.. | México D.F. Lunes 6 de octubre de 2003
El festival comenzará el 9 de octubre
en la Cineteca
Se proyectarán 16 cintas de lo más representativo
de Europa
JUAN JOSE OLIVARES
El Festival Cinema Europa 2003, que se inicia el próximo
9 de octubre en la Cineteca Nacional, es un menú de 16 cintas de
lo más representativo del séptimo arte de los países
de la Unión Europea.
Sin duda, "la pantalla es la vía de entendimiento
entre los pueblos. Por eso, este festival tiene como objetivo difundir
una de las actividades productivas, sociales y culturales de cada país,
por más pequeño que sea. Refleja el carácter político
de la Unión Europea", comentó Pierre Augusto Petaco, director
del Instituto Cultural de Italia, país que organiza este año
la muestra por ser presidente en turno de la Unión Europea.
Otra de las intenciones de este tipo de exhibiciones de
cine, que difícilmente podrá verse en carteleras comerciales,
es tratar de contrarrestar de alguna manera lo avasallante y voraz de las
empresas estadunidenes y su cine hollywoodense.
Los 25 países de la Unión Europea no sólo
tienen acuerdos cinematográficos entre sí, sino que están
abiertos a coproducciones extraeuropeas.
Cintas
de Italia, Alemania, Austria, Bélgica, Francia, España, Finlandia,
Dinamarca, Países Bajos, República Checa, Portugal, Chipre,
Hungría, Irlanda y Suecia, de producción de 2000 a la fecha,
mostrarán las temáticas actuales y la idiosincrasia de esos
países.
En un inicio, la creación de la Unión Europea
estuvo encaminada a las relaciones multilaterales en cuanto al comercio
y la política; en la actualidad esos lazos se fortalecen aún
más debido a los intercambios culturales, que se solidifican con
el cine.
El banquete se iniciará con Un viaje llamado
amor, de Michel Plácido, basada en la vida de Sibilla Aleramo,
una de las poetas más importantes de Italia. Alemania aporta
Anansi, producción que aborda la difícil situación
de Africa en torno al problema de la inmigración, bajo la dirección
de Fritz Baumann. Austria está presente con una realización
que explora el descubrimiento de dos mundos distintos: el oeste y el este,
con Blue moon, de Andrea María Dusl.
La poesía audiovisual de la directora Marion Hänsel,
es la posibilidad de mostrar, por medio de Nubes: cartas a mi hijo,
una reflexión sobre los sentimientos que animan a una futura madre.
Francia presenta 17 Veces Cecile Cassard, que participó también
en la selección fílmica de Cannes. España trae Silencio
roto, realización de Montxo Armendáriz, sobre la lucha
de los "maquis" en la Guerra Civil española. Corazón despistado
es una compleja historia de amor del finlandés Alu Louhimies. Dinamarca,
tierra que dio origen al movimiento Dogma, invita a ver una creación
más firmada bajo las normas del polémico manifiesto: A
corazón abierto, Dogma 28, de Susanne Bier. Países Bajos
exhibe el thiller sicológico La caverna, de Martín
Koolhoven, director nacido en Amsterdam.
República Checa presenta una cinta llena de humor
ácido, sarcástico y crítico, Más vale ser
sano y rico que pobre y enfermo, de Juraj Jakubisko. Palabra y utopía,
es un manjar portugués de Manoel de Oliveira. Chipre tiene una presencia
llena de sabor crítico, con un roadmovie titulado Bajo
las estrellas, de Christos Georgiu. De Hungría llega Hukkle.
Irlanda brinda una inquietante película de John Lynch, la opera
prima Tren nocturno.
El embalsamador, del italiano Matteo Garrone, es
una película de fuertes pasiones y Eso de ser adulto, del
sueco Fredik Lindström, permiten imaginar la vida de una manera distinta
a la realidad.
Con el sello de su propia identidad, 15 cinematografías
llevan a un viaje por el tiempo, la geografía, los colores, aromas,
conflictos y reflexiones que son el condimento de su historia.
|