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México D.F. Miércoles 8 de octubre de 2003

MEXICO SA

Carlos Fernández-Vega

La desigualdad empeora en América Latina, reconoce el BM

Como en la colonia, las elites manejan instituciones y políticas para favorecerse

EN "CRISIS DE FE" DESDE julio pasado, cuando reconoció que la política privatizadora por él "sugerida" no obtuvo los resultados previstos, el Banco Mundial ahora se pronuncia por reformar "el trunco y elitista estado de bienestar que prevalece en América Latina", en el que -dicho sea de paso- también ha tenido mucho que ver, cuando menos en las últimas décadas. El organismo financiero hizo circular ayer su más reciente estudio (Desigualdad en América Latina y el Caribe: Ƒruptura con la historia?), en el que concluye que "para poner fin a la prolongada historia de desigualdad en la región es necesario que las naciones emprendan profundas reformas de las instituciones políticas, sociales y económicas, mejoren el acceso de los pobres a servicios y bienes básicos -en especial la educación-, entreguen transferencias de ingresos a las familias pobres y apliquen políticas públicas específicas para ayudar tanto a los indígenas como a los afrolatinos".

LENTO, PERO SEGURO, el Banco Mundial parece haber registrado lo que los ciudadanos de a pie en la región observan y padecen cotidianamente: "Tal como en el antiguo periodo colonial, hoy también son los grupos de elite los que dan forma a las instituciones y las políticas públicas para favorecer en primer lugar sus propios intereses... América Latina y el Caribe es una de las regiones con mayor desigualdad en el mundo... Es altamente desigual en cuanto a ingresos y también en el acceso a servicios como educación, salud, agua y electricidad; persisten además enormes disparidades en términos de participación, bienes y oportunidades. Esta situación frena el ritmo de la reducción de la pobreza y mina el proceso de desarrollo en sí".

RESULTA ALTAMENTE DUDOSA la "reconversión" del organismo financiero, pero en su análisis señala que "el decil más rico de la población de América Latina y el Caribe se queda con 48 por ciento del ingreso total, mientras el decil más pobre sólo recibe 1.6 por ciento... En las naciones industrializadas el decil superior recibe 29.1 por ciento, mientras el decil inferior recibe 2.5. Los investigadores usaron también el índice de Gini para medir la desigualdad en la distribución del ingreso y el consumo, y descubrieron que desde la década de los setenta hasta la de los noventa, la desigualdad en América Latina y el Caribe fue superior en 10 puntos respecto de Asia; en 17.5 puntos respecto de los 30 países de la OCDE, y en 20.4 puntos respecto de Europa oriental."

DICHOS INVESTIGADORES concluyeron que "en promedio, la desigualdad del ingreso ha tendido a empeorar en la región aunque las experiencias son variadas; algunos países con relativa igualdad, como Argentina, Uruguay y Venezuela, han experimentado aumentos en la desigualdad, el primero en forma drástica. Por el contrario, Brasil, históricamente el país con mayor desigualdad de la región, experimentó una leve pero significativa mejora, al igual que México, país que parece haber mejorado un poco su situación".

TAMBIÉN DESCUBRIERON QUE "la raza y la etnia son los factores que determinan en forma más permanente las oportunidades y el bienestar de los individuos de esta región. Tanto los indígenas como los afrolatinos viven en considerable desventaja respecto de los blancos, puesto que son estos últimos los que reciben los ingresos más altos de la región. El estudio se centra en siete países (Brasil, Guyana, Guatemala, Bolivia, Chile, México y Perú) y revela que los hombres indígenas ganan entre 35 a 65 por ciento menos que los hombres blancos; la disparidad entre mujeres blancas y mujeres no blancas es similar. En Brasil, por ejemplo, las mujeres y los hombres de ascendencia africana ganan alrededor de 45 por ciento de los sueldos de sus contrapartes blancos".

EN TRES PAISES DONDE las categorías étnicas y raciales revisten gran importancia, como Guatemala, Bolivia y Brasil, más de 50 por ciento de los hogares encabezados por hombres o mujeres blancos tienen acceso a alcantarillado, en comparación con 30 por ciento de los hogares encabezados por hombres indígenas y 37 por ciento de los sostenidos por mujeres indígenas. Entre los brasileños, 50 por ciento de los hogares encabezados por mujeres blancas tiene alcantarillado, contra 40.5 por ciento de hogares encabezados por hombres no blancos y 45.1 por ciento de los encabezados por mujeres no blancas. "En toda la región, la parte inferior de todas las escalas de distribución de activos la ocupan las mujeres y las personas de origen indígena o africano".

UN EJEMPLO DE LA vigencia colonial registrada por el Banco Mundial "es que los países de la zona no lograron niveles altos de alfabetismo hasta bien entrado el siglo XX. El bajo nivel de apoyo prestado a la educación primaria contrasta con el generoso financiamiento que recibieron las universidades, donde se educaban los hijos de los grupos dominantes. Por otra parte, un rasgo característico es la debilidad de las instituciones políticas de la región y, si bien la transición a regímenes democráticos vivida por muchos países ha impulsado importantes avances, los patrones de influencia siguen siendo altamente desiguales y aún existe una tradición de clientelismo y patronazgo, a pesar de las prácticas electorales a nivel nacional y local".

ENTRE OTRAS COSAS, EL "reconvertido" organismo recomienda "construir instituciones políticas y sociales más abiertas, que permitan tanto a los grupos pobres como a los subordinados, por ejemplo a indígenas y descendientes de africanos, lograr mayores niveles de protagonismo, participación y poder en la sociedad... Asegurar que las instituciones y las políticas económicas procuren mayor equidad, a través de una sólida gestión macroeconómica e instituciones equitativas y eficaces para resolver los conflictos, que eviten las enormes redistribuciones regresivas que se producen en situaciones de crisis y que permitan ahorrar en los tiempos buenos para mejorar el acceso de los pobres a las redes de protección social durante los tiempos malos".

Las rebanadas del pastel:

SI LOS PAISES LATINOAMERICANOS proceden como recomienda el Banco Mundial, entonces Ƒcon qué pagarán la deuda externa?

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