Movilización de integrantes de la OCEZ en Oxchuc

Retén y peaje en favor de normalistas detenidos

Demandan los activistas la renuncia de Pablo Salazar

HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO

chul'ja, chis., 12 de agosto. El retén agarra parejo. Decenas de jóvenes indígenas, nerviosos y firmes, detienen en esta comunidad de Oxchuc a todos los vehículos que transitan entre Ocosingo y Rancho Nuevo, les cobran peaje, les entregan un volante y les pintan el parabrisas posterior con cera blanca de zapatos: "La OCEZ apoya Mactumactzá", "Solución OCEZ" y "Fuera Pablo" (aluden al gobernador).

Largos horcones erizados de clavos bloquean ambos carriles. Y uno por uno, les guste o no, decenas de taxis, autobuses y autos particulares salen convertidos en pinta rodante. Los "Fuera Pablo" se alejan hacia Ocosingo, o bien San Cristóbal. A nadie se le ocurre detenerse a limpiar el vidrio. Horas más tarde, estas pintas estarán circulando o estacionadas en las ciudades.

A unos cientos de metros se encuentra el puente La Florida. Al otro lado empieza el municipio autónomo Ernesto Che Guevara. Esta comunidad oxchuquera ha sido siempre bastión de la Organización Campesina Emiliano Zapata (OCEZ) y apoya las luchas de la disidencia magisterial.

Desde hace muchos años la OCEZ forma parte del paisaje político chiapaneco. Los gobernadores del viejo régimen (Patrocinio González Garrido, Elmar Setzer) se regocijaron agrediendo y sitiando a esa organización. El primero propició la creación de la colonia Tomás Munzer, con tres pueblos oceístas de este rumbo en medio. Para entonces, los de Munzer eran un grupo de choque oficial, recompensado con tierras a cambio de seguir practicando su especialidad. Se les ha llamado guardias blancas y paramilitares.

La OCEZ ha luchado y negociado largamente. No rechaza la inversión gubernamental; al contrario, lucha por más. Y por educación normal gratuita para sus hijos. Cabe recordar que los conflictos en Mactumactzá son recurrentes desde hace años.

Exigen que el gobierno les dé educación

En el bloqueo establecido a la entrada de Chul'já, algunos indígenas llevan pasamontañas negro.

-ƑSon zapatistas?

-ƑNosotros? ƑPor qué? -replica uno.

-Nomás. Se me ocurrió.

-Somos de la Organización Campesina Emiliano Zapata. Y apoyamos a los 130 detenidos de Tuxtla Gutiérrez en el operativo contra la escuela normal rural. Como no podemos ir allá, desde aquí los estamos apoyando. Exigimos su libertad inmediata, que se cumplan sus demandas. En estas comunidades apoyamos a los estudiantes.

Por aquí se localizan Chalam El Carmen y El Corralito, dos comunidades oceístas como Chul'já, pero en el municipio constitucional de Ocosingo.

La cola de vehículos avanza lentamente. Algunos conductores se impacientan. Otros se resignan. Al fin me toca ser el "primero" de la fila:

-Veinte dólares para el paso.

-šAh, te cai que tan caro!

-Para sacar a los detenidos. Eso cuesta mucho dinero.

Se me ocurre que para los pobres todo es más caro. Hasta la cárcel. Pero digo otra cosa:

-Soy periodista.

-šAh!, Ƒte cai? ƑDe dónde?

Le digo.

-ƑEl diario nacional?

-Sí.

-Entonces, a ver si sacas nuestras denuncias.

-ƑQue son...?

-Libertad incondicional a los detenidos y presentación de los desaparecidos, plazas para los estudiantes de Mactumactzá, incremento al presupuesto educativo y fuera Pablo Salazar Mendiguchía.

La media cuartilla que entregan, dirigida "a la opinión pública y a los medios masivos de comunicación y al pueblo en general", expresa: "Al parecer, las autoridades educativas y gubernamentales son fanáticas de las movilizaciones sociales. Durante mucho tiempo el pueblo organizado se ha visto obligado a manifestarse contra la política neoliberal de los gobiernos, que han hecho planes en los que no se toma en cuenta la opinión pública, y realizado reformas que convienen solamente a los 27 millonarios de Latinoamérica, y dejan en el olvido a la clase proletaria".

En la mira del gobierno

Como se recordará, este 6 de agosto la fuerza pública estatal realizó un violento desalojo en la Escuela Normal Rural Mactumactzá, en la capital chiapaneca, mientras que a menos de 200 kilómetros estaba por iniciarse en Oventic la inauguración de las juntas de buen gobierno de los municipios autónomos zapatistas.

"El gobierno quiere dejarnos sin educación. La normal rural es la única escuela del pueblo en nuestro estado, y que da cobertura a gente humilde y de bajos recursos, (pero ahora) está en la mira del gobierno. Nosotros no tenemos los recursos suficientes para meter a nuestros hijos en escuelas pagadas. Queremos que continúe la vida de la normal rural y nos oponemos al Tratado de Libre Comercio, al Plan Puebla-Panamá y al Area de Libre Comercio de las Américas, rotundamente."

Tuve suerte. No pintaron mi carro. Y me dejaron pasar por sólo 100 varos.