México D.F. Lunes 22 de diciembre de 2003
Cayó el gasto empresarial en 5 trimestres,
según el CEESP
Sujetas a inversión privada, las metas económicas
en 2004
Persiste incertidumbre de industriales por conflictos
políticos
ANTONIO CASTELLANOS Y JUAN ANTONIO ZUÑIGA
La
demora en el repunte de la inversión del sector privado en la economía
mexicana implicará una más lenta recuperación del
mercado laboral durante 2004, baja expansión del consumo y con ello
un menor crecimiento del producto interno bruto, advierte una evaluación
del gobierno federal sobre las perspectivas económicas para el próximo
año.
En tanto, el Centro de Estudios Económicos del
Sector Privado (CEESP) sostuvo que la incertidumbre política interna
prevalece sobre la seguridad del repunte de la economía estadunidense,
y estima que difícilmente se alcanzará un crecimiento económico
de 1.5 por ciento en 2003, pues se requerirá un avance de 2.5 por
ciento en el cuarto trimestre del año después de que el producto
nacional se expandió sólo 0.9 por ciento entre enero y septiembre.
El escepticismo empresarial se refleja en las constantes
caídas de la inversión privada ocurridas en los cinco trimestres
anteriores, apuntó el organismo privado, y puntualizó que
en el periodo julio-septiembre de este año la inversión disminuyó
3.7 por ciento respecto del mismo periodo de 2002.
Las perspectivas gubernamentales para 2004, por su parte,
señalan que un mayor retraso del gasto empresarial incidirá
en menor creación de fuentes de empleo y en lento crecimiento del
consumo, los cuales repercutirán a su vez en una menor expansión
de la economía.
También considera que un "mayor debilitamiento
del vínculo industrial de México con Estados Unidos, y un
menor crecimiento del sector manufacturero en aquel país podrían
debilitar las expectativas de expansión de la economía mexicana.
A este respecto, el análisis del equipo económico
del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) destaca que los resultados generales
de la oferta y la demanda agregadas del tercer trimestre 2003, además
de reflejar la debilidad del aparato productivo, también resaltan
la incertidumbre de los inversionistas debido a los conflictos politicos,
lo cual ha limitado los recursos para impulsar la actividad productiva
del país.
La producción industrial, agrega, mantiene una
tendencia negativa que muestra la falta de interés de los inversionistas
nacionales y extranjeros. El último dato, correspondiente a octubre,
mostró una caída en la producción industrial de 0.8
por ciento respecto del mismo mes de 2002, y acumuló siete meses
consecutivos con un comportamiento negativo.
Desde la perspectiva del CEESP, el letargo del sector
manufacturero del país, que en mucho requiere de insumos provenientes
del exterior para producir bienes que se destinan tanto al mercado nacional
como al externo, incidió para que las importaciones totales de bienes
y servicios acumularan dos trimestres consecutivos con variaciones negativas.
Esto, precisó, hizo evidente la reducida demanda externa para las
mercancías de origen nacional y la debilidad que mantiene el mercado
interno.
Además, las importaciones de bienes y servicios
disminuyeron a un ritmo anual de 1.4 por ciento en el tercer trimestre,
porcentaje que hace evidente el estancamiento del aparato productivo del
país. Por si lo anterior fuera poco, señalaron, la adquisición
de bienes para maquiladoras se contrajo a una tasa anual de 2 por ciento,
en tanto que el resto de bienes importados cayó 1.9 por ciento.
En contraste, el sector servicios creció 4.7 por ciento, aunque
éste no fue suficiente para contrarrestar el efecto negativo de
la importación de bienes.
Aunque reconocen que persiste la expectativa de que el
crecimiento mejorará en el mediano plazo, sostienen que la preocupación
que perdura entre las empresas sigue inhibiendo la posibilidad de ampliar
los recursos productivos.
En la perspectiva gubernamental, se estima una expansión
de 4 por ciento en la inversión productiva, para impulsar un crecimiento
económico de 3.1 por ciento, pero previene: "Ante la expectativa
de una moderada recuperación de la demanda externa, y frente a la
posibilidad de que se registren menores efectos multiplicadores de ésta
sobre la economía mexicana, es necesario fortalecer las fuentes
de crecimiento internas que permitan incrementar el potencial de desarrollo
en el largo plazo". Lo cual depende, sobre todo, de mayores inversiones
del sector privado.
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