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México D.F. Martes 20 de enero de 2004

"Devolveré a la nación su futuro": Kerry, triunfador en Iowa para la candidatura demócrata

El sistema electoral de EU, diseñado para mantener el control bipartidista

Al no haber voto directo, no necesariamente gana el aspirante que obtenga más sufragios

JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES

Washington y Nueva York, 19 de enero. Las propuestas antidemocráticas estadunidenses para la transición política en Irak están generando protestas masivas en el país petrolero, pero lo que los iraquíes probablemente no entienden es que estas iniciativas son consistentes precisamente con el modelo empleado en Estados Unidos para seleccionar a los candidatos presidenciales y finalmente al ganador de la presidencia.

El proceso electoral que se inicia hoy en Iowa es un buen ejemplo de la manera poco representativa, y algunos dirían antidemocrática, en que los ciudadanos del país autoproclamado "la democracia más grande del mundo", escoge a sus líderes políticos. El sistema estadunidense de selección no utiliza la fórmula directa del voto para elegir al candidato de cada partido, ni al propio presidente.

Este año George W. Bush no enfrenta oposición para ser el candidato presidencial del Partido Republicano, pero el proceso empleado para seleccionar al del Partido Demócrata, que comenzó formalmente hoy en Iowa, permite que la directiva del partido y los militantes a nivel nacional puedan ejercer un papel decisivo para determinar al candidato que enfrentará a Bush.

En teoría, el proceso de elecciones primarias permite a los votantes en cada estado seleccionar a su favorito para la candidatura del Partido Demócrata a la presidencia. Esto se desarrolla con una serie de primarias que inician hoy y que se realizan en cada estado acabando en Montana y Nueva Jersey el 8 de junio. La decisión final se ratifica en la convención nacional del partido (en el caso del Demócrata, esto será a finales de julio).

Pero históricamente, la decisión casi siempre ya está tomada a principios de marzo, antes de que los votantes en casi la mitad de los estados de la unión hayan tenido la oportunidad de expresarse en las elecciones primarias. Además, una escasa participación en el pequeño estado agrario de Iowa, con sólo 2 millones de habitantes, combinado con una baja participación en el aún más pequeño estado de Nueva Hampshire, que celebra su primaria la próxima semana, obligará a varios de los ocho candidatos demócratas a abandonar sus campañas.

En efecto, los ciudadanos de dos de los estados más pequeños -con una población combinada que representa menos de 1 por ciento del total de habitantes del país- tienen enorme impacto sobre el proceso de selección del candidato para el puesto más poderoso del mundo. Pero es aún menos democrático que esto: sólo 10 por ciento de los votantes en Iowa probablemente participó en el proceso de hoy, y casi siempre los que tendrán mayor voz son los militantes y profesionales del partido, y no necesariamente las supuestas filas ciudadanas.

La primaria de Nueva Hampshire el próximo martes 27 de enero será otro ejercicio (menos complicado que el de Iowa, ya que en lugar de los llamados caucus se emplea la más tradicional votación en favor de un candidato), donde un sector poco representativo de la población estadunidense tendrá una voz absurdamente magnificada con consecuencias nacionales.

El 3 de febrero los votantes de Arizona, Nuevo México, Carolina del Sur y otros cuatro estados celebrarán elecciones primarias, y para esas fechas es probable que el elenco de ocho candidatos ya esté reducido a tres, o menos. Este año los comicios del 3 de febrero han sido denominados "la primaria hispana", ya que los latinos tendrán un papel importante en el proceso de selección en Arizona y Nuevo México, por lo menos.

Hay elecciones primarias en 10 estados más en febrero, pero los votantes de los cuatro estados más grandes del país (California, Texas, Nueva York y Florida) no tendrán primarias hasta principios de marzo. Para entonces, de los ocho candidatos ahora en competencia podrían quedar dos o tal vez uno, los que aún tengan suficiente dinero y presencia nacional para ganar la candidatura nacional del partido.

Pero la selección del aspirante presidencial es demasiado importante como para ser dejada en las manos de este reducido segmento del electorado. En la práctica el proceso de estado por estado selecciona no a un candidato sino un total de 3 mil 520 delegados a la convención nacional (cada delegado representa cierto porcentaje del voto recibido por cada candidato en las primarias de los estados).

Además de estos delegados electos por el voto de los ciudadanos, unos 800 "súper delegados" participan con voz y voto en la convención.

Estos súper delegados son gobernadores, legisladores federales y otros líderes del partido que se presentan para asegurar que si, por alguna razón, se llega a la convención con dos candidatos viables, o hay una sorpresa mediante un retador con apoyo, el aspirante seleccionado en la convención cuenta con la bendición de la cúpula del partido; o sea, el proceso está diseñado para asegurar el control del proceso.

Las elecciones estadunidenses siempre han sido diseñadas -desde la fundación de este país- para mantener el control de la clase política permanente y hacer casi imposible que políticos no afiliados con uno de los dos principales partidos pueda llegar a la presidencia, o que un "insurgente" logre saltarse el liderazgo de los dos partidos. De hecho, en la última elección general para presidente en 2000, George W. Bush recibió 500 mil votos menos que su contrincante demócrata Al Gore, pero ganó. El sistema electoral está diseñado para permitir esto, ya que no hay voto directo a escala nacional, sino voto de delegados a nivel estatal, que son los sufragios que cuentan al tabular el total. Por ello es posible que un candidato presidencial gane los 12 estados más grandes del país, pierda los otros 38, y consiga ser presidente de Estados Unidos.

Vale reiterar que en la elección general del 2 de noviembre, la persona que gane la mayoría de los votos en el país no necesariamente gana la presidencia.

El pueblo iraquí tiene todo el derecho de argumentar en favor de una elección nacional con voto directo. Pero están equivocados al alegar que Estados Unidos es cínico o poco democrático al intentar aplicar el modelo que Washington favorece. Es el mismo modelo que se emplea aquí, y es así como Estados Unidos deletrea el concepto de democracia.

¿O será que los iraquíes están argumentando que el modelo empleado en Estados Unidos es antidemocrático?



El favorito Dean, al tercer lugar con 18 por ciento de las preferencias; Gephardt se retira

AFP, REUTERS Y DPA

Des moines, Iowa, 19 de enero. El senador John Kerry, de 60 años, quien se impuso esta noche como el ganador de los caucus demócratas de Iowa, se comprometió a "devolverle a la nación su futuro y su alma", a trabajar por todos los estadunidenses "cuyas voces han sido robadas por los intereses especiales" de la Casa Blanca, y a que Estados Unidos regrese a la comunidad de naciones.

Escrutado 98 por ciento de los precintos, el senador por Massachusetts obtuvo 38 por ciento de las preferencias, lo que lo convierte en el triunfador de la primera prueba en la interna del Partido Demócrata para designar a un candidato que enfrente al presidente republicano George W. Bush, que se presentará a la relección en noviembre.

En segundo lugar quedó John Edwards, senador por Carolina del Corte, con 32 por ciento, y en tercer lugar se ubicó el que era favorito en la interna demócrata, el ex gobernador de Vermont, Howard Dean, con 18 por ciento.

Cuando todavía no se conocían los resultados de la totalidad de las mil 993 asambleas de electores demócratas o caucus de Iowa, el representante Dick Gephardt dijo: "mi campaña podría estar terminando esta noche". Gephardt, quien se ubicó en cuarto lugar con 11 por ciento de las preferencias, representa al estado de Missouri en la Cámara baja de Estados Unidos, y en virtud de que en 1988 triunfó en las asambleas de Iowa, no sorprendió que esta derrota marcara el fin de su campaña.

"Ahora tengo un mensaje especial para los intereses especiales radicados en la Casa Blanca con Bush. Ahí vamos y que la puerta no los golpee al salir. Lo vamos a lograr", sostuvo Kerry, veterano de la guerra de Vietman, al proclamar su victoria.

Kerry, quien fue presentado por el influyente senador Ted Kenndy como el "próximo presidente de Estados Unidos", tras invitar a los estadunidenses a asomarse a su página de Internet (un recurso empleado exitosamente por Dean), sostuvo que hará que el servicio de salud esté al alcance todos.

Al subrayar el enfoque de la administración republicana hacia "intereses especiales", y aludir a los escándalos financieros de Enron y Worldcom, Kerry acusó a Bush de "tener una mano abierta para Halliburton".

En política exterior, resaltó que logrará que Estados Unidos "sea respetado en todo el mundo, al regresar" a la Organización de Naciones Unidas.

El resultado representa un enorme impulso para Kerry, cuya campaña no había despegado en los últimos días. En todo caso, el senador de tendencia centrista intensificó sus actividades proselitistas al grado que quedó afónico y no pudo realizar tres actividades de campaña este lunes.

Este político precoz era percibido al inicio de la campaña como el mejor ubicado entre sus competidores en las filas demócratas.

Pero Kerry, lo mismo que Joe Lieberman, otro demócrata centrista, fue arrasado por el tornado Howard Dean, feroz opositor de la guerra en Irak.

Pese a ello, Kerry, quien apoyó a Bush en la guerra contra Irak, aunque posteriormente se opuso al presupuesto de reconstrucción del país invadido, dio la sorpresa en Iowa, donde muchas veces los ganadores de los caucus terminaron llegando a la Casa Blanca, excepto Bill Clinton, quien como Dean llegó tercero cuando aspiraba a la candidatura en 1992.

Edwards, otro centrista que hace unas semanas tenía una clara desventaja respecto de sus rivales, señaló que su campaña en tono positivo finalmente arrojó frutos. "El problema al principio era que con tantos ataques negativos era difícil transmitir el mensaje".

El resultado de las asambleas de Iowa podría marcar el tono para las primarias de Nueva Hampshire, el 27 de enero, pero Dean al reconocer que las tendencias anticipaban la victoria para Kerry, resaltó que se concentrará ahora en la cita de la próxima semana.

"Al senador Kerry le va bien y también al senador Edwards. Los felicito a ambos, pero estamos decididos a ganar... En realidad quisiéramos haber quedado mejor, pero trabajamos duro, tuvimos mucha gente buena trabajando para nosotros y ahora falta Nueva Hampshire", señaló el ex gobernador de Vermont a CNN.

Horas antes, Dean fue invitado a abandonar una ceremonia en memoria del asesinado líder de los derechos civiles, Martin Luther King, poco después de que al ingresar al recinto fue rodeado por un nube de periodistas. Dean no ocultó su enojo por el incidente y a la salida del local reclamó a los reporteros: "Ustedes saben que por culpa de su mal comportamiento no pude asistir a esta ceremonia".

Los organizadores consideraron "irrespetuoso" que Dean hubiera acudido al homenaje, al señalar que el "propósito (del acto) no era ver a Howard Dean".

Por su lado, el ex comandante de la Organización del Tratado del Atlántico Norte y aspirante a la candidatura presidencial demócrata estadunidense, Wesley Clark, quien no se presentó a los caucus de Iowa, se mostró indiferente ante la inesperada victoria de Kerry. "Con todo el respeto, él es un teniente y yo soy un general", dijo Clark a la cadena CNN.

"Yo respeto a John Kerry y me cae bien, pero lo que voy a decir es que les toca a los electores elegir en todo el país", agregó Clark, quien explicó que decidió no presentarse a Iowa porque entró tarde a la contienda y no pudo organizar un equipo de trabajo en ese estado rural del medio oeste del país.

Del lado republicano, Bush ultimaba los detalles del discurso anual sobre le estado de la Unión que pronunciará la noche de este martes, y que le permitirá presentar sus lineamientos electorales.

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