México D.F. Lunes 22 de diciembre de 2003
ƑLA FIESTA EN PAZ?
Leonardo Páez
De limosnas y otras pifias
HAY PAISES CUYOS gobiernos, por democráticos que se pretendan, nomás no logran remontar el penoso nivel de explotables en que mantienen a sus gobernados, antes que por perversas naciones explotadoras, debido a criterios políticos enanos de quienes reiteradamente se enfrascan en impúdicas luchas por el poder y no en un comprometido trabajo por el desarrollo.
SI ESO OCURRE con los grandes proyectos de cambio, tan prometidos como quebrantados, Ƒqué no ocurrirá con los espectáculos-pantalla, no por masivos menos utilizados por las cúpulas adineradas y los monopolios intocables para sus enjuagues de lavadero y sus maromas fiscales?
UN INTELIGENTE AFICIONADO me escribe: "A propósito de las dudas de Lumbrera Chico en La Jornada del pasado lunes 15 de diciembre, según lo difundido por televisión, Herrerías entregó al Teletón 500 mil pesos en nombre de la empresa de la Plaza México que -dijo- 'encabezamos el licenciado Miguel Alemán Magnani y su servidor'.
"ELLO POR SI alguien aún dudaba -continúa mi informante- de que Alemán Magnani apoya incondicionalmente a su irremplazable operador o que se había deslindado, como oficialmente se manejó, de una empresa tan sospechosa que luego de 10 años sigue sin preocuparse por resultados, ni taurinos ni económicos.
"EL INAMOVIBLE SEUDOEMPRESARIO, remata el remitente, no perdió el tiempo para agregar un cheque de 50 mil pesos por cuenta del 'generoso' Enrique Ponce, cifra ridícula si se compara con la cantidad de festejos que ha toreado en plazas de México en la década reciente."
POR SU PASMADA parte, la Asociación Nacional de Matadores de Toros, ahora con César Pastor al frente, pero con la falta de brújula de siempre, hizo un conmovedor llamado al desconocido diestro español Tomás López, quien, en la misma línea de ninguneo hacia la fiesta brava de México propiciada por empresarios autorregulados y autoridades desentendidas, el pasado 12 de diciembre, en La Barca, Jalisco, partió en dos la oreja que le otorgó el juez y ordenó que le cortaran las dos de su segundo toro, sin que nadie las hubiera pedido y menos concedido.
ESTO, QUE EN España habría sido motivo de cancelación del permiso de trabajo a un torero extranjero, en nuestra aturdida república apenas ameritó un torpe comunicado al mochaorejas peninsular, en el que la citada asociación "le hace un enérgico llamado de atención manifestándole que su participación en futuras actuaciones debe de manejarla (sic) con respeto al país, a sus compañeros toreros y al público en general (resic), apegándose a una mejor (sicucha) ética profesional. En caso de reincidir con (sicazo) ese comportamiento, nos veremos en la necesidad de imponerle una sanción".
AL ANALFABETISMO Y tibieza del gremio de matadores hay que añadir, desde luego, el penacho multicolor del colonizado empresario que contrató a este López y las orejas de burro del juez que no se atrevió a imponerle multa ejemplar. |