México D.F. Viernes 30 de enero de 2004
MEXICO SA
Carlos Fernández-Vega
En México los bancos ganan sin riesgo y no prestan por temor
Los ahorradores ponen el dinero y los banqueros cobran las utilidades
EL BANCO MUNDIAL TUVO la cortesía de informar a los mexicanos, como si no lo supieran y padecieran, que en su país "los bancos hacen el mejor negocio, con el menor riesgo".
MÉXICO, SUBRAYA EL organismo multilateral, "es el único lugar del mundo que les ofrece tan altos beneficios; son los principales acreedores del Estado, además de cobrar intereses por los pagarés del rescate... Han optado por invertir en bonos del gobierno en vez de dar crédito", de allí que, en efecto, hagan "el mejor negocio, con el menor riesgo" (La Jornada, 22 de enero), especialmente si se considera que los recursos por ellos invertidos no son de su propiedad, sino de terceros.
AÑO TRAS AÑO, los balances de dichas instituciones reportan boyantes resultados, mientras los hoyos financieros -verdaderos cráteres- abiertos por los caballos de los Atila financieros siguen tapándose con crecientes recursos del Estado, del que son los principales acreedores. Es el negocio perfecto: los ahorradores ponen el dinero, el erario nacional paga el costo y los banqueros privados gozan el festín y se llevan las utilidades.
SON LAS INSTITUCIONES y sus dueños que no pierden oportunidad para hablar en defensa, dicen, del (su) estado de derecho; los mismos que rotundamente se niegan a devolverle a la nación lo que le usurparon; los que exigen que en tiempo y forma se les intercambien los ilegales pagarés del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) por los nuevos certificados del IPAB; son, pues, los que hablan de legalidad cuando se les comprueba que deben reintegrar "al erario 113 mil millones de pesos a valor actual, tras detectarse que por medio del Programa de Capitalización y Compra de Cartera recibieron recursos de forma ilegal, informó el auditor superior de la Federación, Arturo González de Aragón, al comparecer ante las comisiones unidas de Presupuesto y Cuenta Pública y Vigilancia de la Cámara de Diputados" (La Jornada, 22 de enero).
LA COMISION ECONOMICA para América Latina y el Caribe (Cepal) lo resume así: "Los bancos extranjeros dominan el sistema bancario mexicano, pero el crédito no se recupera... Hasta 1998 se aceptó una participación foránea en el capital accionario de los bancos de hasta 50 por ciento, cláusula que se levantó a partir de ese año para dejar totalmente liberalizado el sector... (pero) no han modificado su carácter rentista con respecto al Estado". Hoy, 90 por ciento de esta actividad en el país está bajo su control.
LA APERTURA SE DIO EN el contexto de la restructuración del sector bancario, muy debilitado por la crisis del "tequila" y lastrado por una voluminosa cartera vencida. Para promover la capitalización de la banca, el Estado compró la cartera vencida -unos 120 mil millones de dólares-, que pasó a ser administrada por el Fobaproa, organismo que posteriormente se transformó en el Instituto para la Protección del Ahorro Bancario. El fondo pasó a ser deuda pública reconocida y garantizada por el Estado, sobre la cual ha estado pagando intereses del orden de 40 por ciento, primero a los bancos nacionales y después a los extranjeros.
LA VENTA DE LOS BANCOS privados nacionales al capital extranjero supuso el desembolso de grandes sumas, asegura la Cepal. En 2000, el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria pagó mil 750 millones de dólares para adquirir Bancomer; en 2001, su rival, el Santander Central Hispano, compró Serfin por mil 560 millones; ese mismo año Citigroup pagó la enorme suma de 12 mil 500 millones de billetes verdes por Banamex; en agosto de 2002, el Hong Kong Shanghai Bank Holdings se adjudicó el grupo financiero Bital, el cuarto en tamaño del sistema financiero mexicano, por mil 140 millones de dólares.
PARA DAR UN EJEMPLO de lo que significó el desembolso de "grandes sumas", a Serfin el gobierno mexicano le inyectó recursos fiscales por 123 mil millones de pesos y fue vendido a Santander Central Hispano en 14 mil 650 millones, es decir, pesos a 12 centavos, mismos que tampoco ingresaron a las arcas públicas.
EN TOTAL, 16 MIL 950 millones de dólares que por obvias razones no ingresaron a las arcas públicas, sino a las chequeras de los antiguos accionistas privados, quienes habían sido "rescatados" por el Fobaproa y beneficiados ilegalmente por el Programa de Capitalización y Compra de Cartera.
EN RESUMIDAS CUENTAS, una carretada de billetes verdes que, subraya la Cepal, "no contribuyó a reducir la deuda de los bancos, de la cual tuvo que hacerse cargo el Estado para salvar el sistema", el cual, además, es el principal acreedor de las arcas públicas.
LA RENTABILIDAD DE LOS bancos reprivatizados "aumentó rápidamente desde el momento en que fueron adquiridos por las instituciones extranjeras. Aunque la tasa de rentabilidad de los bonos públicos ha bajado mucho (en 2002 cayó por debajo de 10 por ciento), los bancos, en lugar de prestar a las empresas o familias, elevaron las comisiones compensando de esta forma la menor rentabilidad. La falta de disposición para elevar el crédito se justifica por el temor a las quiebras y la falta de confianza en que se aplique efectivamente la legislación".
A PESAR DE QUE LA banca extranjera ha tenido acceso a fondos más baratos que las instituciones locales, ello no se ha traducido en mayores créditos ni en menores costos para las empresas mexicanas. El hecho de que los bancos hayan sido adquiridos por consorcios extranjeros no ha modificado su posición oligopólica, ni su actitud de aversión al riesgo, pues siguen beneficiándose principalmente del alto rendimiento derivado de activos sin peligro alguno como son los bonos públicos, lo que significa que no han modificado su carácter rentista con respecto al Estado".
MAS ALLA DE ESE "carácter rentista", el "mejor negocio, con el menor riesgo" tiene su razón de ser: la caída real del crédito bancario en el periodo 1997-2000 fue de 4.5 por ciento y de 7.5 por ciento en el lapso 2000-2001, cuando el 90 por ciento del mercado ya estaba en manos de los corporativos extranjeros. Las tasas de interés real activas (las que cobran limpias de polvo y paja) sólo descendieron un punto porcentual de 1997 a 2001, pero la rentabilidad de esas mismas corporaciones pasó de 7.6 por ciento en 1997 a 14.7 por ciento en 2001, un modesto incremento de 93.2 por ciento entre una fecha y otra.
Las rebanadas del pastel:
Y "VAN POR MAS", como diría el gobierno del "cambio", procurador de la nomenklatura financiera. [email protected]
|