México D.F. Sábado 23 de agosto de 2003
HACIA LA CUMBRE DE CANCUN
El símbolo altermundialista podría
estar en México cuando se realice la reunión de la OMC
Defenderemos el derecho a la soberanía alimentaria:
Bové
Pide al presidente Fox que permita manifestarse al movimiento
social Llama a campesinos, obreros y pueblos indígenas del país
a denunciar lo ilegítimo de la organización multinacional
ALEJANDRA DUPUY
José Bové, una de las grandes figuras del
movimiento altermundialista que podría estar presente en Cancún,
tiene un "doble mensaje" para México. Uno es para el presidente
Vicente Fox, a quien le pide se permita al movimiento social manifestarse
allí, cuando se celebre la cumbre de la Organización Mundial
de Comercio (OMC), para exigir el derecho a la soberanía alimentaria
y el de los pueblos a decidir por sí mismos. El otro es un llamado
para compartir con los "campesinos, obreros y pueblos indígenas"
mexicanos esta lucha para denunciar la ilegitimidad de una organización
a la que llama a poner bajo control social.
Desde Montredon, un pequeño pueblo de Larzac, al
sur de Francia, el líder campesino francés habla vía
telefónica con La Jornada, en los días previos a la
cumbre de la OMC, que reunirá del 10 al 14 de septiembre a los ministros
de 146 países.
"Para nosotros la principal reivindicación a defender
en Cancún es el derecho de todos los países a la soberanía
alimentaria", explica el portavoz de la francesa Confederación Campesina
(CP), quien se ha convertido en símbolo de la lucha contra el capitalismo
ultraliberal.
El ingreso a prisión
Fue en agosto de 1999 que su imagen dio la vuelta al mundo:
un hombre de gran bigote, que a muchos recuerda el de Asterix, el héroe
galo de historietas, marcha esposado y flanqueado por gendarmes luego de
ser detenido por impedir la construcción de un McDonald's en la
localidad de Millau. Era una protesta contra la OMC, que buscaba imponer
a Europa la carne vacuna con hormonas y para ello decidía gravar
productos europeos.
Los
tiempos de cárcel no se acabaron allí. Bové salió
a principios de este mes, tras seis semanas en prisión que provocaron
protestas no sólo en Francia, sino en el mundo. Con todo, no se
trata de una liberación propiamente dicha, ya que el cumplimiento
de la condena continúa, pero se logró un acuerdo con la justicia
para cambiarla por trabajo a la comunidad.
Desde los años 70, cuando abandona la universidad
para criar ovejas en Larzac, Bové -opositor de conciencia del servicio
militar- se unió a las luchas contra la industrialización
agraria hecha a medida de las grandes empresas, la de cultivos transgénicos
y de las vacas locas, mediante acciones sindicales simbólicas
y no violentas.
Este es el combate que continúa en Cancún,
por "el derecho de los países de alimentar a sus poblaciones a partir
de su propia agricultura y de no estar sometidos a las leyes del mercado
internacional, es decir, a los países más ricos que exportan
sus excedentes hacia el conjunto de países del Sur, especialmente
Estados Unidos y Europa".
Lo que es fundamental frente a la cumbre de la OMC, "es
demandar que el derecho de la soberanía alimentaria sea inscrito
en Naciones Unidas como un derecho fundamental de los pueblos".
De la misma manera, "vamos a reivindicar el derecho de
los campesinos a utilizar sus propias semillas, y esto quiere decir que
impugnamos la legitimidad de las multinacionales de imponer, mediante los
OGM (organismos genéticamente modificados) y las patentes, su monopolio
sobre las semillas de los campesinos del mundo".
Ese es el combate principal que van a llevar los representantes
de Vía Campesina (la red mundial de movimientos campesinos por la
reforma agraria y la soberanía alimentaria) a Cancún, junto
a muchos países del Sur, para denunciar el acuerdo firmado entre
Estados Unidos y Europa, que de hecho no es más que una conspiración
y la voluntad de dominación de dos grandes potencias internacionales".
Para cambiar esto, hay que cambiar las reglas del juego.
Y "para cambiar las reglas de manera clara, hay que someter a la OMC a
los derechos fundamentales de los pueblos, a los derechos del hombre. Para
ello los movimientos ciudadanos, los movimientos altermundialistas, pueden
hacer oír su voz, para hacer presión sobre los gobiernos
de los países que van a estar presentes en Cancún, para que
rechacen firmar acuerdos que van contra el interés de sus ciudadanos.
"Es por eso que numerosas delegaciones del mundo estarán
en Cancún para cuestionar la legitimidad de los acuerdos de la OMC",
señala.
El contenido de las negociaciones está en manos
de los poderosos, como Estados Unidos, Europa, Japón. El Banco Mundial
y el Fondo Monetario Internacional participan en el órgano de evaluación
de políticas comerciales, pese a que en esos dos organismos el número
de votos tiene relación con las contribuciones financieras. Por
ello, en la OMC los países pobres serán siempre los perdedores.
En la fiesta de Larzac del 10 y 11 de agosto, unas
150 mil personas (cien mil más de las esperadas) dieron muestra
de la fuerza de los altermundialistas. Allí, un lugar que había
sido escenario de protestas antinucleares en la Francia de los años
70, Bové llamó a movilizarse en Cancún para hacer
fracasar la cumbre de la OMC, como hace cuatro años en Seattle.
En México, los controles de seguridad sobre Cancún
serán más que estrictos, y resta ver si efectivamente se
permite la entrada de los altermundialistas. Bové tiene permiso
para asistir, pero le falta realizar el trámite en la embajada mexicana.
"Tengo un doble mensaje: el primero es para el presidente
Fox, para que permita al movimiento ciudadano, al movimiento social, manifestar
su punto de vista, como pretende hacerlo, durante la reunión de
la OMC; que no haya impedimentos para que el movimiento social se manifieste,
ese es el mensaje que dirijo al presidente Fox."
Al mismo tiempo, "envío un mensaje a los hermanos
de lucha que están en México, ya sean campesinos, obreros,
los pueblos indígenas, para que juntos podamos manifestarnos por
el derecho de los pueblos a disponer de sí mismos".
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