México D.F. Lunes 22 de diciembre de 2003
Montaje de música, canto y danza de Veracruz
presentado en Guanajuato
En Jarocho se unen tradición y modernidad
por medio del arte
Está producido por la Universidad Veracruzana
y dirigido por el inglés Richard O'Neil Fue diseñado para
recorrer el mundo y competir con espectáculos de Stomp! o Cirque
du Soleil
ARTURO CRUZ BARCENAS ENVIADO
Guanajuato, Gto., 21 de diciembre. El espectáculo
titulado Jarocho prueba visual y auditivamente que tradición
y modernidad son polos que se unen por el arte. Durante tres días
(19, 20 y 21 de diciembre) este trabajo se presentó en el Auditorio
del Estado del Centro de Convenciones de este sitio histórico. A
la mayoría del público le sorprendió lo que pasaba
en el escenario, pues pocos sabían de qué se trataba.
Jarocho es el montaje basado en música,
canto y danza de Veracruz mezclados con la idea artística del inglés
Richard O'Neal, quien fuera director asistente en el famoso Riverdance,
que se ha presentado varias veces en México para dar un quemón
de la danza y cantos irlandeses de profunda raíz celta, con aire
de montañas, acantilados y el golpeteo del mar contra las piedras.
A
la función del pasado sábado llegaron empresarios de espectáculos
de Estados Unidos, Europa y México, a quienes se pretende interesar
para que lleven Jarocho a sus salas. En el majestuoso auditorio,
que sigue el estilo arquitectónico de la Sala Nezahualcóyotl
de la UNAM, también arribaron los gobernadores Miguel Alemán,
de Veracruz, y Juan Carlos Romero Hicks, de Guanajuato. Habló el
mandatario de la entidad del Golfo de México: "Este espectáculo
reúne las raíces veracruzanas, de Africa, de España
y la indígena y, como en el caso de Riverdance, se va modernizando,
actualizando, para llevarle a la juventud un nuevo mensaje de las combinaciones
y el nacimiento de las raíces.
"Este es un espectáculo moderno en el que no se
tergiversa la tradición. Se puede ver la parte clásica del
folclor; enviamos un mensaje de las raíces. El zapateado veracruzano
no nació de las raíces indígenas, sino españolas.
La parte de nuestra rumba, de nuestra conga y de nuestro danzón
tiene raíces afrocaribeñas."
Comenzó el show. A lo largo de dos horas, las danzas
veracruzanas se aderezaban con la idea de O'Neal, quien empezó a
trabajar en este proyecto hace dos años, para la Universidad Veracruzana
(UV). La idea es llevar "el mundo jarocho al mundo", expuso el director
de Divulgación Artística de la UV, Manuel Zepeda Ramos, quien
agregó que la idea central es ofrecer algo nuevo, "un espectáculo
sofisticado" con fundamentos veracruzanos y "de primer mundo".
Jarocho fue diseñado, precisó, para
recorrer el mundo y competir con espectáculos de la talla de las
compañías Stomp! y Cirque du Soleil.
El comienzo de la función fue trepidante. Cual
función de Riverdance, los bailarines jarochos marcaban las coreografías
con el cuerpo erguido, las manos ligeramente separadas de él y,
como divisa, la sincronía. Eso emocionó a una señora,
que aplaudió sin poderse controlar. Recibió silbidos injustos.
Es un crimen estar viendo la energía hecha movimiento y quedarse
cual estatua. Eso porque predomina la idea de que los lugares de la cultura
de mármol obligan a ver y no moverse, dizque para no distraer.
Los jóvenes jarocho-irlandeses le echaban ganas.
Levantaban las piernas y el eco de pisadas casi soldadescas removía
sentimientos arraigados en la memoria colectiva. La idea del orden. Un-dos-tres.
Tres-dos-uno. La música circular, la vuelta del sonido de gaita,
que aquí era sustituida por los arpegios de un arpa o un violín,
genera la idea de que el fin puede alargarse eternamente.
Del blanco al negro transparente
Nada de guayaberas ni sombreros. Los cuerpos de ellos
y ellas, envueltos en blusas y camisas negras transparentes. Se unen las
manifestaciones artísticas, populares, de los sitios del Golfo y
las altas praderas de Irlanda. Pero no todo es fusión en las coreografías.
Es tan fuerte la identidad de cada lado que por momentos se separan. Son
gritos de aquí estoy: soy uno y diferente. Soy yo y mi circunstancia.
Soy jarocho.
Es la raíz, la tierra, el origen, el pertenezco
a este punto del planeta, aunque soy del universo. Jarocho: el calor que
marea y hace sensuales a las veracruzanas. De otras latitudes, el frío,
que obliga a moverse. Lo que se mueve está vivo, late. Eso es mundial.
En el baile se proyecta, se manifiesta, el ser, el espíritu. Y,
sin embargo, se mueve.
Se puede hablar del fandango irlandés y de la danza
jarocha irlandesa. La forma de mover los pies, de zapatear y levantar polvo
es similar aquí y acullá. ¿Qué tal un violín
celta y un arpa jarocha? Aparece una mujer: María Juncal, quien
baila flamenco. Originaria de Las Palmas, Gran Canaria, la bailaora puntea
el piso con ritmo que hipnotiza.
El flamenco está en lo jarocho. Todo es síntesis.
Juncal dijo en entrevista que Jarocho ha recibido críticas
de sectores tradicionales, que consideran abuso la vestimenta y la estilización
del folclor veracruzano. Pidió tener mente abierta para aceptar
lo nuevo y ver que el espectáculo llevará la cultura jarocha
al mundo, al sacarla de contextos establecidos.
Jarocho: sustantivo, adjetivo y hasta verbo, para los
propios jarochos. Jarocho es la denominación de los pobladores de
la cuenca del río Papaloapan, en pleno corazón de la costa
del Golfo de México. Jarocho: espíritu desenfadado y bullanguero:
Jarocho: movimiento, velocidad, ritmo. Veracruz: puerto que recibió
a europeos y afrocaribeños portadores de modas. Los acentos musicales
se mezclaron, lo mismo que los ritmos y las costumbres. Todo eso bajo la
responsabilidad de Richard O'Neal.
En entrevista, O'Neal dijo que este espectáculo
es comercial, "pero lleva un mensaje cultural". Destaca la calidez del
público mexicano, a diferencia del de Europa o Estados Unidos. Aún
no sabe cuándo comenzará la gira mundial, pero "esperamos
iniciar presentaciones en la República Mexicana en 2004. El Palacio
de Bellas Artes es un lugar donde queremos estar".
Ya no trabaja para Riverdance, pues Jarocho lo
ha absorbido por completo. "He tratado de respetar los estilos establecidos",
dijo. No quiso informar del costo de la producción, porque, adujo,
según un dicho de su tierra, "a una dama jamás se le pregunta
su edad. Simplemente soy el director y no tengo las cifras exactas".
-¿Jarocho no es, finalmente, un show tipo
Las Vegas?
-Jarocho no es una visión estereotipada
o barata de la cultura veracruzana.
Clásicos populares
A lo largo de dos horas se aprecian cuadros con música
de verdaderos clásicos populares, como La bruja (en una versión
tamizada por el concepto sonoro irlandés), El Colás,
Guacamole, El torito, La Malagueña y La
Bamba, que es interpretada en varias versiones, incluyendo la de jarjazz.
-¿Usted baila La bamba?
-No. Me cuesta mucho trabajo atar el moño.
Jarocho. Producción a cargo de la Universidad
Veracruzana. Dirección: Richard O'Neal; composición musical:
Luis Leñero; coreografía: Ernesto Luna; coreografía
flamenca: María Juncal; coreografía contemporánea:
Cecilia Lugo; coreografía afrocaribeña: Susana Arenas; coreografía
neoclásica: Eugenia Castellanos; diseño de vestuario: Mariestela
Fernández; escenografía: Jorge Ballina; iluminación:
Víctor Zapatero. Participan 36 bailarines y 12 músicos en
escena.
|