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México D.F. Domingo 1 de febrero de 2004

REPUBLICA DE PANTALLA

Jenaro Villamil

El Amaro del día siguiente

La derrota de la Iglesia en la opinión pública
La BBC contra Blair: juicio contra el periodismo

UNA SEMANA DESPUES de la polémica abierta el 25 de enero en la excomulgante homilía de Norberto Rivera contra la píldora del día siguiente, el presidente de la Asociación Nacional de Farmacias de México, Antonio Pascual, informó que gracias al debate en los medios "las ventas de anticonceptivos han aumentado entre 5 y 10 por ciento". Carlos Loret de Mola, en la emisión matutina de Hoy por hoy, sintetizó así el fenómeno: la Iglesia católica se ha convertido en la mejor publicista de todo aquello a lo que se opone. El 28 de enero, en un reportaje del noticiario nocturno de Canal Once, el ama de casa Silvia Sales también pintó su raya, con argumentos que hablan de una posición más que generalizada en la opinión pública: "que me orienten en la cuestión espiritual y se los agradezco mucho, pero sobre mi vida particular y mi vida sexual, voy a decidir yo sola". Y conste que no se trataba de una opinión emitida en Diálogos en confianza.

COMO ESTOS, HAY múltiples ejemplos de la flagrante derrota mediática, informativa y de opinión pública de los obispos -que mucho han de saber de anticonceptivos-, de Provida y su preocupación por elevar a rango constitucional el cigoto del doctor Serrano Limón, obsesionado por convencernos de que aborto y anticoncepción son lo mismo, y de Luis Felipe Bravo Mena que está dispuesto a que su partido pierda votos con tal de que un día los fetos salvados se transformen en militantes del blanquiazul.

NO SE APRENDIO la lección del intento de censura de la película de El crimen del padre Amaro. En el caso de esta nueva polémica en torno a la anticoncepción de emergencia, la jerarquía católica nos volvió a demostrar que su visibilidad en los medios le resulta no sólo contraproducente sino que constituye el mejor vehículo de difusión para ventilar la defensa de los derechos sexuales y reproductivos y, de paso, promover el acceso a la información en materia de anticoncepción. No en balde, noticiarios como el conducido por Joaquín López Dóriga, en Canal 2, transmitieron durante toda esta semana segmentos informativos con enfoques médicos que ilustraron las bondades de la píldora del día siguiente. Ninguna norma oficial de la Secretaría de Salud había recibido tanta difusión como ésta, que autoriza después de casi seis años una medida aprobada por la propia Organización Mundial de la Salud. La secretaria general del Consejo Nacional de Población, Elena Zúñiga, confirmó en tres programas de radio y en dos noticiarios televisivos lo que de antemano es una derrota social para la Iglesia: 75 por ciento de las mujeres en edad reproductiva usan anticonceptivos y son católicas. El dato de Conapo confirma las cifras de la encuesta de la agrupación Católicas por el Derecho a Decidir y del Population Council: las creencias religiosas impactan cada vez menos en el uso de la anticoncepción de emergencia, ya que 82 por ciento de sus encuestadas están en favor de esta medida y 76 por ciento apoya la anticoncepción de emergencia en casos de violación o de que falle la protección.

LA POLEMICA TAMBIEN ha ventilado otros dos enfoques y tendencias:

1. PARA LA JERARQUIA la "transición" democrática no pasa por el libre albedrío. Uno de los ingredientes fundamentales del discurso de la jerarquía católica en todos los debates recientes sobre el uso del condón, los derechos sexuales, la reproducción asistida, las sociedades de convivencia, la clonación y la bioética es que ignoran un elemento fundamental de la propia doctrina católica: el libre albedrío de sus creyentes. Pierden las polémicas porque de antemano anulan la posibilidad de un punto de vista distinto y el criterio de sus feligreses. Condenan de antemano toda práctica o información que vaya en contra de su visión uniformadora de la moral.

EL ELEMENTO NOVEDOSO de este debate fue que, una vez que perdieron a la opinión pública y a la opinión publicada (el 28 de enero), optaron por "excomulgar" a la propia transición y decir, en síntesis, que la píldora es "un mal de la democracia". Afortunadamente, la posición de la Secretaría de Salud y de la Secretaría de Gobernación fue coincidente, alejando así un mal de comunicación de este gobierno que han sido las contradicciones oficiales. Ambas dependencias insistieron: "la aprobación de la píldora no forma parte de una política proabortista. Es sólo un método anticonceptivo".

2. LA DEFENSA DE los derechos sexuales y del derecho a decidir ya no es un asunto de "minorías anticlericales". El proceso de secularización y la defensa del enfoque de género no es ya un asunto de "minorías", ni se reduce a hablar de "chiquillos y chiquillas" o a mencionar en términos abstractos el derecho a la salud, consagrado en el artículo cuarto constitucional. Las llamadas de los radioescuchas, los correos electrónicos de mujeres y varones que opinaron en torno a la anticoncepción de emergencia, los sondeos de los programas televisivos y el hecho de que en las entrevistas de prensa y radio la posición de la Iglesia quedara arrinconada en un tres a uno nos habla de un cambio fundamental en la percepción de los ciudadanos sobre su sexualidad, de un consenso en favor del derecho a decidir y de enfoques que han rebasado al activismo tradicional de las organizaciones no gubernamentales. Curiosamente, no es entre los ciudadanos sino entre las elites políticas de todo signo partidista que las amenazas de la jerarquía tienen peso, quizá por temor a ser "excomulgados" en el confesionario de la sucesión.

Caso BBC, la guerra al periodismo


ANTES DE RENUNCIAR a su cargo como presidente de la junta de gobernadores de la BBC, Gavyn Davies planteó cuatro dudas fundamentales ante el informe del juez Brian Hutton, que exoneró al gobierno de Tony Blair de toda responsabilidad política en el desenlace fatal del científico David Kelly:

"ƑSE RECONCILIAN SUS conclusiones sobre el informe de septiembre de 2002 con las evidencias presentadas en su investigación? En su veredicto sobre Gilligan (el periodista que el 28 de mayo dio a conocer un reporte basado en fuentes de inteligencia), Ƒha tenido en cuenta lo que Kelly le dijo a Susan Watts (otra periodista de la BBC, ante quien el científico también puso en duda la existencia de armas de destrucción masiva del régimen de Hussein)? ƑHa tenido en cuenta en sus críticas a la BBC los ataques públicos que recibió durante la guerra? Y Ƒal restringir el uso de fuentes anónimas, constituyen sus conclusiones una amenaza para la libertad de prensa?"

COMO BUEN PERIODISTA, Davies cuestiona asuntos neurálgicos del juicio contra la BBC y Blair. Este ha recibido un indudable triunfo político, pero esto no lo exime de la crisis en la opinión pública de su país. Y esta crisis constituye el eje de todo el operativo de engaño y exageración que se montó para justificar la invasión a Irak. El veredicto de los propios medios impresos en Gran Bretaña da una idea de la sospecha de parcialidad que rodea al juez Hutton. The Guardian, periódico cercano a los laboristas de Blair, calificó de "espectacularmente parcializada" la investigación del juez. The Independent, el rotativo que se opuso abiertamente a la guerra en Irak, publicó una polémica primera plana que consta de un solo titular en fondo blanco: "ƑEncubrimiento?" En sus páginas, el ex canciller Robin Cook, quien renunció al cargo en protesta por la invasión, ironizó afirmando que "si alguna vez me acusan de algo serio en un tribunal, quiero que lord Hutton sea mi defensor". Los periódicos conservadores The Times y The Daily Telegraph reconocen la grave crisis de la BBC -"Ráfaga de culpa hiela a la BBC"-, pero no se unen al coro de felicitaciones a Blair. The Daily Express, con peculiar humor inglés, ilustra al primer ministro con una aureola y cabecea: "Hutton deja a Blair más blanco que el blanco".

ENTRE LAS OPINIONES más notables, la de Robin Cook (publicada también en La Jornada) sintetiza así un aspecto medular: "el reporte (del juez Hutton) no resuelve el problema principal, que es la enorme brecha que existe entre las aseveraciones del gobierno en cuanto a la amenaza que Irak representaba y su posterior imposibilidad de demostrar dicha amenaza".

EL JUEZ HUTTON tampoco evitará el efecto dominó que ha provocado la certeza creciente del engaño armado por los organismos de inteligencia angloestadunidenses, ni evitará que los medios informativos prosigan escudriñando, a pesar del mensaje inhibitorio de la acusación contra la BBC. El mismo día que se dio a conocer el resultado del juicio, el inspector David Kay, ex jefe de la misión de Estados Unidos responsable de encontrar las armas de destrucción masiva, denunció a la CIA ante el Senado, aunque procuró evitar responsabilizar directamente a George W. Bush. De hecho, la Casa Blanca guardó un hermético silencio en torno al veredicto de Hutton.

EN LAS PREGUNTAS de Davies se expresa una cuestión fundamental para el derecho a la información: Ƒhasta qué punto este juicio no representa el inicio de una embestida contra una de las garantías fundamentales del ejercicio periodístico que es el respeto al secreto profesional, tan caro en Estados Unidos y Gran Bretaña? Colocar por encima el valor restrictivo de la información de inteligencia al derecho de los ciudadanos de conocer información de interés público, constituye uno de los retrocesos más severos en estos tiempos de actas patrióticas, autocensura e inhibición a los periodistas.

POR ULTIMO, EL otro dato no menor en este debate fue el hecho de que el único periódico al que se le filtró con antelación el fallo de Hutton fue a The Sun. Este rotativo pertenece al magnate australiano Rupert Murdoch, el mismo dueño de la cadena televisiva Fox que enderezó sendos ataques contra The New York Times y contra periodistas "incómodos" para el consenso bélico. Murdoch es dueño del sistema Sky, que tiene un claro interés por afectar a un medio público como la BBC.

EN SINTESIS, LA solidez de la BBC se ataca así desde el flanco de un consorcio privado con una influencia trasnacional clara y un alto grado de impunidad mediática que no pasa por el escrutinio judicial de nadie. El caso de la BBC arroja un sombrío mensaje a México en tres asuntos fundamentales: el respeto al secreto profesional, el fortalecimiento de medios públicos autónomos, críticos, plurales, y los intentos de retroceder en el proceso de acceso a la información en aras de restricciones que privilegian los candados de la "inteligencia".

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