Obra hecha con dos monolitos se instalará en la avenida Miguel Angel de Quevedo

Yazpik se suma al paseo escultórico

MERRY MAC MASTERS

El concepto del Paseo Escultórico de Coyoacán crece. Ayer se dio a conocer la escultura sin título de Jorge Yazpik (ciudad de México, 1955), que pronto la delegación Coyoacán instalará en la glorieta de Miguel Angel de Quevedo y Pacífico o en el parque de Malitzin y Aguayo. La pieza se compone de dos megalitos que alguna vez fueron uno sólo, pero que ''se desenvolvió'' en aras de la composición. Dicho ''juego de espacios'' irá sobre un espejo de agua de 15 metros de largo por seis de ancho y 90 centímetros de altura, forrado con metal.

Entrevistado en el taller donde se dan los últimos detalles a la escultura, Yazpik relató que la primera piedra encontrada, de seis metros de altura, no servía, porque cuando se rompió estaba "oxidada". Entonces el escultor se fue a la zona de San Pedro Ecatzingo, estado de México, donde ''en la parte alta de la montaña sacamos como 100 toneladas de una piedra volcánica, que tiene un alto grado de basalto''.

La misma forma de la piedra sugirió nuevas posibilidades. La distribución espacial generó los vacíos que ''viajan'' por las piezas, al desenvolverse y atravesar la piedra. Como uno no puede viajar físicamente, lo hace en lo visual ''por medio del vacío''; inclusive, mediante el reflejo del espejo de agua. En algunos casos las piedras son unidas con pernos que permiten una mayor maniobrabilidad, sobre todo en algunas partes de las bases. El resultado es una obra que versa sobre el espacio, la luz, la materia, el vacío y la plenitud. No hay un tema específico, sino abstracto. De allí, la falta de título. ''Es un trabajo en otro sentido -explicó el artista-. No trato de marcar ideologías.''

Es el primer encargo urbano que recibe Yazpik. El artista, con una trayectoria de 20 años, que incluye exposiciones en los museos de Arte Moderno y Rufino Tamayo, dona la obra ''en su concepto'' a la ciudad. Aparte del ''respeto'' que merece la producción de Yazpik, el interés de la delegación consistía en trabajar con un artista contemporáneo, quien además utilizaba la piedra volcánica, que es ''parte de la historia de Coyoacán'', señaló Hilda Trujillo, directora de Cultura de la demarcación.

Para la realización de la obra se consultó a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda y al Instituto Nacional de Antropología e Historia, así como a la Dirección de Obras de la propia delegación. Para Trujillo, no obstante, "debería existir una comisión de arte público", pues la anterior ''dejó de trabajar hace muchos años; en la actualidad no hay una autoridad competente la cual pudiera opinar sobre el tema''.