México D.F. Lunes 26 de mayo de 2003
El PP pierde la comunidad autónoma de
Madrid, pero retiene la alcaldía de la capital
Gana el PSOE la mayoría de sufragios sin modificar
el mapa electoral español
Sólo en Barcelona tuvieron consecuencias comiciales
las movilizaciones contra la guerra
La crisis del Prestige, posible causa de la debacle
conservadora en suelo gallego En el País Vasco avanza el PNV y
crecen los votos nulos; los "que hacen daño a Aznar": Otegi
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 25 de mayo. El opositor Partido Socialista
Obrero Español (PSOE) ganó por estrecho margen el mayor número
de votos en las elecciones municipales y autonómicas celebradas
hoy en España, aunque sin lograr variaciones en el mapa electoral.
Los resultados reflejaron un leve deterioro ante la sociedad española
del presidente del gobierno, José María Aznar, y su conservador
Partido Popular (PP) que pese a todo conservó la alcaldía
de Madrid, aunque perdió votos en la comunidad autónoma de
Madrid.
El
PSOE se convirtió de nuevo en la formación más votada
del Estado, con 250 mil votos más que el PP, su eterno rival en
esta jornada electoral, que se desarrolló sin incidentes graves,
y tuvo una participación de 67.37 por ciento, 3.4 por ciento más
que en los comicios de 1999.
En la comunidad autónoma de Madrid se rompieron
ocho años de hegemonía del PP, al triunfar la coalición
PSOE con la también ascendente Izquierda Unida (IU); en todo caso,
el PP mantiene la alcaldía de la capital con mayoría absoluta.
Aznar y el PP enfrentaron estas elecciones como una especie
de "plebiscito" a la gestión de los últimos tres años
de gobierno, marcada por acontecimientos que han movilizado a la sociedad,
entre ellos la catástrofe que causó el hundimiento del buque
petrolero Prestige, el apoyo del gobierno español a la invasión
y ocupación de Irak, la huelga general del 20 de junio pasado y
la proscripción de la coalición de la izquierda independentista
vasca, Batasuna, que por esta razón no pudo presentarse a los comicios.
Pero el llamado voto de castigo no se hizo patente,
por lo menos al punto de producir grandes variaciones en el mapa municipal
y autonómico español.
Como es habitual en este tipo de elecciones, con más
de 8 mil ayuntamientos y 13 de las 17 comunidades autónomas en juego,
los dirigentes de las formaciones políticas hicieron una lectura
triunfalista de los resultados.
Así, mientras el PSOE resaltó la recuperación
de su condición de partido más votado, al conseguir el respaldo
de 34.78 por ciento del censo, que significa que gobernará a 18
millones de españoles frente a los 12 de los conservadores, el PP
destacó que mantuvo el poder en casi todas las plazas y que por
tanto gobierna en la mayoría de las capitales de provincia, en 35
de 52, escrutado 99.45 de los votos.
Asismismo, el reparto del poder en las comunidades autónomas
sigue favoreciendo al PP que, a pesar de perder Madrid, convalidó
los gobiernos en Valencia, Navarra, Castilla y León, Murcia, Cantabria,
La Rioja, Ceuta y Melilla, y recuperó Baleares.
El PSOE conserva el poder en Extremadura, Aragón,
Asturias y Castilla-La Mancha, mientras que la Coalición Canaria
se alzó con la víctoria en las Islas Canarias.
En Castilla-La Mancha y Extremadura, los socialistas José
Bono y Juan Carlos Rodríguez Ibarra obtuvieron los mejores resultados
de su historia.
Triunfo agridulce
Los resultados en la capital española ocasionaron
en los partidos una sensación de triunfo agridulce. El PP logró
una victoria aplastante en el ayuntamiento, cuyo candidato, Alberto Ruiz-Gallardón,
alcanzó la mayoría absoluta con 30 concejales frente a los
21 del PSOE y los cuatro de IU.
La capital se había convertido en el principal
reto para las formaciones de izquierda, máxime después de
las movilizaciones de protesta al gobierno que se produjeron los últimos
meses.
Pero si en el ayuntamiento la hegemonía del PP
no tuvo rival, en la comunidad el resultado con 99.45 por ciento de los
votos escrutados favoreció al PSOE e IU, que lograron 56 escaños
frente a los 55 del PP, después de un reñido conteo y a la
espera de sumar los votos de los emigrantes.
La capital de Aragón, Zaragoza, se convirtió
en otro revés para el PP en los comicios, al perder el poder frente
al candidato y ex ministro socialista Juan Alberto Belloch, que podría
formar coalición con la Chunta Aragonesista (CHA), formación
ascendente en la región. Por el contrario, el PP arrebató
al PSOE la ciudad de Burgos.
El PSOE mantuvo la alcaldía de Barcelona, pero
con una fuerte disminución de votos, al perder cinco de sus antiguos
20 concejales, motivado por el aumento notorio del respaldo a formaciones
independentistas y pacifistas, sobre todo a Esquerra Republicana de Catalunya
e Iniativa per Catalunya Els-Verds, que lograron cinco concejales cada
uno.
Con este resultado, se puede afirmar que únicamente
en Barcelona se hicieron sentir las consecuencias electorales de las movilizaciones
contra la guerra.
En Galicia también se registró una disminución
de votos del PP, lo que propició que el PSOE recuperara en la región
su condición de partido más votado, al ganar en cinco de
las seis capitales de provincia: A Coruña, Lugo, Ourense, Vigo y
Santiago de Compostela, mientras que Pontevedra estará gobernada
por la coalición Bloque Nacionalista Galego (BNG).
La catástrofe del Prestige y la mala gestión
del PP de la crisis podría explicar el revés de esta formación
en la región, que sin embargo recuperó los ayuntamientos
de Ferrol y Muxía.
Con la mayoría de los datos escrutados, los principales
dirigentes se dirigieron a sus seguidores. Desde el balcón de la
sede de su partido, Aznar dio un mensaje triunfalista al asegurar que el
PP obtuvo unos resultados "sensacionales", que demuestran que "los ciudadanos
han elegido masivamente y mayoritariamente a este partido a pesar de que
algunos creían que nos iban a sacar del mapa político".
Ante una multitud eufórica que coreaba "¡campeones",
"campeones!", el presidente agradeció la labor mostrada por los
candidatos del PP, y concluyó su mensaje al asegurar que el proyecto
de reforma y modernización de su partido está más
fuerte que nunca y "seguiremos trabajando por España y por el PP".
El líder socialista José Luis Rodríguez
Zapatero, en un tono más templado resaltó que "en estas elecciones
se produjo un hecho histórico", al convertirse el PSOE "en el partido
que se responsabilizará de un número superior de ciudadanos
de los que va a gobernar el PP, concretamente en torno a 18 millones de
españoles serán gobernados por socialistas y 12 millones
por administraciones del PP".
Añadió que "no sólo hemos recuperado
los 10 puntos de diferencia de las anteriores elecciones generales, sino
que en las elecciones municipales hemos ganado".
De su lado, Gaspar Llamazares, líder de IU, manifestó
que "el PP perdió la mayoría en estas elecciones, no hay
más que los datos globales para ver que hay una nueva mayoría
política de izquierda en este país, que es esa mayoría
social que ha salido a la calle en las manifestaciones del Prestige
y de la invasión de Irak".
Voto nulo y avance del PNV en el País Vasco
En
el País Vasco, donde los comicios fueron sólo para ayuntamientos,
la formación que mejores resultados logró fue el Partido
Nacionalista Vasco-Eusko Alkartasuna (PNV-EA), al incrementar su mayoría
en Bilbao y subir en Vitoria, donde gobierna el PP, y en San Sebastián,
que refrendó el Partido Socialista de Euskadi, lo que significa
que las tres capitales vascas se mantienen inalteradas.
Pero el otro hecho a destacar es el gran aumento de los
votos nulos, más de 130 mil, lo que equivale a más de 12
por ciento del electorado, lo que significa que la mayoría de los
simpatizantes de la proscrita Batasuna manifestaron así su protesta
ante la medida y sólo unos pocos decidieron otorgar su voto a otras
formaciones políticas.
Después de la ilegalización de Batasuna
y la prohibición de 221 listas de la coalición separatista
radical por el Tribunal Supremo, los dirigentes abertzales (nacionalistas)
hicieron campaña en favor del voto nulo, que fue seguido por una
buena parte de sus electores.
En Guipúzcoa 16.1 por ciento de los sufragios fueron
nulos, lo que representa un incremento de más de 15 puntos porcentuales
con respecto a los comicios anteriores, mientras que en Alava y Vizcaya
el voto nulo fue de 6.1 y 9.9, respectivamente.
"Territorios históricos"
El dirigente del PNV, Xabier Arzalluz, expresó
su satisfacción, porque, dijo, los resultados "nos consolidan como
la primera fuerza en los tres territorios históricos vascos".
Los comicios, cuyo único incidente fue la detención
de tres personas que desplegaron unas papeletas de Batasuna, también
producirán cambios en pueblos históricamente gobernados por
esta formación, como Hernani, Amezleta o Belauntza, que ahora estarán
gobernados por el PNV.
Papeletas de voto independentistas vascas, prohibidas
por la justicia española, aparecieron en las mesas de varios colegios
electorales en el País Vasco, las que fueron introducidas en las
urnas por militantes independentistas.
Arnaldo Otegi, portavoz de Batasuna, llamó esta
mañana a introducir las papeletas prohibidas en las urnas "porque
son las que hacen daño a Aznar".
Otegi señaló, tras conocer los resultados,
que los abertzales consiguieron "cerca de 160 mil votos, lo que significa
que la base social de la izquierda independentista se ha mantenido fiel
a sus posiciones a pesar de saber que sus papeletas no van a ser jurídicamente
reconocidas".
En Valencia, en tanto, la policía suspendió
una votación simbólica y retiró la mesa que agrupaciones
de inmigrantes colocaron para recoger los sufragios de este sector. El
acto se celebró para reivindicar el derecho al voto en las elecciones
municipales y regionales, declaró el presidente de la asociación
hispano-ecuatoriana Rumiñahui, Edgar Constance.
|