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México D.F. Lunes 22 de diciembre de 2003

Hermann Bellinghausen

El jardinero

La mirada de curiosidad que recorre a Ramiro Penedes de pies a cabeza (en ese orden) Ƒes de desprecio o simpatía? A saber. En todo caso, no revela extrañeza. Aquel hombre en overol azul descolorido de trabajo, amplio sombrero de palma y una pala puntiaguda entre las manos terregosas no necesita presentarse para dejar claro que es un jardinero.

Ramiro no domina la situación. No viste ropa suya, desconoce el lugar y lo único que le resulta familiar es la conciencia íntima de su nombre. Ha caminado algunos minutos entre veredas, glorietas de flores y arbustos bien podados en formas versallescas: aves lira, lises, grecas aguirnaldadas, altas espirales verdes apuntando al cielo.

Las preguntas Ƒqué hago aquí? y Ƒdónde estoy? ceden sitio a cuestionamientos más generales. Un aroma floral atempera el ansioso desconcierto de Ramiro. Cuando distinguió de lejos al jardinero, le cruzó la mente una ráfaga de esperanza similar a la que experimenta un vagabundo en el Sahara luego de varios días de dunas, soledad y silencio. Ahora que se encuentra ante el hombre, contiene la lengua pues Ƒen qué idioma? No obstante, y ya que no conoce otra, habla en su lengua materna, que es también la paterna.

-Buenos días.

Sí, son días, cree. El aludido lo revisa lentamente, sin sorpresa, sólo vaga curiosidad, como queda dicho. Ramiro agrega:

-Disculpe, Ƒpor dónde sale uno de aquí?

El jardinero frunce el ceño. Reflexiona acaso. Inesperadamente, habla en correcto español, pero con acento extranjero. ƑExtranjero? Ramiro teme ser él el extranjero.

-Por la puerta.

-ƑCuál? -insiste Ramiro.

-Se sale por donde se entra. O Ƒpor dónde entró usted, caballero?

Claro que Ramiro sólo podría decir "no sé", pero teme resultar sospechoso, o ridículo. ƑMás? El jardinero debe saber más de lo que parece, pues agrega con sorna:

-ƑO usted es de los que no saben cómo llegaron aquí?

Ramiro no necesita asentir para que el otro adivine la respuesta. Ríe, el jardinero. Ramiro considera la posibilidad de ofenderse. Se siente ligeramente culpable, sin motivo. Ni alternativa. El hombre deja caer la pala, alza el sombrero y limpia de su frente un sudor inexistente. Calor no hace, ni frío. Transcurren segundos que parecen minutos. Horas. Los dos hombres, en silencio. El jardinero ríe de nuevo. Una risa hueca, cavernosa. Inhumana, piensa Ramiro con aprehensión.

-Le recomiendo hablar con el responsable -dice al fin el jardinero.

-ƑDónde lo puedo encontrar?

El jardinero señala vagamente hacia la casa que los rodea por completo, si bien a gran distancia.

-He caminado un buen rato, recorrí las habitaciones, y usted es la primera persona que encuentro -dice Ramiro y piensa: "ƑPersona? El primer ser viviente, más bien".

Es lo normal.

-ƑDónde están todos?

-ƑQuienes todos?

-Pues, la gente.

-Yo me encargo del jardín, no de la gente.

-ƑDónde estamos? -se irrita Ramiro.

-Mire, yo trabajo aquí, y vivo en esa cabaña. Así que se lo digo de una buena vez: estamos en mi casa.

-ƑEn qué país o ciudad o?

El jardinero lo mira reprobatoriamente:

-ƑNo sabe?

-ƑQué día es hoy? ƑQué clase de lugar? ƑCómo salgo?

-No tengo autorización para dar esas respuestas -corta el jardinero, recoge la pala y reanuda su labor, que consiste en aflojar la tierra, metódicamente, alrededor de los setos en esa parte del jardín. Ríe por tercera y horrible ocasión, y murmura un soliloquio de no-lo-puedo-creer en una lengua incomprensible, quizás la misma que salía de la radio. Mueve la cabeza de derecha a izquierda, como quien no lo puede creer.

Ramiro desespera, avergonzado. Se encuentra en una situación difícil, pero afuera, y la intemperie le produce cierto alivio. Infundado e insuficiente, pues de igual modo dónde está, cómo llegó, cómo saldrá. Y para ir Ƒa dónde? No consigue recordar. Se aleja rumbo a la casa de los mil cuartos (han de ser como mil, piensa). Al parecer, lo mismo da en qué dirección: lo rodean muros, ventanas pequeñas, puertas entreabiertas para entrar. Sólo para entrar.

(La semana próxima: "Al fondo, la salida''.)

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