Medidas para enfrentar el aumento de internos

Prevé el gobierno capitalino contar con 5 mil lugares más en reclusorios

ANGEL BOLAÑOS Y SUSANA GONZALEZ

El subsecretario de Gobierno, Martí Batres, anunció ayer que el sistema penitenciario del Distrito Federal contará con aproximadamente cinco mil espacios más para enfrentar el aumento de las consignaciones de delincuentes que se dio a partir de que entró en vigor el nuevo Código Penal.

Lo anterior se logrará con los trabajos de ampliación que se llevan a cabo en los reclusorios varoniles; con los 800 lugares que quedarán disponibles en la Penitenciaría de Santa Marta, para internos sentenciados y ejecutoriados, así como los sitios que dejarán libres los presos del fuero federal que serán trasladados a la nueva cárcel que el gobierno capitalino cedió a la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, y los mil 100 lugares del nuevo reclusorio femenil que se construye al lado de la penitenciaría.

El funcionario informó que en una reunión que sostuvo el lunes con el titular de la SSP federal, Alejandro Gertz Manero, se consideró que en octubre podrá comenzar a realizarse el traslado de presos federales a las nuevas instalaciones.

Al respecto, el jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador, dijo que hace unos días acudió a supervisar los trabajos del nuevo reclusorio femenil, al cual se trasladarán las presas que actualmente se encuentran en los reclusorios femeniles Norte, Oriente y Tepepan.

"Lo que queremos es un reclusorio muy digno, con una guardería para menores de seis años; va a ser un reclusorio con mucha calidad humana; es un proyecto muy interesante, con la idea de trabajar más en la readaptación, con un mejor trato", señaló.

Actualmente hay sobrepoblación en cinco de los ocho penales que existen en el Distrito Federal: cuatro varoniles, tres femeniles y el Centro Varonil de Readaptación Psicosocial, principalmente en el Norte y Oriente.

Las instalaciones del sistema penitenciario capitalino fueron diseñadas para albergar a poco más de 15 mil internos, pero ya hay casi 23 mil, y la población va en aumento debido a las reformas penales recientemente aprobadas, que impiden la libertad bajo fianza a quienes son sentenciados por robo, delito que más se comete en la capital.

A los problemas de sobrepoblación se agrega lo que el secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, llama "la cultura del ocio", pues más de la mitad de los internos no participan en labores productivas dentro de los penales.

El mismo Batres reconoció el domingo pasado que los proyectos de industria penitenciaria impulsados en esta administración no han prosperado, "porque ha habido cierta falta de interés de los empresarios". Agregó que "un porcentaje bajo" de reclusos participa en los talleres artesanales y en las plantas industriales de los centros penitenciarios.

Las cifras del ocio

Datos de la Dirección General de Prevención y Readaptación Social indican que sólo laboran 9 mil 781 internos, es decir apenas 42 por ciento de la población total.

La población que labora se distribuye de la siguiente manera: 281 presos en los talleres de autoconsumo, como las panaderías y tortillerías existentes en casi todos los penales; 6 mil en los talleres artesanales, donde se realizan trabajos en madera o latón; 3 mil en servicios generales de los reclusorios, como ayudantes de limpieza o cocina, por lo que reciben un salario mínimo, y apenas 500 en las plantas industriales de imprenta, agua purificada, panadería, costura, papel maché, en la fábrica de plásticos de Santa Marta y en la maquiladora de bisutería, en Tepepan.

Además, hay 500 socios industriales en los giros de agua purificada, imprenta y herrería, en el Reclusorio Norte; taller de cobre y purificación de agua, en el Oriente; panadería y taller de papel maché, en el Sur, y elaboración de jarras, vasos, pinzas para ropa y matamoscas en Santa Marta; en los reclusorios femeniles hay panaderías y talleres de costura; en Tepepan maquilan joyería de fantasía.