Según la PGR, Manuel Muñoz controlaba casas de seguridad del cártel de Juárez

Ex agente del MP manejaba comando para atacar a bandas rivales de narcos

Durante la balacera del martes permitió la fuga del capo Jesús Treviño

GUSTAVO CASTILLO GARCIA ENVIADO

Nuevo Laredo, Tamps., 6 de agosto. Manuel Muñoz Morales, ex coordinador de agentes del Ministerio Público de la Procuraduría General de la República (PGR) en esta plaza, no sólo impidió el avance de las investigaciones federales contra el narcotraficante Jesús El Chuy Treviño, quien opera para el cártel de Juárez en Nuevo León, sino que además manejaba un comando (integrado por miembros de Los Chachos y Los Texas) para combatir a grupos de sicarios tanto del cártel del Golfo (Los Z) como de los llamados grupos independientes (Los Negros o Los Lobos) que se disputan el control de esta ciudad fronteriza, tras la detención de Osiel Cárdenas Guillén, el 15 de marzo de este año.

La ciudad de Nuevo Laredo, según fuentes gubernamentales que participan de manera directa en la investigación conjunta de la PGR y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), se convirtió en zona de disputa para grupos que años atrás trabajaron para el cártel del Golfo, ya que es considerada uno de los principales centros de envío de cocaína y mariguana hacia Estados Unidos.

Fuentes gubernamentales revelaron a La Jornada que Muñoz Morales, quien ya se encuentra recluido en el penal de máxima seguridad de La Palma, permitió la madrugada del primero de agosto la fuga de El Chuy Treviño, durante la balacera desatada entre elementos de la Agencia Federal de Investigación y el grupo de sicarios conocido como Los Negros, en el cruce de las avenidas Reforma y Paseo Colón, en esta ciudad.

De acuerdo con las investigaciones, el ahora ex funcionario de la PGR controlaba casas de seguridad del grupo de sicarios conocido como Los Chachos, que se fusionó con Los Texas, pistoleros que hasta el año 2000 estuvieron al servicio del cártel del Golfo, pero que fueron desechados por Osiel Cárdenas Guillén al cobrar fuerza dentro de la organización que en 1995 dirigía Juan García Abrego.

Las investigaciones de la PGR en Nuevo Laredo han detectado, a través de documentos encontrados en la casa ubicada en el crucero de la calle Belisario Domínguez y Ocampo, en la colonia Madero, domicilio de Muñoz Morales, que Los Chachos y Los Texas pasaron a formar parte de la banda que dirige El Chuy Treviño.

En ese domicilio, según las fuentes, también se localizaron rastros de un cuarto en el cual se mantenían retenidos personas y diversos documentos que dan cuenta de la información recabada para atacar a los integrantes de Los Negros o Los Lobos (que integran una sola célula de narcotraficantes), quienes son habitantes de Nuevo Laredo y de Laredo, Texas, Estados Unidos, y hace años trabajaban para la organización de Osiel Cárdenas y ahora buscan quedarse con el control de esta plaza.

Las indagatorias han determinado que el enfrentamiento ocurrido la madrugada del viernes primero de agosto entre agentes federales e integrantes de la banda de Los Lobos aconteció debido a que inicialmente Muñoz Morales fingió que lo perseguían para asesinarlo, cuando en realidad lo que buscaba era desviar la atención de los policías municipales con los cuales ya se había tranzado en una balacera por calles de las colonias Infonavit, Campestre y Madero hasta llegar a Paseo Colón y la calle Reforma.

Las indagatorias vinculan al ex Ministerio Público con dos hechos más. El primero ocurrió cerca de la una de la mañana. Supuestamente, Muñoz Morales y sus acompañantes, entre ellos El Chuy Treviño, provenían de la plaza Polvo Enamorado, en donde se había registrado una balacera con Los Lobos. El segundo tiene que ver con Jesús Meza, quien fue identificado como albañil, y Rodolfo Javier Solís Lazcano, señalado como taquero, cuyos cuerpos presentaban huellas de tortura. Los cadáveres fueron arrojados a la vía pública, supuestamente antes de que ocurriera el enfrentamiento con los policías municipales.

A las tres de la mañana Muñoz Morales solicitó la ayuda de los agentes de la AFI que se encontraban hospedados en el hotel Santa Mónica para sacurdirse la persecución de los policías municipales.

Tras cinco días de investigación se ha descubierto que los primeros en disparar contra los elementos de la AFI eran sicarios de El Chuy Treviño que iban a apoyar a Muñoz Morales. Por eso el ex funcionario pidió a los federales detener la acción, asegurando que eran gente bajo su mando, y pidió liberar a sus cinco acompañantes.

En esos momentos hicieron su aparición por el lado contrario de la avenida Reforma Los Lobos, quienes ya habían detectado a Muñoz Morales y a El Chuy Treviño y trataron de aprovechar para asesinarlos; sin embargo, su acción no fructificó ante la respuesta de los elementos de la AFI, lo que provocó que una de las camionetas en que viajaban se impactara contra una de las unidades de la PGR y se incendiara, por lo cual murieron calcinados dos gatilleros.

El tiroteo entre Los Lobos y los agentes de la AFI duró 40 minutos; en ese lapso, como aún no había llegado el ejército, Muñoz Morales aprovechó para sacar del lugar a sus cinco acompañantes, entre ellos El Chuy Treviño.

Luego, el ex Ministerio Público regresó y dijo no saber nada de sus acompañantes, pero aseguró que eran parte de su personal. Inicialmente se había creído que eran madrinas a los cuales Muñoz Morales les había proporcionado uniformes y armas, sin embargo las investigaciones han detectado que no era así, sino que forman parte de un grupo de sicarios que a últimas fechas ha realizado levantones (secuestro y desaparición de personas) en esta ciudad.

La lucha por la plaza

Las indagatorias de la PGR han establecido que son tres los grupos que luchan por el control de Nuevo Laredo: las bandas dirigidas por El Chuy Treviño; Los Z, dirigidos por narcotraficantes a los que se identifica como El Gordo Mata y el hermano de Osiel Cárdenas Guillén, y Los Lobos, originarios de Nuevo Laredo y Laredo, Texas.