México D.F. Lunes 22 de diciembre de 2003
A 14 años de la ocupación, gobierno
y prensa no quieren tocar el tema
Denuncian plan en Panamá para olvidar a caídos
durante invasión estadunidense
Familiares de víctimas exigen indemnizaciones
y que se dé a conocer el número de muertos
DPA Y AFP
Panama, 21 de diciembre. Familiares de las víctimas
de la invasión militar de Estados Unidos a Panamá, el 20
de diciembre de 1989, denunciaron la existencia de un plan para olvidar
a los caídos, mientras la prensa local apenas recordaba la operación
orquestada por Washington para derribar al general Manuel Antonio Noriega
y el gobierno evitaba hacer comentarios sobre la fecha.
La presidenta de la Asociación de los Caídos
del 20 de diciembre, Elizabeth Ayola, responsabilizó a los gobiernos,
de 1989 al actual, de no hacer justicia a los familiares de las víctimas
y evitar que sea conocida la cifra exacta de los muertos, estimada en varios
miles.
Ayola
asistió el sábado a un homenaje póstumo a unas 317
personas enterradas en una fosa común en el cementerio capitalino
Jardín de Paz. Los restos fueron exhumados a principos de los años
90, luego de intesas diligencias de la Procuraduría General.
Algunos cuerpos depositados en el camposanto fueron encontrados
con las manos atadas a la espalda y con disparos de armas de grueso calibre
en la cabeza, lo cual hace suponer que las fuerzas de ocupación
estadunidenses realizaron ejecuciones.
Sin embargo, tras esos hallazgos, otras fosas comunes
localizadas en otros puntos del país no fueron abiertas y las demandas
para realizar las exhumaciones fracasaron.
"Si las víctimas murieron de bala, nosotros no
podemos matarlos de olvido", dijo Ayola frente a las fosas comunes, donde
también hay restos de personas atrapadas por los bombardeos y disparos
de metralla estadunidenses.
También el sábado, centenares de panameños
marcharon por el centro de la capital hasta la embajada de Estados Unidos
en esa nación, encabezados por el sacerdote católico Conrado
Sanjur, presidente del Movimiento Nacional por la Defensa de la Soberanía.
Sanjur calificó de "genocidio" la invasión
estadunidense y llamó a los panameños a recordar a sus muertos.
Consideró necesario que finalmente se sepa cuántas personas
fallecieron.
La policía nacional evitó que los manifestantes,
quienes portaban banderas panameñas y pancartas contra la invasión,
pudieran acercarse a la sede diplomática.
La noche del 20 de diciembre miles de soldados estadunidenses
invadieron la capital panameña desde las bases militares de la zona
del Canal, que entonces controlaban, para deponer al régimen de
Noriega -al que acusaban de violaciones a los derechos humanos y de vínculos
con el narcotráfico- y disolver luego el ejército panameño
(Fuerzas de Defensa), la antigua Guardia Nacional de donde salieron militares
nacionalistas como Omar Torrijos, quien logró en los 70 la firma
con Washington de los acuerdos para la devolución del Canal en 2000.
Durante la invasión, ordenada por el gobierno de
George Bush, padre del actual presidente estadunidense, las tropas de ocupación
aprovecharon para poner a prueba diversas armas, como el llamado avión
invisible, que luego usarían en la primera guerra del Golfo.
Por su parte, la prensa panameña dio poca importancia
a la fecha. La reseñó en pequeñas notas, en las que
culpó al general Antonio Noriega de la ocupación.
Los periódicos tampoco hicieron eco del reclamo
que 272 familias de las víctimas realizan desde hace 10 años
a Estados Unidos para que pague indemnizaciones.
"No hemos olvidado la invasión estadunidense del
20 de diciembre de 1989, aunque las heridas hayan sanado. El responsable
fue el dictador Noriega", señaló el derechista El Panamá
América.
El rotativo Crítica Libre indicó
que "las heridas de las personas que perdieron un familiar durante la invasión
nunca cicatrizarán", pero aseguró que luego de la invasión
"se abrieron surcos de libertad y se estableció el respeto a los
derechos humanos".
El gobierno de Panamá, encabezado por la derechista
Mireya Moscoso, no se pronunció sobre la fecha.
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