México D.F. Lunes 22 de diciembre de 2003
Los jugadores quieren olvidar el trago amargo
tras perder el título
Tigres buscará ganar el pase a la Libertadores
Algunos aficionados supersticiosos piden la salida de
Saavedra, quien perdió su quinta final
DAVID CARRIZALES CORRESPONSAL
Monterrey, NL, 21 de diciembre. La segunda eliminación
en una final frente al Pachuca es un capítulo que los jugadores
de Tigres quieren olvidar, para abocarse a la preparación física
y mental que los ayude a enfrentar a partir del 4 de enero el octagonal
rumbo a la Copa Libertadores.
Eduardo
Rergis, uno de los tres elementos expulsados en la final, señaló
que lo mejor es dejar atrás la frustración por no haber podido
coronarse campeones, y optar por estar listos para el próximo torneo
y ganar el pase al torneo sudamericano.
A su vez, el argentino Andrés Silvera se quejó
del arbitraje, pues consideró que Marco Antonio Rodríguez
no marcó dos penales contra Pachuca, mientras Antonio Sancho calificó
de rigoristas las tres expulsiones que sufrió el cuadro felino.
El defensa Hugo Sánchez manifestó que no
haberse alzado con la victoria global les deja un sentimiento de tristeza,
pero indicó que el público supo reconocer la entrega del
plantel.
Javier Saavedra, más que lamentarse por perder
la quinta final de su carrera, consideró que debe trabajar más
intensamente para alcanzar un cetro, sea con éste o el equipo en
el que milite.
"Quedarme sólo con el subcampeonato se está
haciendo una costumbre muy mala y en estos momentos no puedo hacer nada,
así es el futbol, pero espero que algún día me corone
campeón en el equipo que me encuentre", señaló.
Y
mientras el equipo superlíder del torneo regular sucumbió
contra Pachuca, los aficionados felinos mostraron un comportamiento ejemplar,
a diferencia de los futbolistas que se hicieron expulsar.
La policía de San Nicolás de los Garza,
donde se localiza el estadio universitario, reportó apenas la detención
de dos fanáticos rijosos que no supieron perder.
Los ocho tigres que terminaron el juego y lograron sacar
un apretado triunfo parcial de 1-0 en el juego de vuelta recibieron el
reconocimiento de sus seguidores, y hoy todavía en coches y casas
ondeaban las banderas auriazules. Muchos lucieron la camiseta felina, aunque
algunos superticiosos pidieron la salida de Javier Saavedra, quien jugó
su quinta final perdida.
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