RUMBO AL 6 DE JULIO

Desde la zona bonita de Santa Fe se observan cerros saturados de viviendas precarias

En Alvaro Obregón se unen el Primer Mundo y los asentamientos marginales

"La policía aquí no entra", expresa vecino de una de las colonias de mayor marginación

MIRNA SERVIN VEGA

Símbolo de progreso urbano y económico. Una gran torre en forma de U invertida sobresale entre la zona arbolada de Santa Fe. Nuevos caminos, residencias y escuelas privadas en amplias extensiones de terreno. El Primer Mundo al poniente de la ciudad, en una parte de la delegación Alvaro Obregón.

Pero basta con bajar la mirada a las barrancas, las laderas y los cerros cortados a la mitad, saturados de construcciones precarias y en obra negra, a la orilla de un precipicio, para saber que aunque comparten un mismo territorio, son dos realidades distintas.

La topografía de la delegación remonta al visitante a territorios distintos: uno, con una conformación accidentada que ha dado lugar a asentamientos irregulares y de alto riesgo, en las colonias Lomas de Becerra, Alfonso XIII y Olivar del Conde, entre otras; zonas rurales, como los pueblos de Santa Rosa Xochiac y San Bartolo Ameyalco, y las áreas ocupadas por modernos edificios y lujosas residencias, en Santa Fe, San Angel, Chimalistac y La Florida, entre otras

Colonias como Minas de Cristo, La Joya, Jalalpa y Lomas de Becerra, por mencionar algunas, nacieron de invasiones de lo que hace cerca de 40 años eran cuevas, minas, huertas y áreas verdes, y donde tras décadas de abandono lograron obtener servicios de agua potable, luz y pavimentación de enormes pendientes que retan a la gravedad al transitar en vehículo.

Invasión del concreto

Actualmente, de las 7 mil 720 hectáreas que conforman la delegación, 65.5 por ciento están destinadas a uso urbano y 34.5 es suelo de conservación. No obstante, la mancha de concreto invade día con día el territorio de la delegación.

"Primero, los políticos nos dicen que van a ayudarnos a conseguir vivienda. Nos han dado hasta láminas, y luego, administración tras administración, amenazan con desalojarnos", se quejan habitantes de viviendas construidas sobre cuevas y minas rellenas de grava.

En estas áreas, la dotación de servicios como agua potable es desigual. Asimismo, el crecimiento poblacional está por encima de la media, sólo atrás de Iztapalapa y Gustavo A. Madero. Este crecimiento se ha dado particularmente en áreas rurales y pobres de la delegación.

Las familias, integradas por seis a 10 miembros, han decidido no moverse de sus viviendas, aunque durante las lluvias el agua corra a caudales sobre el concreto.

Y es que para los habitantes de estas zonas de la delegación, sus condiciones han mejorado. Los hijos cursan por lo menos la primaria y muchos la secundaria. Tienen un oficio y el progreso de las zonas aledañas, como Santa Fe, es fuente de ingresos para muchos jóvenes, quienes se incorporan a las construcciones.

Sin embargo, lo poco apropiado para el uso habitacional de esas áreas ha traído muchos otros problemas, aparte de los agendados en la delegación política.

Los habitantes reconocen que viven en condiciones de riesgo por las lluvias y las deficiencias del drenaje. Saben que las oportunidades de empleo son limitadas, pero hoy, cuando los candidatos a diputados y jefes delegacionales se pasean por sus colonias, la petición es la seguridad.

La distribución de drogas y la apropiación de cuadras por pandillas se han extendido en las zonas de mayor marginación de la delegación Alvaro Obregón. Todos saben quiénes son, en qué calles se ubican, a qué se dedican y por dónde no se puede pasar o quiénes son intocables en la comunidad. "La policía aquí no entra, y si lo hace sólo es por las avenidas principales. Aquí los problemas se arreglan de manera personal, porque a los policías les da miedo entrar", afirma un colono.

Advierte que denunciar el narcomenudeo significa un atentado contra su seguridad y la de su familia. "Porque aquí todos se conocen y si vienen por ellos, al otro día los volvemos a ver en la calle".

En las áreas marginales de Alvaro Obregón una parte importante de los habitantes se emplea como choferes, en tareas de protección y vigilancia, albañilería y servicio doméstico. En la medición de la calidad de vida, en una escala cuyo rango mayor es 7, Alvaro Obregón apenas tiene una calificación de 3, en rubros como la escolaridad, salud, vivienda, servicios y acceso a bienes duraderos, entre otros

En este sentido, los registros oficiales muestran que 40.3 por ciento de la población se encuentra excluida total o parcialmente del disfrute de bienes y servicios, así como de la participación en asuntos públicos, según un estudio realizado por la Secretaría de Salud del DF.

En las primeras elecciones para delegados en la ciudad, en 2000, en la demarcación hubo impugnaciones e indefiniciones políticas, hasta que la administración quedó en manos de Luis Eduardo Zuno Chavira, del PAN, con una pequeña diferencia sobre el candidato del PRD, Alejandro Encinas. En la actual campaña electoral vuelve a la escena Leticia Robles, diputada local del PRD, quien en 2000 compitió en la elección interna contra Encinas. La actual candidata a la jefatura delegacional estudió hasta el cuarto semestre de comunicación, pero se ha distinguido por tener una intensa participación política en la demarcación.

Su contrincante por el PRI es Enrique de la Madrid Cordero, hijo del ex presidente Miguel de la Madrid. El candidato del tricolor, quien aparece en la propaganda con su esposa y tres hijos, tiene como lema de campaña: "Sé que en Alvaro Obregón hacen falta muchas cosas, pero a ti, Ƒqué te hace falta?"

El representante del PAN en esta contienda, Alejandro Soto, fue funcionario durante la administración de Zuno Chavira, y en sus actos de campaña insiste en que sólo prometerá aquello que esté dentro de las facultades de la autoridad delegacional hacer.

En general, los ciudadanos entrevistados desconocen los nombres de los contendientes, al igual que sus propuestas, aun cuando las bardas de las principales avenidas están literalmente tapizadas de propaganda sobre las elecciones del 6 de julio.

Los candidatos hacen muchas promesas para acabar con la delincuencia, regularizar predios y abatir el problema de la basura y el transporte, pero la apatía provocada por el descrédito de los partidos políticos permea a gran parte de los vecinos. Uno respondió así a la pregunta de si acudirá a votar:

-Si me acuerdo ese día, pues sí.