Anuncian gran fiesta para el 15 de septiembre

Tras un par de meses de clausura, reabrió sus puertas el Balalaika Pluss

JAIME WHALEY

Para solaz de los noctívagos, el Balalaika Pluss, antro de pura cepa, que por problemas administrativos -cuestiones de horarios, dicen- ostentó en sus puertas por un par de meses el nada decoroso sello de clausura, ha vuelto a abrir sus puertas.

Su amplia pista de baile, con decorado de cuadros blancos y negros, evoca los tableros de ajedrez o de damas y, a semejanza de lo que pasa en esos apasionantes juegos, también en ella se da con frecuencia el cambio de damas o, machismo aparte, el nada hostil acoso de unas reinas a un rey.

La feligresía, ellos y ellas, ha regresado al templo en el que los litúrgicos rituales musicales están a cargo de dos aceptables agrupaciones, la orquesta Controversia y el grupo Revelación, que se alternan en el elevado estrado desde donde ofrecen sus particulares versiones, ya de rumbas, ya de salsas, ya de boleritos más que escuchados y memorizados, pero todos bailables, pues a eso se asiste a este lugar de prosapia, aunque quien no quiera hacerlo dispone de unas pantallas gigantes, afortunadamente sin sonido, de televisión por cable, aunque ¿quién carajos repara en lo que ocurre en la pantalla cuando hay tanto que ver en vivo?

Las fiestas, tan socorridas en el lugar, cuando la dupla del Bam Bam y Marco Ramos tomaron la administración del sitio, han vuelto a anunciarse. La próxima, por cierto, será la noche del Grito, esto es, el lunes 15, y la oferta para patriotas y sedientos estriba, además, en que por cada tres botellas la cuarta que se adquiera será a mitad de precio, mientras que para octubre se tiene en mente un gran concurso de rocanrol.

Estrella, Sandra, Lorena, Rebeca, Diana, Andrea y Sol son apenas unas cuantas de quienes pueden ser consideradas como sedicentes profesoras de baile pero, a su vez, expertas consejeras de temas variopintos.

El sitio, ubicado en la esquina de Eje Central y Martínez del Río, es frecuentado lo mismo por nacionales que por uno que otro extranjero, pues su fama ha rebasado ya límites fronterizos, ya que dentro de las particularidades con que cuenta está el eficiente y confiable servicio de taxis con Miguel, el autoproclamado taxista número uno, mientras Pepe Luis y el comandante Gabriel, aunque estrictamente no lo sea, se encargan de la seguridad.

Letreros en los baños advierten que en el Bala no hay cover, cuota, comisión, o a la de a wevo (sic), por lo que también se está a salvo del acostumbrado caballazo.