El viceministro de Relaciones Exteriores atribuyó valor político al intercambio comercial

Desautoriza el gobierno cubano a funcionario que habló sobre EU

"No se interpretaron correctamente" los objetivos de la isla en los negocios con Washington, dice

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

La Habana, 24 de noviembre. En una decisión insólita, el gobierno cubano desautorizó hoy públicamente a un viceministro de Relaciones Exteriores por haber formulado declaraciones sobre el comercio con Estados Unidos y por no interpretar "correctamente" la posición oficial.

El vicecanciller Angel Dalmau, a cargo del área de difusión de la cancillería y de las relaciones con Europa, "aunque actuó de buena fe, no está autorizado para hacer declaraciones de este tipo sobre el tema en cuestión", indicó un comunicado oficial.

Las declaraciones de Dalmau fueron distribuidas por la agencia France Presse el viernes pasado y no fueron publicadas en Cuba. En cambio, el comunicado oficial apareció en la portada del diario Granma, fue reproducido en radio y televisión y omitió precisar el cargo del viceministro, al que sólo llama "funcionario cubano de Relaciones Exteriores".

El eje del diferendo es la serie de compras de alimentos que realiza Cuba en Estados Unidos desde hace dos años, aprovechando una excepción de las leyes estadunidenses, que impiden la relación económica con la isla. Las operaciones suscritas suman cerca de 590 millones de dólares, según la Empresa Importadora de Alimentos (Alimport).

La nota de la France Presse citó una frase de Dalmau: "En este momento cada compra que realizamos en Estados Unidos no es sólo porque ahorramos dinero, sino porque tienen más valor político" para "derrotar el bloqueo estadunidense".

Según el comunicado, las palabras del vicecanciller "no interpretan correctamente los objetivos del gobierno de Cuba" al realizar esas operaciones.

En la nota de la agencia, Dalmau también opinó que Cuba "no va a realizar todas sus compras en un solo mercado. Eso sería un suicidio político. Ya tuvimos todos los huevos en la canasta de la economía estadunidense, antes de la revolución, y luego por voluntad propia los pusimos todos en la canasta del campo socialista. O sea que en un siglo, perdimos los huevos dos veces".

La nota oficial fue clara en la desautorización al viceministro, pero no precisó las diferencias respecto del contenido de sus comentarios. El comunicado concluyó con este alegato:

"Estas compras en realidad surgieron de una situación imprevista y ante una posibilidad limitada y precaria. El objetivo de nuestra política, más allá del cese de un bloqueo cruel y absurdo que dura ya casi medio siglo y al cual se opone la inmensa mayoría de los países del mundo, es el establecimiento de relaciones tanto económicas como científicas y culturales mutuamente convenientes para ambos pueblos, así como el absoluto respeto a la independencia, la soberanía plena y la dignidad del pueblo cubano, un derecho que ha sabido ganarse con su resistencia invencible y su heroísmo incomparable frente a la potencia más poderosa que ha existido en la historia."