.. | México D.F. Lunes 22 de diciembre de 2003
José Cueli
El Zotoluco torero
El Zotoluco partió plaza en la México cuando el sol arrancaba centelleos a la arena del redondel. Lánguido, los pies enredadillos, las manos entumecidas, el cutis cadavérico y la sangre paralizada, como si viera delante de él 25 culebras enredadas a la morena piel. Azorado, confundía a los toritos de Carranco y los Miuras que se despachaba en las plazas españolas... Hasta que se dio cuenta que eran unos mazapanes navideños los torillos que le tocaran en suerte... Y venga a torear, recobró el color, la serenidad y una relajación novedosa en él.
Ha realizado El Zotoluco dos faenas muy toreras, en medio de una labor machacona, de ardiente vocación, de fervor torero al que consagra su paso triunfal por los ruedos, pese a no ser torero de exquisiteces y serias dificultades para expresar sus emociones. Es El Zotoluco un caballero de la modestia, dedicado a un trabajo esforzado en perpetuar la estirpe torera mexicana actual en solitario.
Poseedor de un espíritu sencillo y toscamente viril, lleva en su quehacer torero los alientos de su paso por corridas difíciles -Miuras, Victorinos, etcétera- que le dieron los resortes de una técnica ágil, flexible, dominadora, a través de una práctica diestra de lidiar a toros difíciles. Mas estos atributos se estrellan frente a toritos como los lidiados en la temporada invernal y en la tarde de ayer: débiles, descastados, pero noblotes, en los que el torero requiere para cuasar impacto en las masas el soplo vivificador que comunique las palpitaciones íntimas y el calor de las mismas a los tendidos.
Es El Zotoluco un consumado lidiador, un torero dominador, no un torerito-ballet de los que gustan actualmente. Un torero duro con fuerza y carácter de poderles a toros encastados, poderosos, que se ve sobrado, se veía sobrado, lidiando los torillos de Carranco. Ya que no es el torerito maduro de los suaves matices, el gracioso ritmo. ƑNo habrá manera de ver a El Zotoluco frente a toros de poder y "eso" que debe de tener el astado de verdad? Porque la tarde en que El Zotoluco se enrede a toros peligrosos y de poder a los que les puede, acabará con el cuadro torero. |