"Estoy vivito y coleando; me apoya López Obrador", dice

Califica Luege de grilla y revanchismo la exigencia de panistas de que dimita

BERTHA TERESA RAMIREZ

Luego de atribuir a factores externos la derrota que sufrió Acción Nacional en las pasadas elecciones, el dirigente local de ese partido, José Luis Luege, dijo que no renunciará a su cargo, ya que no considera que con ello se vayan a resolver los problemas que enfrenta el PAN. Asimismo, calificó de "grilla y revanchismo" la exigencia de consejeros y militantes de que dimita.

El planteamiento "es un asunto cerrado para mí", aseveró, y dijo que "es algo valorado que nosotros hemos llegado a una conclusión de que no es la renuncia lo que más le conviene al partido en este momento, sino al contrario, debe tomar toda esta experiencia del resultado electoral para establecer las bases de fortalecimiento del partido rumbo al proceso de 2006.

"Estoy vivito y coleando y además hasta me apoya el jefe de Gobierno", dijo en tono de broma al pretender hacer a un lado las críticas que le hicieron sus correligionarios en la pasada reunión del Consejo, máximo órgano rector del partido.

Argumentó que la militancia del PAN está integrada por 34 mil miembros adherentes y 7 mil miembros activos; el órgano de decisión, en todo caso, es el Consejo, y desde luego el Comité Ejecutivo Nacional. "Efectivamente, recibí la invitación de militantes en una carta firmada por 14 miembros activos, pero es una invitación que no tiene ningún sustento en la militancia del partido, y menos en los órganos de decisión del mismo."

El dirigente atribuyó una vez más al abstencionismo "y a la manifiesta y proclive actitud autoritaria de un sistema populista" la derrota del PAN capitalino en la pasadas elecciones, aunque omitió referirse a las críticas que le plantearon los consejeros que exigen su dimisión, como el "estímulo que desde la dirigencia se hizo a grupúsculos que desacreditaron al PAN" durante las campañas, y que tienen que ver con la asociación civil Desarrollo Ciudadano, involucrada en la presunta venta de candidaturas, lo cual causó un escándalo que estuvo varios días en los medios. Asimismo se abstuvo de referirse a la designación de candidatos sin preparación política, como actores, al igual que lo hacía el PRI.

Contradictorio en ocasiones, por un lado dijo que la situación del partido es difícil (perdió cuatro de seis delegaciones que tenía y siete de las 12 curules de mayoría relativa en la Asamblea Legislativa), pero opinó: "ni estamos derrotados, ni ha sido una debacle, ni nos borraron del mapa, ni mucho menos".

Finalmente calificó de legítimos los triunfos del PAN en Miguel Hidalgo y Benito Juárez, aunque la primera aún la disputa con el PRD.