En AL, 190 millones de personas en la pobreza

La degradación del ambiente afecta principalmente a los pobres: PNUMA

ANGELLICA ENCISO L.

La degradación del medio ambiente, que se acentúa cada año y que tan sólo en América Latina lleva a la pérdida de entre 6 y 8 millones de hectáreas de bosques, afecta principalmente a los pobres.

Ejemplo de ello es que cuatro de cada cinco personas -del total de 3 millones- que mueren por contaminación del aire son parte de la población en pobreza, sostuvo ayer el director regional del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Ricardo Sánchez.

Durante su participación en la Cumbre de México para la Acción, organizada por la Coalición Puente de Monterrey, el especialista dijo que la eliminación de la pobreza podría ser una de las mejores formas de protección ambiental, pero la miseria ha crecido en la región a una tasa de 12 por ciento. En la zona se estima que 44 por ciento -190 millones de personas- de la población es pobre.

Además, los problemas ambientales en la zona, donde se concentra 40 por ciento de la riqueza biológica del planeta, son severos y son las poblaciones pobres las que más los padecen: agua y aire contaminados, que pueden ocasionar la muerte prematura; es común que esa población viva cerca de fábricas y complejos industriales contaminantes, además de que las infecciones respiratorias y las enfermedades ocasionadas por agua contaminada son las mayores causas de muerte entre los pobres, agregó.

Alrededor de 75 por ciento de la población de América Latina es urbana, pero la mayor parte de los pobres son campesinos sin tierras que dependen de la agricultura, la pesca y otros recursos naturales para su alimentación e ingresos. Detalló que alrededor de 300 millones de hectáreas de suelo agrícola están degradadas, hay elevados niveles de contaminación del aire y tan sólo 10 por ciento de las aguas residuales reciben tratamiento adecuado.

Ricardo Sánchez, en su intervención ante especialistas de distintas agrupaciones de investigación, académicos y organizaciones no gubernamentales, se refirió también a que no es posible esperar que los pobres logren salir de esa trampa por sí solos, ya que se requiere una acción internacional coherente. No sólo se debe pedir el apoyo al sector privado para el desarrollo, sino que los estados deben crecer en su participación, precisó.

El cambio climático es un factor que provocará transformaciones en la forma de hacer agricultura, lo cual ya se observa con la intensidad del fenómeno de El Niño, toda vez que que han ido cambiando las características productivas de cada región, los periodos de siembra, y en ello las condiciones del clima son determinantes, explicó.

Ante esta situación, la agricultura de los países del Tercer Mundo requiere una atención especial, y la ciencia tiene que enfrentar el problema. Entre las medidas que se tendrán que proponer está la desaparición de los subsidios que entregan Estados Unidos y la Unión Europea, que llegan a los mil millones de dólares diarios, indicó.

Se refirió también a que para la aplicación de la biotecnología debe haber un respaldo científico y técnico, ya que en la región no puede aplicarse sin antes haber hecho una evaluación o estrategia. Consideró la agricultura urbana como una opción para la producción de alimentos y el desarrollo económico.

Las conclusiones de la cumbre estarán listas este día, y entre quienes la apoyaron estuvieron empresas biotecnológicas como Monsanto, Syngenta, Fondo Internacional para el Desarrollo de la Agricultura y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.