CIUDAD PERDIDA

Miguel Angel Velázquez

TEPJF: las consecuencias de una decisión

LAS CONSECUENCIAS que deberá traer la decisión de los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) al validar el rebase de los topes de campaña en los que incurrió el Partido Acción Nacional y su candidato, Fernando Aboitiz, en la delegación Miguel Hidalgo, fueron señaladas claramente en el voto particular que formularon los magistrados opuestos (tres de siete) a esa decisión, que parecen burlar al legislador y las leyes que proclama.

ES MUY interesante el párrafo en donde los magistrados en contra establecen el impacto que tiene la sobreoferta publicitaria en el votante: "El ciudadano -establecen los magistrados- no solamente es víctima del exceso de propaganda, que es un efecto del rebase de los topes de campaña, sino que también es sujeto a un influjo indebido que vicia su voluntad, pues es de todos conocido las consecuencias que produce la propaganda en medios masivos de comunicación, lo que viola el principio de certeza, rector de las decisiones".

DICEN LOS jueces del tribunal federal opuestos a la resolución final que de aceptar la postura -que al final triunfó por cuatro votos en favor- que "de aceptar una postura distinta (la propuesta por el tribunal local) se llegaría al absurdo de considerar, en principio, que la exigencia dirigida a los partidos políticos de no exceder el tope de gastos de campaña, que se encuentra contenida en una norma de orden público y, por ende, de cumplimiento ineludible, quedará sujeta a la voluntad o aceptación de dichos institutos (los partidos políticos), siempre y cuando fueran varios los que traspasaran ese límite, con lo cual se ocasionaría la situación que precisamente se quiere evitar, consistente en que no sea la inversión de grandes cantidades de dinero la que determine el resultado de la elección, sino que lo invertido tenga como finalidad informar de los programas, propuestas, cualidades del o los candidatos, para que el elector se encuentre en condiciones de ponderar las opciones que existen, y de esa forma adoptar la que sea más acorde con sus intereses".

PERO ADEMAS de todo ello, advierten que el fallo que produjo la ponencia de la magistrada Berta Navarro se apoya en una verdad jurídica no probada, ya que el tribunal electoral local no ha dado firmeza jurídica a la determinación de carácter administrativo que emitió el Instituto Electoral del Distrito Federal, resolución que además ha sido impugnada por el PRD.

"AUN EN el supuesto -dicen los tres magistrados opositores- de acreditarse que el PRD excedió el tope de gastos de campaña, lo cual (...) no es posible dar por sentado definitivamente, en virtud de encontrarse sub iudice la determinación correspondiente, esto no podría desvirtuar la causa de nulidad, respecto del elemento determinancia, puesto que esto no afecta la relación existente entre la diferencia de votos y el exceso de gasto, sino por el contrario, viene a sumar la magnitud de las irregularidades cometidas en la elección, lo que a su vez implica mayores razones para estimar actualizada la causa de la nulidad mencionada".

ESTA SITUACION, que se ha convertido en escándalo, uno más, hace pensar no sólo en la injusticia del fallo del tribunal, sino en que estamos inmersos, otra vez, en un sistema de elecciones sucias, tramposas, tan sucias y tan tramposas como las que ya se han vivido, es decir, ilegítimas.

ES INTERESANTE aquí recordar al escritor Howard Fast, quien en su inolvidable Espartaco, al hablar de la justicia en el imperio romano dice: "La confusión acerca de lo justo y de lo injusto fue en aumento, en vez de atenuarse, y sólo sobre la base de la riqueza y el poder consiguió establecer una racionalización. En conjunto la justicia venía a significar que la riqueza y el poder se mantenían incólumes, pero la importancia de la ética respectiva desapareció gradualmente".

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