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E C O N O M I A
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México D.F. Sábado 13 de septiembre de 2003

CUMBRE DE CANCUN

Denuncia Brasil presiones de grandes potencias para dividir al bloque en desarrollo

Crece el disenso agrícola entre el G-21 y los países industrializados

"Negociar es dar y tomar; no se trata sólo de plantear demandas", señaló el enviado de Washington Anuncian para hoy texto preliminar que destrabaría el inicio del diálogo

ROBERTO GONZALEZ A. Y ROSA E. VARGAS ENVIADOS

Cancun, 12 de septiembre. Antes que acercarse, las posturas de los países representados en la Organización Mundial de Comercio (OMC) se profundizaron más este viernes en la complicada discusión sobre la reforma del mercado agrícola, de la que depende el éxito o el fracaso de esta cumbre. La ausencia de acuerdos mínimos para iniciar la negociación y la reforzada unidad de un grupo de naciones en desarrollo, entre ellas México, ocasionó que desde las delegaciones de Estados Unidos (EU) y la Unión Europea (UE) empezaran a surgir "presiones de todo tipo" contra los gobiernos que piden un compromiso más claro de los países industrializados para equilibrar las normas del comercio agrícola.

El tiempo es ya factor de preocupación para los asistentes a la quinta Conferencia Ministerial de la OMC, que concluye el próximo domingo. Este sábado será presentado a las delegaciones un "texto preliminar" sobre las modalidades de negociación en agricultura, tema que se discute desde hace cuatro años sin que se hayan logrado puntos de acuerdo.

Existe consenso en que el mayor reto de esta cumbre es generar un compromiso político de los gobiernos para apoyar y definir el sentido de las negociaciones sobre agricultura, que se desarrollan en dos vías: una, la exigencia de los países menos desarrollados para que los industrializados reduzcan los subsidios a sus agricultores; la otra, la posición de EU, la UE, Suiza y Japón, de que sólo disminuirán las subvenciones hasta que las naciones en desarrollo abran completamente sus mercados al comercio de bienes del campo.

"Estamos llegando a los días finales de la conferencia. Es cada vez más importante, en esta etapa, que concentremos esfuerzos en tratar de negociar y no en dirigir nuestras energías en atacar a países o a grupos de países", señaló esta tarde una declaración oficial de Brasil, nación que encabeza el llamado Grupo de los 21 (G-21) países en desarrollo, bloque que ha logrado consolidar un frente común para negociar con mayor fuerza con EU y la UE. La alusión a los ataques no es gratuita. El ministro de Agricultura de Brasil, Roberto Rodrigues, dijo que los países desarrollados están ejerciendo presiones de "todo tipo" contra los integrantes del G-21, con la intención de dividir al bloque.

El G-21, formado en agosto pasado en Ginebra, sede de la OMC, es una respuesta de naciones en desarrollo para defender sus intereses frente a las políticas agropecuarias de EU y la UE. Lo integran Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, China, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, India, México, Paraguay, Perú, Filipinas, Tailandia, Sudáfrica, Cuba, Pakistán, El Salvador, Venezuela y Egipto, países que albergan a 63 de cada 100 agricultores del mundo.

La negociación de una reforma del mercado mundial de productos agrícolas toca fuertes intereses. Las subvenciones de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos a la agricultura ascienden a 330 mil millones de dólares al año -la mitad del producto interno bruto de México-, de los que 70 por ciento se dirige a los agricultores de gran escala. Sólo el año pasado, Washington subsidió a los algodoneros con 3 mil 700 millones de dólares, tres veces más que la ayuda otorgada por ese país a toda Africa. Los subsidios en las naciones ricas reducen el precio en el mercado mundial de los bienes agrícolas, lo que afecta a los productores de naciones en desarrollo y limita las posibilidades de reducción de la pobreza, pues 70 de cada 100 pobres en el mundo vive en zonas rurales, según el Banco Mundial.

Por eso la agricultura mantiene estancada la cumbre de Cancún de la OMC, donde la diplomacia no es la especialidad. Además de las denuncias de la delegación brasileña, el gobierno argentino confirmó la existencia de presiones contra las naciones que se han propuesto negociar con más fuerza frente a EU, Japón y la UE, los mayores otorgantes de subsidios agrícolas. "Algunos países del G-21 reciben ayudas (de naciones industrializadas) y eso está siendo usado como presión para tratar de dividir al grupo", comentó el negociador argentino en el tema agrícola, Martín Rednard.

El secretario mexicano de Economía, Fernando Canales, aseguró que México no había recibido hasta ahora presiones estadunidenses para abandonar el G-21 o para incidir en que este bloque flexibilizara sus posiciones.

Ha destacado la unidad en el G-21, pese a las presiones de los países industrializados. "Quizá la novedad es que estamos juntos cuando muchos apostaban a la división", expuso Rednard. "Y también es de señalar que ahora el G-21 es un actor. Si se busca un acuerdo, tendrán que incorporar nuestras demandas", añadió.

En el otro frente, la UE acusó al grupo de no asumir un compromiso claro para destrabar la negociación sobre agricultura. "Le digo al G-21 que estamos listos para derribar nuestras barreras al comercio. Los países ricos tienen claramente que hacer más que las naciones en desarrollo. Pero nosotros esperamos del G-21 que esté listo para reducir su proteccionismo. Y, para ser francos, no vemos que lo esté haciendo", señaló Franz Fischler, negociador en agricultura del bloque comunitario.

EU continuó con el discurso de los días recientes, de pedir mayor compromiso a los países en desarrollo, y al G-21 en especial, para que abra todavía más sus mercados a bienes agrícolas originados en naciones desarrolladas. "Sólo quiero recordar que negociar significa dar y tomar. No se trata sólo de una cuestión de hacer demandas", señaló hoy Peter Allgeir, el segundo cargo en importancia de la Oficina de Representación Comercial de la Casa Blanca.

Eduardo Pérez Mota, representante mexicano ante la OMC, anticipó que este sábado se intentará, con un acuerdo preliminar, destrabar la negociación agrícola.

El ministro de Industria y Comercio de Singapur, George Yeo Yong-Bong, coordina un grupo que busca facilitar un acuerdo. Su tarea es escuchar en privado a cada grupo involucrado y presentar una propuesta de acuerdo. Fue escogido porque su país no tiene agricultura y, por tanto, no es parte interesada. Pérez Mota confirmó que George Yeo concluyó este viernes reuniones con los tres actores fundamentales de la negociación: EU, la UE y el G-21. "La idea es que este sábado, tras esas reuniones, el ministro de Singapur presente un documento general", informó.

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