidente Fox para atraer
fondos para su causa en perjuicio de otras organizaciones filantrópicas.
"Al establecer Vamos México, la señora Fox
ignoró las advertencias de algunas de las fundaciones líderes
que le pidieron recaudar fondos para el gobierno y fundaciones privadas
-igual que lo hacían las otras primeras damas- y no crear un sistema
de caridad separado que provocaría la escasez de las donaciones.
Sin embargo, ella fue inflexible y no se quiso limitar al papel tradicional
de las esposas de políticos en México que apoyan a la agencia
oficial para la familia, el DIF. 'Yo puedo, debo y quiero hacer más'",
ha dicho ella.
Como resultado de esa ventajosa posición, no sólo
omite dar reporte puntual del volumen de las donaciones que recibe, el
destino que les da y quiénes son las compañías o personas
que aportan a Vamos México.
En el reportaje del Financial Times se lee: "Otras
organizaciones caritativas, incluyendo organizaciones de pequeños
servicios para orfanatos o de apoyo a ciegos, han visto sus fondos secarse
completamente -en parte debido a que muchas empresas se sienten obligadas
a donar a la fundación de la primera dama-. Pero la mayoría
de esos grupos filantrópicos están temerosos de quejarse
públicamente por miedo a no obtener después nada del dinero
de Vamos México".
Sara Silver cita un trabajo de la investigadora del Centro
de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), Sara Baz,
titulado Vamos México, o cómo monopolizar la filantropía,
en el que se sugiere que las más de 6 mil organizaciones de caridad
registradas en México están en lo correcto cuando se quejan
de que una nueva fundación se está comiendo los recursos.
"Los límites de la filantropía mexicana
son probablemente un juego de suma cero", escribió la autora del
trabajo. "Es probable que Vamos México reciba el dinero que otras
organizaciones colectaban". Por ello se pregunta: "¿con qué
derecho el Presidente o su esposa hace una de esas organizaciones para
su monopolio personal utilizando toda la influencia de Los Pinos en su
favor?"
Luego de narrar brevemente el ascenso político
de Marta Sahagún, reseña también el uso que ella da
al poder presidencial, pero en especial se detiene en la poca claridad
que existe sobre el manejo de los fondos de Vamos México. De acuerdo
con los propios informes de la fundación sobre sus contribuciones
a la caridad, todo apunta que cuando mucho un máximo de 10 por ciento
del dinero que fue ayudado a recaudar por Elton John durante su concierto
en el castillo de Chapultepec fue donado "a los pobres de México
en los siguientes 15 meses después del concierto. La cantidad exacta
no es clara porque la fundación no ha permitido a sus funcionarios
administrativos responder las preguntas sobre las auditorías de
los estados financieros".
Y añade: "la magnitud de los fondos recolectados
en el concierto todavía aparece en las cuentas de Vamos México
a finales de diciembre de 2002, y de ellos 6 millones de pesos por mandato
de asamblea -según dijo después la primera dama al Financial
Times- se mantienen como base para tener un sólido patrimonio
y no pueden ser tocados.
Al lanzar su reporte anual de 2002, apunta la periodista,
"la señora Fox dijo que su objetivo era dejar 'completamente claro'
el origen y destino de los fondos recaudados". Desafortunadamente, el documento
pobremente fotocopiado es una maraña de matemáticas erróneas,
errores de dedo (Sahagún aparece como Sahun) y ofuscación
financiera (fallar al distinguir entre efectivo y donaciones en especie).
La impresión aparece como una colaboración con compañías
tales como Banamex, perteneciente a Citigroup, el banco más grande
del país, el cual también se deslindó del desastroso
manejo contable. También aparece la colaboración de Avantel,
cuyo trabajo fue crear y mantener una página web. El Financial
Times tiene un tiraje diario de alrededor de 350 mil ejemplares y se
lee donde las decisiones se toman. DE LA REDACCION
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