.
Primera y Contraportada
Editorial
Opinión
El Correo Ilustrado
Política
Economía
Mundo
Estados
Capital
Sociedad y Justicia
Cultura
Espectáculos
Deportes
CineGuía
Lunes en la Ciencia
Suplementos
Perfiles
Fotografía
Cartones
La Jornada en tu PALM
La Jornada de Oriente
La Jornada Morelos
Librería
Correo Electrónico
Búsquedas

P O L I T I C A
..

México D.F. Miércoles 13 de agosto de 2003

Tenemos una crisis en el modelo de universidad, afirma el ministro Cristovam Boarque

La enseñanza como motor de la economía, propuesta brasileña

En la cumbre de ministros de Educación plantea la necesidad de gravar más a las elites

CLAUDIA HERRERA BELRTRAN

El ministro de Educación de Brasil, Cristovam Ricardo Boarque, tiene enormes desafíos enfrente: 20 millones de analfabetas, 4.5 millones de niños fuera de las aulas y los últimos lugares en las pruebas educativas internacionales. A siete meses de haber asumido el cargo, dice haber encontrado la fórmula para enfrentar estos problemas: el "keynesianismo social", que consiste en invertir en la enseñanza como motor de la economía, pero cuidando la estabilidad monetaria.

Boarque, quien fue rector de la Universidad de Brasilia entre 1985 y 1989, y gobernador del distrito federal, combina propuestas que pueden considerarse radicales, como la de quitar recursos a las elites para dárselos a los pobres, en lo que él llama una visión "conservadora, neoliberal" de la política presupuestaria, de no gastar más de lo que se tiene para evitar los altos índices inflacionarios del pasado.

El ministro de la administración del presidente Luiz Inácio Lula da Silva conoce de memoria los números de la educación de su país y ya elaboró un plan para disminuir los altos índices de analfabetismo y deserción escolar, además de un proyecto para reformar las universidades brasileñas. En la tercera Cumbre de Ministros de Educación de las Américas atrajo los reflectores con su propuesta de crear una alianza continental en pro de la educación y poner en marcha un banco que financie los proyectos educativos.

Como conocedor del sistema de educación superior de su país, asegura que la universidad brasileña está en crisis por diversas razones, entre otras porque los títulos universitarios no son garantía de empleo y porque el conocimiento avanza más rápido de lo que las instituciones logran enseñar. "Si la universidad no cambia va a pasar con ella lo que ocurrió con los conventos hace mil años, que perdieron su razón intelectual y luego aparecieron las universidades".

Aborda en entrevista el panorama de la educación de su país, que define como una "realidad trágica. Para enfrentar estaedu_brasil_boarque situación, expone los tres proyectos de su gobierno: alfabetizar 20 millones de adultos en cuatro años, revalorar el papel del maestro con mejores sueldos, formación y motivación, y dar becas para asegurar la permanencia de los niños en las escuelas.

En torno a la universidad, explica que en noviembre va a proponer una reforma profunda:

"A la universidad le falta dinero, pero su mayor problema no es ese, es falta de mística, es una crisis en el alma de la universidad, que perdió su rumbo por cuatro razones: la primera es que el conocimiento avanza más rápido de lo que la universidad logra. Cuando un joven termina su doctorado después de tres o cuatro años, lo que está en su tesis seguro que ya está superado. La segunda, es que perdió la legitimidad que antes tenía por el diploma cuando significaba garantía de empleo. La tercera, todavía se sigue con la idea de que es dentro de ella que se enseña, y hoy día se aprende por todas partes, en la televisión, en la computadora, en el aire; la universidad tiene que entender que ella no puede tener el monopolio de la educación. Y la cuarta, tal vez lo más grave, es que la universidad está cada día más lejos del pueblo.

-ƑQué opina de las políticas que México ha seguido en educación?

-Lo más importante que puede aportar el gobierno mexicano es la idea de crear un gran movimiento nacional para poner la educación en el centro. En Brasil el siglo XIX fue el del movimiento por la abolición de la esclavitud y llegó la hora de un movimiento por la educación. Estoy trabajando la idea de un nuevo programa de crecimiento a través de inversión en la educación. Una especie de keynesianismo social, de poner dinero en la educación y con eso generar una dinámica económica. Por ejemplo, nuestro plan de alfabetización tiene hoy un millón de adultos y 50 mil maestros que estamos pagando. No hay industria de autos que contrate a 50 mil trabajadores.

"Entonces, construir escuelas, comprar computadoras, equipo de televisión, pagar mejores sueldos de los maestros, emplear maestros, genera una dinámica económica. Eso sería lo más importante del gobierno de Lula.

-ƑQué costos han tenido las políticas neoliberales en la educación brasileña?

-Soy un defensor de la estabilidad monetaria, tengo claro que la política presupuestaria tiene que ser muy cuidadosa y muy conservadora desde el punto de vista de no gastar más de lo que se tiene, para no volver a la inflación. Sin embargo, creo que hay que cambiar la política presupuestaria para tener más recursos para la educación. Todavía nuestros presupuestos mantienen privilegios de grupos ricos, subsidios a empresarios que podrían ser utilizados para la educación.

"Si usted llama neoliberalismo a la posición de tratar el presupuesto en forma conservadora, yo estoy en favor; los socialistas siempre fueron conservadores en lo que se refiere al presupuesto, por eso no había inflación en los países socialistas. Lo que hay que cambiar son privilegios dentro del presupuesto y, finalmente, la deuda.

"Si se llama neoliberalismo a mantener los compromisos, yo soy neoliberal, porque romper los compromisos internacionales hoy sería un riesgo muy grande y no vale la pena correr ese riesgo".

-Brasil quedó en penúltimo lugar en el grupo de países latinoamericanos que fueron evaluados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Ƒcuáles fueron las causas?

-Para nosotros es una vergüenza, porque Brasil es un país rico. Las razones de estos malos resultados son cuatro: la cultura brasileña nunca ha puesto la educación como un valor fundamental, se discute más acerca del técnico de futbol que del director de la escuela; se discute más la temperatura de la cerveza en un bar que la tasa del analfabetismo.

"Segundo, es de tipo político: la elite no toma en cuenta el pueblo, es una elite egoísta. En la bandera brasileña está escrito 'orden y progreso'. Cuando la hicieron, en 1889, 70 por ciento de los brasileños eran analfabetos y no comprendían qué decía su bandera. Nadie se preocupó por eso, porque era la bandera del 30 por ciento. Brasil es un país de los 30 por ciento. La tercera causa es que se gastó mucho dinero en construir presas, carreteras, telecomunicaciones, infraestructura económica, y, la cuarta, es que la educación mira primero por la óptica del gobierno, después por la de la escuela, por la de los maestros y por último la óptica de los niños. Mi optimismo es que eso está cambiando y que podemos impulsar una gran movilización social en torno de la educación."

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año
La Jornada
en tu palm
La Jornada
Coordinación de Sistemas
Av. Cuauhtémoc 1236
Col. Santa Cruz Atoyac
delegación Benito Juárez
México D.F. C.P. 03310
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Email
La Jornada
Coordinación de Publicidad
Av. Cuauhtémoc 1236 Col. Santa Cruz Atoyac
México D.F. C.P. 03310

Informes y Ventas:
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Extensiones 4445 y 4110
Email