México D.F. Lunes 20 de octubre de 2003
Figuras de la cultura exigen
al edil que se desista del plan
Puebla: crece el rechazo contra el estacionamiento
Los poderes Ejecutivo y Legislativo, investigadores
y académicos advierten sobre los riesgos de la obra
LA JORNADA DE ORIENTE
Puebla, Pue., 19 de octubre. Mientras el Instituto
Nacional de Antropología e Historia (INAH) analiza la solicitud
del ayuntamiento de Puebla para construir un estacionamiento subterráneo
entre el Zócalo y la catedral, el repudio popular hacia la pretendida
obra aumenta y se siguen añadiendo voces calificadas que exigen
al edil panista Luis Eduardo del Sagrado Corazón de Jesús
Paredes Moctezuma que desista de sus planes.
El gobernador Melquiades Morales Flores, el pleno del
Congreso local, el arzobispo de Puebla, Rosendo Huesca y Pacheco, y los
partidos políticos, incluido Acción Nacional, manifestaron
en el transcurso de la semana su apoyo al INAH, luego de que ordenó
suspender las excavaciones que la comuna realizó sin autorización
en la plancha del Zócalo.
Los
representantes sociales y políticos, que durante el tiempo que lleva
la polémica por el subterráneo habían optado por mantener
una postura prudente -que los activistas y académicos de la Benemérita
Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) calificaban de "tibia"-, hicieron
un llamado a la alcaldía panista para que se ciña a la legislación
de conservación y preservación de monumentos históricos,
y reconozca al INAH la autoridad que le ha escatimado.
La preocupación por los riesgos que implica el
estacionamiento no sólo para la catedral, sino también para
el Centro Histórico en su conjunto -declarado Patrimonio Cultural
de la Humanidad en 1987 por la Unesco-, ha trascendido las fronteras estatales,
pues investigadores, académicos, intelectuales y artistas de todo
el país han manifestado su rechazo a la obra.
La semana pasada el Seminario de Estudio y Conservación
del Patrimonio, del Instituto de Investigaciones Estéticas de la
UNAM, fijó su postura sobre el caso y manifestó que el anteproyecto
del estacionamiento "presenta graves riesgos para la conservación
de monumentos históricos y artísticos de los alrededores,
y en específico puede afectar a la catedral".
En tanto, en un desplegado publicado en diarios estatales,
figuras de la cultura nacional -como el pintor Francisco Toledo; los escritores
Paco Ignacio Taibo I, Paco Ignacio Taibo II, Elena Poniatowska, Carlos
Montemayor y Vicente Leñero; la actriz y directora teatral Jesusa
Rodríguez, y el caricaturista Rogelio Naranjo, entre otros- también
pidieron a la administración de Paredes Moctezuma que se abstenga
de la construcción, y solicitaron al mandatario estatal que emita
cuanto antes una declaratoria de emergencia para proteger el Zócalo,
según las facultades que confiere la Ley de Poblaciones Típicas
y Bellezas Naturales.
En el mismo sentido se manifestó Bolfy Cottom,
investigador de Estudios Históricos del INAH, quien dictó
una conferencia el jueves en el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades
de la BUAP y dijo que al Poder Ejecutivo le falta "voluntad política"
para proteger la plaza de Armas.
Con todo, la comuna panista insiste en realizar el estacionamiento,
con el argumento de que ni la catedral ni ningún otro monumento
histórico sufrirán daños. El responsable de la obra,
Maximino Bear Sanz, titular de la Coordinación de Macroproyectos
en la alcaldía poblana, manifestó en su primera comparecencia
ante el INAH, luego de la suspensión de las excavaciones, que "el
Zócalo no es monumento histórico" y que "no colinda con la
catedral", y para validar su afirmación invocó el Decreto
Presidencial de Zona de Monumentos Históricos, del 18 de noviembre
de 1977.
Sin embargo, el decreto estipula claramente en la fracción
B que la zona monumental de Puebla tiene 27 plazas y jardines, y menciona,
en primer lugar, a la plaza de la Constitución, que no es otra que
el Zócalo.
En reiteradas ocasiones el edil Paredes Moctezuma -quien
en su juventud militó en el Frente Universitario Anticomunista y
participó en hechos violentos contra estudiantes de izquierda- ha
sostenido que el INAH no tiene autoridad para decidir sobre la viabilidad
o improcedencia de la construcción, porque el ayuntamiento tiene
facultades absolutas sobre el uso del suelo en el territorio que gobierna.
El munícipe ha dicho también que si su administración
acató la suspensión de obras en la plaza principal de la
ciudad no es porque reconozca la autoridad del INAH, sino porque quiere
dar ''una imagen de tolerancia y respeto a la ley''.
Sin embargo, hay otros actores que no coinciden con el
presidente municipal, como el arzobispo Rosendo Huesca y Pachecho, quien
dijo que no hay una bitácora de construcción de la catedral
y que tampoco se sabe hasta dónde llegan los cimientos del inmueble
religioso, por lo que el pretendido estacionamiento subterráneo
podría dañarla irremediablemente.
Por lo pronto, la comuna ya inició una ofensiva
contra los académicos y activistas que han alzado sus voces contra
la destrucción del patrimonio. La semana pasada el síndico
municipal interpuso una denuncia de hechos por el desmantelamiento de un
corral de láminas que protegía los trabajos en el Zócalo,
acción concretada por alumnos de preparatorias de la BUAP y ciudadanos
que participaban en una manifestación de protesta convocada por
la Red Ciudadana de Apoyo Mutuo.
El secretario de Comunicación Social de la alcaldía,
Alberto Pérez Peña, dijo que en la querella estaban denunciados
el antropólogo Julio Glockner Rossainz -célebre por sus obras
acerca de las comunidades que viven cerca de los volcanes- y el urbanista
Francisco Vélez Pliego -artífice de un programa para la conservación
del Centro Histórico de la ciudad, financiado por Banobras-, ambos
investigadores de la BUAP, así como el médico veterinario
zootecnista Armando Domínguez Márquez, líder de la
organización Ciudadanos Independientes.
El
rector de la BUAP, Enrique Doger Guerrero, ofreció el apoyo de la
institución a sus académicos, y dijo que el bufete jurídico
de la casa de estudios está listo para defenderlos en los tribunales,
pues son inocentes de los hechos que se les imputan.
Pero Glockner, Vélez y Márquez han tomado
el asunto con ligereza y hasta con humor, pues en principio ellos no participaron
del desmantelamiento del corral ni incitaron a la gente a que lo hiciera;
además, la comuna presentó como prueba de sus acusaciones
un video de la televisora Tv Azteca Puebla y 48 fotografías, que
no constituyen pruebas fehacientes.
La denuncia del ayuntamiento ha servido más bien
para el chacoteo popular, pues los presuntos demandados solicitaron los
oficios del mejor abogado que ha tenido México: el presidente Benito
Juárez García, encarnado por Jesusa Rodríguez, quien
vino a Puebla para ofrecer un acto político-cómico. La actriz
comentó que el alcalde no tiene la calidad moral para acusar a nadie
de destrucción, cuando él ya cometió el crimen de
hacer una excavación en el Zócalo.
En la radio, un experimentado periodista resumió
así el hecho: "Para propuestas de mal chiste, como el estacionamiento
suberráneo, hay que traer histriones de calidad que defiendan el
Zócalo, porque ese es el nivel de debate de nuestro alcalde: el
de la comicidad y la burla".
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