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México D.F. Miércoles 30 de julio de 2003

BAJO LA LUPA

Alfredo Jalife-Rahme

Piratería bancaria global

Fraudes mancomunados de Citigroup y JP Morgan-Chase con Enron

ESTADOS UNIDOS ES el país del engaño permanente, sea para justificar con mentiras una guerra donde fuere (el Cheneygate), sea para ocultar sus felonías financieras, como delata un reporte judicial sobre la conducta criminal de Citigroup y JP Morgan-Chase: "los banqueros de Enron", la mafiosa gasera texana quebrada y conectada al nepotismo dinástico de la familia Bush.

LA AUTOPSIA DE Enron sigue aportando más datos patológicos sobre la epidemia de codicia que ha golpeado a las mentes de Wall Street y que llevó a su tumba a Arthur Andersen, una de las cinco mayúsculas empresas contables globales diseñadas para ocultar y engañar a los cándidos inversionistas. El reporte judicial de Neil Batson arguye que "los banqueros de Enron" (léase Citigroup y JP Morgan-Chase) "no solamente estaban al tanto de su conducta maligna, sino que, a sabiendas, ayudaron a perpetrar" (The Financial Times 29-7-03). A "los banqueros de Enron" se les hizo fácil aventar toda la leña a la desaparecida empresa contable de la superchería, Arthur Andersen, que supuestamente hubo ocultado las dudosas transacciones financieras. Tampoco son defendibles las cuatro empresas "contables" (sic) globales de EU que quedan (PricewaterhouseCoopers, Ernst & Young, KPMG y Deloitte and Touche) que se han atascado de engañar al prójimo, contra su propio código profesional tan vapuleado.

EN ESTOS MOMENTOS, la presuntamente criminal empresa contable PricewaterhouseCoopers anda metida en un lío sonoro por encubrimiento en el "escándalo Lancer", firma de "fondos de cobertura de riesgos" (los ominosos hedge funds) que ha salpicado a Bank of America Securities y a otros actores "por encima de toda sospecha" (New York Post 28-7-03).

SERIA UN GRAVE error de juicio concentrar la criminalidad financiera sobre uno de los actores financieros de Wall Street en exclusiva, cuando se trata de todo un circuito muy bien lubricado y sistematizado donde operan conjuntamente banqueros, empresarios, contadores, "calificadores" y analistas.

EL "REPORTE BATSON" ofrece los detalles de cómo "los banqueros de Enron" se coludieron para prolongar la agonía, a sabiendas de su fraudulenta quiebra, de la mafiosa gasera texana de la que fue mandamás Kenneth Lay (el íntimo del nepotismo dinástico de la familia Bush) y de la que fue accionista el atribulado Dick Cheney. El síndrome Enron aún no revela todos sus misterios financieros, que no conviene divulgar porque estremecerían los cimientos de la nación estadunidense, bastante socavados.

EL RECIENTE ARREGLO de los bancos Citigroup y JP Morgan-Chase con la reguladora (por poco ponemos regaladora) bursátil (SEC, por sus siglas en inglés), bajo la módica multa de 305 millones de dólares, se antoja una verdadera ganga, dado el monto en juego y los daños y perjuicios propinados a los inversionistas y, en particular, a la credibilidad ya muy mancillada del circuito criminal financiero de Wall Street. En el colmo del cinismo sicopático "los banqueros de Enron" todavía se habían atrevido a demandar a la mafiosa gasera texana por 5 mil millones de dólares de créditos incobrables.

NI A QUIEN IRLE entre "los banqueros de Enron", pero en el reporte judicial Batson, Citigroup queda peor parado habiendo redondeado múltiples negocios, en su calidad de "suscriptor" hasta "inversionista", con la gasera mafiosa texana en los que realizaba "pagos por adelantado" (šni en el cielo!) -conocidos como prepaid forwards- por suculentas sumas a Enron, que las empleaba como "compra-venta de materias primas" y que en realidad eran "empréstitos ocultos". Se recuerda que Enron era la joya de la gasocracia texana que acabó operando como una genuina empresa financiera clandestina gracias a la infame "desregulación" (que arruinó el sistema eléctrico de California con la manipulación criminal de precios por la gasocracia texana): el teorema de la teocracia neoliberal que erradica la intervención y vigilancia estatales y que promueve de facto la piratería por medio de la "contabilidad invisible" en los paraísos fiscales.

EL 76 POR CIENTO del "flujo de caja" de la mafiosa gasera texana provenía de los "empréstitos ocultos" proporcionados generosamente por Citigroup y JP Morgan-Chase, en los que los "derivados" (papeles de alto riesgo especulativo) conformaban el andamiaje principal. De la piratería gasoeléctrica a su simbiótica piratería bancaria solamente faltaba un eslabón, que hasta ahora (casi dos años después de la quiebra histórica de Enron, el 7 de diciembre de 2001), encontró la "reguladora" bursátil, la risible SEC, que realiza más tareas de opacidad que de transparencia, de acuerdo con las reglas tácitas de Wall Street: un sistema financiero consustancialmente corrupto en sus entrañas.

FLOYD NORRIS (NYT 29-7-03) revela que los "empréstitos ocultos" eran "descargados" por Citigroup a Enron "por medio de bonos vendidos a inversionistas institucionales, principalmente los fondos de pensiones, que sufrieron fuertes pérdidas cuando Enron se colapsó". Pues sí: los grandes perdedores fueron los pensionados, que ahora se quedarán sin el júbilo de su jubilación. Pero Norris no dice que la cúpula empresarial criminal de Enron y sus cómplices banqueros resultaron los grandes beneficiados, debido al fraude sistematizado de Wall Street, el primer enemigo público de los empleados estadunidenses.

LO MAS INTERESANTE provino de un anuncio de JP Morgan-Chase el 2 de enero pasado, cuando declaró que había conseguido un arreglo con varias compañías de seguros en relación con sus operaciones trianguladas con la gasera mafiosa texana Enron. La pléyade de aludidas compañías de seguros había entablado una serie de juicios en la corte federal de Nueva York contra JP Morgan-Chase, que maquinó una serie de engaños (válganse las tautologías sin tatuajes) con Enron, en las que había empleado el nombre de las aseguradoras, que negaron naturalmente el origen y monto de las transacciones imaginarias. Luisa Beltran y Greg Morcroft (CBS. MarketWatch.com 2-2-03) reportaron la negación de la dirección de JP Morgan-Chase y su manipulación del mercado del oro, que desecharon como un vulgar "rumor". Pues el "rumor" versa(ba) sobre los "empréstitos ocultos" fundados en préstamos del oro y otras materias primas, arreglados en exclusividad para la gasera mafiosa texana Enron y sobre los que la SEC se ha hecho occisa, como en la mayoría de los casos incandescentes e indecentes, que develarían el Establo de Augias sistematizado que constituye el circuito criminal financiero de Wall Street: desde su banca de inversiones, pasando por sus hilarantes calificadoras, hasta sus empresas contables -no se diga sus "analistas", quienes también se cotizan al mejor impostor y al peor postor.

NO HAY NADA nuevo sobre las actividades criminales de JP Morgan-Chase y Enron que no se supiera con antelación. Eran bien sabidas las triangulaciones bi-direccionales de JP Morgan-Chase con Enron por medio de la entidad fantasma Mahonia Ltd., que tenía un valor de 16 dólares (šasí, con dos dígitos, pero cómo redituaba!), ubicada en el paraíso fiscal británico Channel Islands (The Wall Street Journal 25-1-02) que revela el operativo del "pago por adelantado" por medio del oro y/o de otras materias primas (gas, petróleo, cobre, etcétera) manipuladas a su antojo por medio del commodity swap (oro por gas), gracias a la cortesía de los bancos centrales que detentan los lingotes de oro en Fort Knox (léase: un mercado especulativo estimulado por Alan Greenspan, el mago que se quedó sin conejos, pero no sin tontos). No es gratuito que JP Morgan-Chase y Citigroup sean los principales tenedores de "derivados" en el mundo, lo cual no sería entendible sin la colusión de la Reserva Federal.

LA MULTA A "los banqueros de Enron" es lo de menos. Lo grave radica en que el circuito criminal del arrogante Wall Street no solamente evita la más mínima compunción, sino que, además, ha penetrado con sus dudosas transacciones a otros países por medio de la perniciosa globalización financiera. ƑCuál habrá sido el rol de "Enron México", protegida por Zedillo, con cierto tipo de "operaciones" en la sucursal local de Citigroup? ƑQuién lo investiga? ƑEl Congreso, con tanto legislador ignaro en materia financiera global, que ni entiende de estos temas, ya ni siquiera del más sencillo tópico del Fobaproa/IPAB? ƑLa hilarante y tramposa "transparencia mexicana" (que ya parece banco con tanto cobro por "testimonio social" de ventas de paraestatales), filial de "transparencia internacional", financiada, a su vez, por Enron para cerrar el círculo virtuoso?

OTROS BANCOS "GLOBALES" fueron puestos en la picota en el "reporte Batson", como Merrill Lynch, Deutsche Bank, la británica Barclay y la canadiense CIBC, pero no se comparan a las hazañas con saña de "los banqueros de Enron". Adrian Michaels, quizá un reportero novato de The Financial Times (28-7-03), finje estupor frente a las "entidades de propósitos especiales" (los "derivados"), que tilda de "infames", como si fuera la primera vez que emergieran de las "cuentas invisibles" (off-balance-sheet) desreguladas en los paraísos fiscales (off-shore) que cobijan las entidades trasnacionales anglosajonas por doquier.

HASTA AHORA, LA persecución ha sido por la vía civil y, como alerta el asombrado reportero Michaels, los procuradores se han abstenido de perseguir por la vía penal, como hubiera sido natural, "cautelosos de crear mayor inestabilidad en el sistema financiero". Los "banqueros de Enron" todavía enfrentan juicios de agraviados accionistas por miles de millones dólares, pero en EU una cosa es el crimen y otra cosa es el castigo. Y como si nada hubiera ocurrido, al día siguiente de su ridícula "multa", los Servicios de Transacciones Globales de Citigroup fueron nombrados "custodios" (šel cielo al mando de Nosferatu!) de los activos por 300 mil millones de dólares que manejan siete de los 12 bancos del Banco de Préstamos de Vivienda Federal (FHLBank, por sus siglas en inglés), según una nota Business Wire del NYT (29-7-03), que delata un montaje hollywoodense más.

TAL PARECE QUE las actividades criminales de cierto tipo de bancos atrae a un prototipo de banqueros centralbanquistas como Andrew Crockett, nada menos que el director general del Banco Internacional de Pagos (BIS, por sus siglas en inglés), el "banco central de los bancos centrales", con sede en Basilea (Suiza), que será incorporado a partir de octubre próximo (Ƒla sorpresa de octubre?) a las primeras filas del JP Morgan-Chase, seguramente para manejar el ominoso mercado de los "derivados" que recientemente Warren Buffett, el genial empresario estadunidense, fustigó como "armas financieras de destrucción masiva" que siguen cobrando víctimas ingenuas e involuntarias en el circuito criminal sistematizado de Wall Street.

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