La iniciativa fiscal foxista, enterrada con 15 votos en la Comisión de Hacienda

Con tortuguismo, panistas intentaron atajar a diputados opositores al IVA

Rechazada, pretensión de desincorporar y fusionar organismos como Imcine y Notimex

ENRIQUE MENDEZ Y ROBERTO GARDUÑO

El paquete fiscal del presidente Vicente Fox y su partido, Acción Nacional, que pretendía gravar con IVA alimentos y medicamentos, fue desechado por la mayoría de legisladores del PRI, PRD y PT en la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, que anoche aprobaron un dictamen de miscelánea fiscal que no modifica sustancialmente las leyes del IVA y el ISR, y esta mañana discutirán el dictamen de la Ley de Ingresos. La decisión del grupo plural sobrepasó las tácticas de los panistas Gustavo Madero, presidente de la comisión, y Juan Molinar Horcasitas, que pretendieron reventar la reunión.

Ante ese panorama, anoche circuló la versión de que los panistas, con el respaldo de Elba Esther Gordillo, presentarían en la sesión de hoy un voto particular -como en su momento intentó el bloque opositor para echar abajo el "IVA disfrazado" al consumo- para tratar de que el gravamen se vote este lunes.

Esa mayoría también rechazó gravar libros, periódicos y revistas, y la pretensión del Ejecutivo por desincorporar y fusionar organismos como la Agencia Mexicana de Noticias, el Centro de Capacitación Cinematográfica, el Imcine, el Colegio de Posgraduados, la Comisión Nacional de Zonas Aridas, Lotería Nacional y Pronósticos Deportivos, entre otros. Preservarlos tendrá un costo de 4 mil millones de pesos.

El fracaso del segundo intento del Ejecutivo -con el respaldo de Elba Esther Gordillo y sus diputados fieles- por impulsar medidas impositivas a la población configura un escenario en el que se mantendrá el mismo régimen fiscal para el próximo año con IVA de 15 por ciento, y 10 en la frontera norte, pero se mantiene la tasa de actual de ISR para personas físicas y morales.

Después de una discusión de más de seis horas, la mayoría en la comisión enterró por 15 votos en contra, 13 a favor y dos abstenciones la iniciativa panista de aplicar un impuesto a la comercialización y servicios específicos con una tasa de 6 por ciento, propuesto tanto por Gordillo como por el PAN, como pieza fundamental de la "reforma" foxista.

Como había ocurrido en los días recientes, el diputado Madero emprendió una estrategia dilatoria en la reunión de la comisión de ayer, porque no cumplió con su compromiso de someter a votación, como primer punto del orden del día, el tema del nuevo gravamen.

En cambio incluyó antes las minutas del Senado, y una de ellas, la que contiene el Código Fiscal, fue alterada por él y su secretario técnico, Jorge Villalobos, quien no sólo "perdió" las firmas de los diputados a favor de esos documentos, sino que al momento de la votación del impuesto intentó influir en el resultado al sostener que había 13 a favor y 13 en contra. Los priístas María Esther Sherman y Salvador Sánchez se dieron cuenta de "la jugarreta" y obligaron a Madero a repetir el escrutinio y, de paso, que su empleado se abstuviera de intervenir.

Cuando se tocó finalmente el paquete fiscal, el presidente de la comisión secundó la posición de su compañero de bancada, Juan Molinar Horcasitas, quien en tono catastrófico advirtió que si la comisión desechaba el nuevo impuesto, la comisión se quedaría sin materia y, por lo tanto, no habría nada que votar en la tercera sesión extraordinaria de hoy.

Ese ardid retrasó dos horas los trabajos, pues los diputados consultaron con el Jurídico de la cámara y los asesores legales de cada bancada. Resuelta la duda, en el sentido de que Molinar no tenía razón, continuó el debate.

La derrota de la propuesta foxista propició que desde la Secretaría de Gobernación, Santiago Creel Miranda ordenara al subsecretario de Enlace Legislativo, Humberto Aguilar Coronado, trasladarse a San Lázaro porque el coordinador de la bancada del PRI, Emilio Chuayffet Chemor, se había negado a asistir al Palacio de Covián, como le pidió el funcionario.

Aguilar Coronado solicitó a Chuayffet que la bancada del PRI apoyara la propuesta del presidente Vicente Fox, porque se había decidido, de último momento, reducir la tasa del nuevo gravamen de 6 a 3 por ciento. El ofrecimiento fue rechazado por el priísta, así como por el grupo plural -que finalmente no presentó su proyecto alternativo, porque al rechazarse el paquete foxista ya no era necesario, y esa tarea corresponderá a la Convención Nacional Hacendaria-, con el argumento de que si con el 6 por ciento la recaudación estimada sería de 15 mil millones de pesos, con la mitad el monto no superaría 7 mil 500 millones.

Al retirarse de la oficina de Emilio Chuayffet, ubicada en la Junta de Coordinación Política, Aguilar Coronado se trasladó a la Secretaría de Gobernación, y posteriormente a Los Pinos, donde el presidente Fox envió un mensaje a propósito de la votación en contra de su proyecto. En cambio, el coordinador priísta reunió a los integrantes de su bancada en la Comisión de Hacienda, y los instruyó de no complicar la negociación, ni afectar las variables macroeconómicas, "si no es necesario".

Presionan Gil y Montiel

El escaso margen en la votación en contra del impuesto se debió a las presiones que ejercieron el secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, y el gobernador del estado de México, Arturo Montiel Rojas, para que los diputados José Adolfo Murat y Arturo Alcántara votaran de último momento a favor de la iniciativa foxista. En la víspera, ambos legisladores habían suscrito una carta enviada al panista Gustavo Enrique Madero, presidente de la comisión, manifestando su desacuerdo con la intención de aplicar una nueva carga impositiva.

Junto a otros 15 diputados de PRI, PRD y PT, Alcántara y Murat señalaron que "los mexicanos estamos viviendo los efectos negativos de un modelo económico que, lejos de resolver los problemas sociales de los más desprotegidos, agrava las situaciones de pobreza y ha deteriorado las condiciones de vida de la clase media de la población".

A pesar de ese tajante rechazo al nuevo impuesto, ratificado con sus firmas, ayer, en plena sesión de la Comisión de Hacienda, el diputado Murat recibió una llamada telefónica de Francisco Gil Díaz, quien lo convenció de respaldar el proyecto foxista. En ese momento, y sin desconectar la llamada, le pasó su teléfono celular al oaxaqueño Luis Antonio Ramírez -hijo del dirigente cenecista Heladio Ramírez López-, quien no aceptó las presiones del secretario de Hacienda y le replicó: "Yo fui electo por los oaxaqueños, y a ellos debo mi voto".

Aun así, José Adolfo Murat -sobrino del gobernador de Oaxaca, José Murat, y legislador plurinominal sustituto del mexiquense Alfredo del Mazo- se convirtió en el personaje que estuvo a punto de provocar una grave crisis en la bancada del PRI, porque junto con Arturo Alcántara también admitió las presiones de Arturo Montiel, quien como Gil llamó a ambos por teléfono celular.

La actitud de Murat fue objeto de burlas de sus propios compañeros del PRI, porque cuando le exigieron una explicación respondió: "Yo voté en conciencia". Ese argumento no fue admitido por los priístas, quienes lo calificaron de "traidor", e incluso legisladores del PT y del PRD bromearon con él y con ironía le reprocharon: "Ojalá ese tipo de conciencia no sea la que vaya a existir en esta Cámara de Diputados".

Ante la andanada, Adolfo Murat -quien tiene una semana de diputado- fue de gazapo en gazapo. Primero, ante los reclamos de los priístas, sollozó mientras deambulaba cabizbajo por los pasillos de la cámara, y ante los reporteros acusó a los medios de comunicación de ser la causa de "las agresiones contra el Congreso". Y para intentar justificar su voto, emitió un comentario que dejó fríos a los periodistas: "Yo estudié en el ITAM y ahí creemos que todas las medidas económicas que plantea el presidente Vicente Fox son las mejores para el país".

Todavía con lágrimas en los ojos, Adolfo Murat aceptó, junto con Alcántara, firmar el dictamen que, una vez desechado el impuesto, redactó la mesa directiva de la comisión. En el resultado también influyó el voto a favor del diputado del PVEM Alejandro Agundis, quien fue llamado de última hora para intentar revertir el rechazo al impuesto.

A favor del impuesto votaron los priístas Murat y Alcántara -aunque finalmente aprobaron el dictamen- y Francisco Suárez Dávila, el ecologista Agundis, y los panistas José Felipe Puelles, Marco Antonio Cortés, Juan Molinar Horcasitas, Gustavo Madero, José Guadalupe Osuna, Manuel Pérez Cárdenas, Miguel Angel Toscano, José Israel Trejo y Francisco Javier Valdez.

En contra lo hicieron los perredistas Dolores Padierna, Emilio Zebadúa, Alfonso Ramírez Cuéllar, Javier Salinas y Diana Bernal, y los priístas Angel Buendía, Enrique Escalante, José Luis Flores, María Esther Sherman, José Alarcón, Luis Antonio Ramírez, Mario Moreno, Francisco Luis Monarrez y Juan Carlos Pérez Góngora, y el petista Oscar González Yáñez. El coordinador de Convergencia, Jesús Martínez, y el priísta Jesús Vizcarra se abstuvieron.

Ingresos extras por casi $60 mil millones

El dictamen plantea una modificación a la ley del ISR para reducir de 34 a 33 por ciento la tasa a personas físicas y morales, así como un cambio a la ley del IVA y a la del ISR para incluir una tasa fija de 100 pesos a los trabajadores informales para incluirlos dentro del Régimen de Pequeños Contribuyentes. Esta medida permitiría recaudar más de 20 mil millones de pesos para los estados y municipios.

También se prevé ampliar el fondo general de participaciones a las entidades federativas, y se desechó el capítulo 12 de la Ley de Derechos, con lo cual se mantiene el régimen fiscal de Petróleos Mexicanos. El diputado del PT Oscar González Yáñez explicó que se obtendrían 27 mil 305 millones de pesos, como resultado de estimación de mayores ingresos por IVA en mil 906 millones de pesos, de ISR por 13 mil 552 millones de pesos, estimación del precio del barril de petróleo en 21 dólares -y no en 20, como proponía el Ejecutivo-, y recuperación de créditos fiscales por 7 mil 487 millones decesos. Aunque estas cifras dan como resultado 31 mil 305 millones de pesos, los diputados descontaron el costo de mantener los organismos públicos que Vicente Fox pretendía desincorporar. Además, los legisladores pretenden obtener 30 mil millones de pesos por reorientación del gasto.

La comisión aprobó tres minutas del Senado, que contienen la Ley de Transparencia de los Servicios Financieros, reformas a la Ley de Instituciones de Crédito, y la modificación de un apartado de la Ley del Mercado de Valores para transparentar las operaciones bancarias de las empresas, que serán presentadas hoy al pleno.